El Real Zaragoza desaprovechó una ocasión inmejorable, de consolidarse en el simbólico liderato de la liga Santander. Tuvo una oportunidad de oro de dar un golpe de efecto en la mesa de Segunda División, amedrentar a sus más directos rivales y acometer la próxima jornada en el derby regional, ante el Huesca, con tranquilidad y solvencia.
Un equipo que aspira ineludiblemente al ascenso, no puede ir ganando con dos goles de ventaja en el minuto 57 y luego, que en tres minutos le empaten el partido. Igualmente no se puede coquetear con el ascenso, marcar tres goles fuera de casa y no ganar el partido.
Para ascender a Primera División, no sólo hay que hacer goles, si no evitar que te los metan. No conozco un equipo que haya subido a primera recibiendo cuatro goles en dos partidos, la defensa tiene que ser un seguro, y desde esa firmeza y solidez defensiva hay que armar el equipo.
Lo que hasta ahora era una defensa solvente, en el Anxo Carro parecía de mantequilla. No se supo congelar el juego, los centrales y los laterales, muy desacertados, al igual que el portero Irureta (y ya van dos partidos haciendo pifias). De todas las maneras, algo de esto se podía esperar cuando estás trabajando toda la pretemporada para crear un bloque defensivo serio, y se desprenden de un jugador como Diego Rico, y también parece lo quieren hacer con Cabrera, es imposible que el entrenador Luis Milla pueda hacer un trabajo serio.
En el centro del campo, parece que Erik Morán no se acomoda bien en su nueva posición, Javi Ros cuando salió al campo parece que mejoró algo, pero después también se apagó. Cani bastante gris, estuvo en casi todas las contras, pero sin fortuna. Zapater, muy trabajador, y listo en el pase a Ángel en 1-2, pero sin poner orden, el mejor sin duda Ángel que está muy listo, pincha muy bien el balón en jugada, está con muchas ganas y marcando goles. Ya lleva cuatro en dos partidos y aún pudo marcar otros dos más.
Tristeza en el viaje de vuelta para los 150 zaragocistas aproximadamente que se desplazaron a Lugo, cuando ya se veían con los tres puntos en el bolsillo y esperar que este golpe sirva para aprender a todos, jugadores, cuerpo técnico, y principalmente a los directivos.
Nos tendremos que reponer, porque el siguiente es el Huesca, y no nos va a regalar nada.
