Zaragoza.- Siete años han pasado desde que Alberto Zapater abandonara su casa camino de Italia. Lo hacía con lágrimas en los ojos, embargado por la emoción y haciendo un claro guiño a la hinchada: "El Real Zaragoza será lo que quiera la afición". Este lunes, el ejeano ha cumplido su sueño de volver a pisar La Romareda y los muchos seguidores, miles, que se han dado cita en el graderío han sabido corresponderle con el cariño que merece.
El deseo de Zapater es volver a sentirse futbolista. Han pasado prácticamente tres años desde su último encuentro oficial, pero su calvario en Rusia ha finalizado y, por fin, ha logrado regresar a orillas del Ebro. Momento especial durante la presentación ha supuesto su salida al césped, recibido con el "Zapater te quiero" con el que fue despedido por la afición zaragocista hace unos años, con las correspondientes lágrimas en los ojos del canterano.
El nuevo jugador del Real Zaragoza, que ha firmado por dos temporadas, ha asegurado que es "consciente de la ilusión que genera" su llegada pero donde quiere "hablar y demostrar es en el campo". Sobre su estado físico, ha aseverado que "hace mes y medio" que se dio cuenta de que estaba "en plenas condiciones".
De hecho, Zapater ha definido esta oportunidad de manera rotunda: "Cada vez que me ponga la camiseta del Real Zaragoza es un regalo que me da la vida", incidiendo en que llega al conjunto maño "para competir y ayudar al club", no para ser un simple consejero en el vestuario.
Así comienza la segunda etapa de Alberto Zapater a bordo del conjunto aragonés, el equipo de su vida y de su corazón. Un sueño que se hace realidad y que servirá para que el vestuario del Real Zaragoza sume un importantísimo referente, algo de lo que ha venido careciendo la plantilla en las últimas temporadas.
