El decano del Colegio de Abogados de Zaragoza alerta de que algunas víctimas de la violencia de género "bajan la guardia"

A raíz del último caso de violencia de género en Aragón, el decano del Colegio de Abogados de Zaragoza, Antonio Morán, ha alertado este lunes de que, en ocasiones, "los muchos años de convivencia con el agresor" hacen que las víctimas "bajen la guardia" y les ha instado a no hacerlo. Los abogados reclaman un mayor control del riesgo.

Zaragoza.- El decano del Colegio de Abogados de Zaragoza, Antonio Morán, ha considerado este lunes que "muchas veces la relajación" y "los muchos años de convivencia con el que luego es el agresor" hacen que algunas víctimas de la violencia de género "bajen la guardia". "No la deberían bajar en estas situaciones y el control judicial y policial debería ser más exquisito", ha añadido.

Morán ha hecho estas declaraciones tras ser preguntado por la forma de proteger a la última víctima de la violencia de género en Aragón, una mujer de 28 años que ha fallecido este lunes en la UCI del Hospital Clínico después de que este domingo su expareja, presuntamente, la apuñalara en la calle del Conde Aranda de Zaragoza, en presencia de su hijo de cinco años.

En las situaciones de violencia de género "la propia actividad de la denunciante tendría que ser relevante, que la propia víctima tenga siempre la precaución de comunicar cualquier situación que advierta de riesgo", ha señalado Morán.

Desde el Colegio de Abogados de Zaragoza consideran que existe un "problema de déficit en cuanto al sistema de valoración del riesgo" y claman por que se implante una Unidad de Valoración Integral del Riesgo, integrada por policías, forenses, trabajadores sociales, etc.

Además, proponen que, a la hora de implementar medidas de protección, se haga "un uso más adecuado de los sistemas de localización de agresores a través del brazalete de control en el agresor", ha considerado el letrado y coordinador del Servicio de Atención a la Mujer del Colegio de Abogados de Zaragoza Antonio Muñoz.

A su juicio, el sistema de valoración policial del riesgo "tiene muchos déficits" y "no se puede dejar en manos de un sistema informático que se asignen los sistemas de protección, tiene que haber elementos humanos que entren en esa valoración y analicen cada caso porque aquí se están jugando vidas".

Respecto a los menores que viven en entornos de violencia de género, Muñoz ha reconocido que los puntos de encuentro -el último caso en Aragón ocurrió a las puertas de uno de estos lugares- "hacen una gran labor" y "dan solución a un problema grave". Ha recordado que es decisión del juez eliminar o restringir las visitas a los menores, que desde el año pasado pasaron a considerarse víctimas directas de la violencia de género, y, en este sentido, ha abogado por analizar "caso a caso" porque "por el hecho de ser agresores no dejan de ser padres".