Carlos Martínez: "La sostenibilidad en las empresas tiene sentido medioambiental, pero también económico"

DKV Seguros recibió el Premio Medio Ambiente de Aragón 2016. Un galardón que reconoce el trabajo desarrollado por la empresa en materia de sostenibilidad, que comenzó en el año 2000, y que demuestra que cuidar del entorno no está reñido con la rentabilidad económica.

Zaragoza.- Con motivo de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, la DGA volvió a entregar los Premios Medio Ambiente 2016 a principios de junio. Ésta ha sido la XVIII gala de premios, en la que entre los seis proyectos finalistas, DKV Seguros se llevó el mayor reconocimiento. Para el director del Departamento de Servicios Generales y adjunto al consejero delegado, Carlos Martínez Gantes, este galardón demuestra que cuidar del entorno no está reñido con obtener beneficios económicos.

La compañía aseguradora recibió el Premio Medio Ambiente de Aragón 2016 por “hacer de la protección del medio ambiente un enfoque estratégico esencial de su actividad”. DKV cuenta con varias certificaciones ambientales, desde la ISO 14000 a la LEED Gold. Además, la empresa y todos sus productos son Cero CO2, su huella de carbono se ha reducido en un 61,7% y su sede corporativa, ubicada en Zaragoza, es un ejemplo de sostenibilidad, con una reducción de consumo energético en el edificio de un 55% de media, al igual que su red de oficinas.

Pregunta.- ¿Qué supuso para DKV recibir este premio?
Respuesta.- Haber conseguido este premio nos llena de satisfacción, ya que para nosotros es el reconocimiento al trabajo bien hecho a lo largo de estos últimos doce años. Para DKV tiene sentido centrar nuestros esfuerzos en torno al cuidado de la salud, la prevención y la protección del medio ambiente. Distinciones como esta son la prueba de que estamos realizando un buen trabajo y que es perfectamente compatible desarrollar una actividad empresarial con el cuidado medioambiental.

P.- A pesar de este galardón, ¿hace falta más apoyo de las instituciones en esta materia?
R.- Creemos que es muy necesario que tanto desde el sector público como desde el privado rememos todos en la misma dirección para que se realicen actividades y actuaciones que reviertan en el bienestar común de la sociedad y del medio ambiente. Estos premios son buena muestra de ello. Ayudan a dar visibilidad sobre lo que hacemos los diferentes actores y deben animar al conjunto de la sociedad a pasar a la acción. Aún así, todavía falta mucho trabajo por realizar tanto desde la parte pública como desde la privada.

P.- Su compromiso con la sostenibilidad fue más firme a partir de 2000, ¿cómo empezó todo?
R.- En el año 2000, en DKV iniciamos nuestro compromiso voluntario con el medio ambiente. No hemos parado desde entonces. Algunos años hacemos más que otros, pero lo importante es no parar. Empezamos con acciones relacionadas con el ahorro del agua y de papel. En el año 2004 la gestión medioambiental se integró de forma natural en nuestra política de responsabilidad social. Ese año empezamos a medir nuestra huella de carbono. Este fue el punto de inflexión. Adquirimos la visión global de nuestro impacto medioambiental, lo cual nos permitió definir una estrategia global y así atacar todos los frentes. Desde entonces no hemos parado de reducir nuestra huella de carbono, a pesar de tener un crecimiento sostenido de nuestra actividad reflejada en número de clientes y empleados. De hecho, cerramos el año 2015 con una reducción del 61,72% en nuestras emisiones respecto a 2004.

P.- Ustedes defienden que la actividad responsable de una compañía debe ir más allá del ahorro energético o del gasto de papel, ¿cómo lo hacen?
R.- En efecto, en DKV creemos firmemente que la actividad responsable de una compañía va mucho más allá de su política interna de ahorro energético o de gasto de papel: debe impregnar a todos sus colaboradores, proveedores y clientes, así como a todos sus grupos de interés. Teniendo en cuenta esta premisa, hemos puesto en marcha iniciativas y actividades para involucrar a todos nuestros grupos de interés.

En primer lugar con los clientes. Para ellos, DKV pone a su disposición productos plenamente sostenibles y acordes con el respeto al medio ambiente, como el caso de las pólizas ERGO Ecohogar y ERGO Ecofuneral. Además de esto, desde el año 2012 todos nuestros productos son neutros en carbono (CeroCO2).

Ocurre de igual manera con los empleados. El compromiso de DKV Seguros con la gestión sostenible requería agentes en todas las oficinas capaces de actuar a nivel local. Así nacieron los EKOamigos, empleados voluntarios que van contagiando a sus compañeros para actuar de forma respetuosa y responsable con el Planeta. Se les ha encomendado la realización de unas acciones específicas de reducción de consumos y de formación y concienciación a sus compañeros, orientadas al cumplimiento de los objetivos marcados en el Programa Medio Ambiental del ejercicio en curso.

Por este motivo, DKV ha organizado acciones de voluntariado corporativo de distinta índole, entre ellas, plantación de árboles. Uno de los proyectos insignia en este sentido es la exitosa participación en el proyecto llevado a cabo en el bosque de Nuestra Sra. de Salz, en Zuera (Zaragoza).

Involucrando a los proveedores

Con el objetivo de hacer extensiva nuestra preocupación por el medio ambiente a todos nuestros proveedores, en DKV disponemos de una política de compras responsable que integra criterios sociales y medioambientales en la función de compras. La política de compras facilita la contratación de bienes y servicios según los valores de la compañía.

Los premios se celebran con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente
Los premios se celebran con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente

P.- ¿También trabajan por concienciar a la sociedad?
R.- Por supuesto. Una de las muchas actividades y proyectos de DKV para la sociedad en general es el Observatorio DKV de Salud y Medio Ambiente, una iniciativa de DKV Seguros y la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes) cuyo objetivo es el estudio y análisis de las últimas investigaciones realizadas en materia de salud y medio ambiente. En él se analizan extensamente algunos temas de estudio identificados por el programa SCALE de la Unión Europea.

En esta misma línea, la compañía edita semestralmente la revista DKV 360, que se dirige tanto al público general como a los referentes a nivel empresarial e institucional en materia de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente.

Asimismo, DKV se ha adherido a distintos compromisos y paneles colectivos que abogan por el cuidado del medio ambiente a distintos niveles, como Un millón de compromisos por el clima, Paris for Plage, Carbonpedia o Forética.

Más allá de todas las iniciativas que llevamos a cabo voluntariamente en DKV en favor del medio ambiente, por la salud y en contra del cambio climático, creemos firmemente en la necesidad de demostrar que lo que explicamos sobre dicha gestión responsable y sostenible es cierto y comprobable. Es por ello que la verificación por un tercero independiente es una práctica habitual, que demuestra la veracidad de los datos que presentamos. En este sentido, trabajamos año tras año para conseguir y renovar distintas certificaciones que avalan nuestros esfuerzos y resultados, entre otros, en materia medioambiental. Entre otras disponemos de la ISO 14001, EMAS o ISO 50001. Además, somos compañía Cero CO2 desde 2007, como también lo son todos nuestros productos, y nuestra sede central, la Torre DKV, en Zaragoza, cuenta con la prestigiosa certificación en sostenibilidad de edificación LEED Gold.

P.- La sede de Zaragoza se ha convertido en un auténtico ejemplo de que la sostenibilidad no está reñida con la eficiencia en el mismo entorno laboral. ¿Cómo se gestó el proyecto?
R.- Dada nuestra trayectoria en el ámbito de la sostenibilidad y la responsabilidad empresarial, el proyecto de la nueva sede corporativa de DKV no podía sino ser un proyecto ambicioso desde el punto de la sostenibilidad y el medioambiente. Teníamos claro que esta nueva sede tenía que ser ejemplar en eficiencia energética y sostenibilidad. Para conseguirlo, contamos con la empresa Aguirre & Newman, quienes nos ayudaron a materializar todas las ideas que teníamos. El proyecto tenía que reflejar los valores de la compañía, ser un proyecto sostenible y orientado a las personas. Estos tres ejes fueron la clave para diseñar el proyecto y dirigir la toma de decisiones en todos los aspectos, hasta el más mínimo detalle. Muchas empresas encargan sus reformas de sedes corporativas a unos arquitectos y esperan una solución llave en mano. En DKV dirigimos y controlamos todas las definiciones del proyecto con una clara obsesión por el detalle. Delegamos la ejecución pero con un alto grado de supervisión para asegurarnos de que el proyecto se ejecutaba según lo definido.

P.- Es el origen de las EKOsucursales, que son pequeños ejemplos de que eficiencia y sostenibilidad no están reñidos...
R.- En  2011, en nuestro afán de mejora continua, nos planteamos cómo extender y materializar el concepto de sostenibilidad a nuestra red de oficinas. Nació así el proyecto de EKOsucursales, que consiste en la creación de una red de oficinas sostenibles definiendo un modelo estandarizado para la eficiencia energética (definiendo tipo concreto de iluminación, climatización y aislamiento) y la utilización de materiales constructivos teniendo en cuenta su origen, ubicación o forma de fabricación, entre otros parámetros.

La sede de Zaragoza es un ejemplo de sostenibilidad
La sede de Zaragoza es un ejemplo de sostenibilidad

El diseño de las EKOsucursales integra diferentes dimensiones que abarcan la gestión de los edificios, la salud y el bienestar de los ocupantes, la reducción del consumo de energía y CO2, se analizan los procesos de movilidad que genera el centro de trabajo, se minimiza el consumo de agua, se considera el uso de materiales de bajo impacto medioambiental y sin componentes nocivos, en el tratamiento de los residuos producidos en el uso y por la construcción en todas sus fases, y en la minimización del impacto de la contaminación a nivel global.

Como consecuencia de esto, a día de hoy, el 38% de las sucursales de DKV están ya desarrolladas bajo este modelo con una reducción media del 55% de los consumos, con la consiguiente reducción del impacto medioambiental. El próximo paso será validar ese modelo de EKOsucursales con la obtención de una certificación tipo LEED de una de las nuevas oficinas reformadas.

P.- ¿Cree que las empresas están suficientemente mentalizadas con la conservación del medio ambiente?, ¿o quedan todavía muchos escépticos?
R.- En DKV, la responsabilidad empresarial se vive como parte activa del negocio, por lo que es un proceso vivo que requiere adaptarse a un entorno cambiante con nuevos escenarios. Especialmente en el sector de seguros médicos es imprescindible tener en cuenta las nuevas necesidades sociales relacionadas con los cambios demográficos (envejecimiento de la población, inmigración y fecundidad), factores ambientales (cambio climático y contaminación), determinantes sociales (tabaco, alcohol, drogas ilegales, mala alimentación), factores profesionales (disminución de personal facultativo), etc. Para DKV, la protección del entorno es esencial, ya que impacta directamente en la salud de las personas. Si bien el impacto que genera la compañía sobre el medio ambiente es reducido, los efectos del cambio climático afectan directamente al negocio asegurador. Cada vez son más las empresas que se unen a la protección del medio ambiente y aportan su granito de arena, pero aún queda mucho camino por recorrer.

P.- ¿Es la sostenibilidad una buena herramienta empresarial para salir de la crisis?
R.- Las buenas prácticas y los resultados obtenidos corroboran que las actuaciones para reducir los impactos ambientales tienen sentido tanto desde el punto de vista ambiental como desde el económico. Está demostrado que una reducción en los consumos tiene un impacto directo, generando ahorros económicos. Por lo tanto, la sostenibilidad es un buen enfoque para reducir costes.