César Romero: "Nuestra innovación supone invertir en personas y eso genera futuro"

La Unión Europea ha vuelto a premiar, por tercera vez, la labor innovadora y medioambiental del Grupo San Valero. El director general del citado grupo, César Romero, defiende que la innovación que desarrollan supone "invertir en personas", lo que "genera futuro". La formación online es una de sus apuestas de futuro.

Zaragoza.- La historia del Grupo San Valero se remonta a 1952. El 10 de octubre de ese año se reunió por primera vez la Junta de Obras Sociales de la Parroquia de San Valero. En el orden del día figuraba crear una escuela de capacitación profesional para peones y aprendices.

Ésa fue la semilla de un proyecto que suma ya más de 60 años formando personas. La innovación es una de sus señas de identidad y, como tal, ha sido reconocida mediante diversos galardones. El último, el premio Best Life Project otorgado por la Comisión Europea a un proyecto pionero en aplicar la eficiencia energética en edificios de uso intenso.

El director general del Grupo San Valero, César Romero, entiende que la innovación que desarrollan supone "invertir en personas", lo que "genera futuro". Asegura que la sociedad y las demandas formativas han cambiado, pero mantiene que los orígenes del grupo, "sociales", siguen siendo los mismos que en los inicios.

Pregunta.- La Fundación San Valero ya ha recibido tres premios sobre innovación y medio ambiente, ¿en qué consiste el último galardón?
Respuesta.- El último Best Life Project otorgado por la Comisión Europea premia un proyecto que ha sido pionero en aplicar la eficiencia energética en edificios de uso intenso como museos, nuestra propia universidad o el centro que tiene San Valero en la calle Violeta Parra de esta ciudad.

P.- ¿De dónde nace su apuesta por la innovación y el medio ambiente?
R.- Es una apuesta de los inicios, de la década de los 90. El medio ambiente es una de nuestras prioridades, somos pioneros en estar certificados y registrados tanto en la ISO 14000 como en EMAS y el medio ambiente ha sido siempre para nosotros un objetivo ejemplificante. No podemos enseñar a nuestros alumnos a ser respetuosos con el planeta si nosotros no damos ejemplo como institución o como profesores o docentes.

P.- La innovación es el motor para las empresas, pero los empresarios consideran que tiene un coste elevado, ¿cómo ve usted la situación?
R.- En el caso de la innovación que nosotros hacemos yo creo que es una inversión segura porque es una innovación que luego sirve de ejemplo, de lección para alumnos. En el fondo, es invertir en personas y eso no puede ser algo que genere pérdidas. Al contrario, genera futuro.

P.- ¿Usted es partidario entonces de apostar por la innovación, sea cual sea el ámbito de una determinada empresa?
R.- En general, sí. Hay que estar cambiando, evolucionando porque si no evolucionas tú, te quedas obsoleto. La innovación es necesaria y hay que aplicarla.

P.- El Grupo San Valero tiene una larga trayectoria, con más de 60 años de experiencia en el ámbito educativo, ¿cómo ha cambiado la sociedad desde sus inicios hasta la actualidad en materia educativa?
R.- Los orígenes son sociales y en la actualidad siguen siéndolo. Hay cosas que no han cambiado, como los principios y la misión y sí ha cambiado muchísimo el tipo de sociedad que tenemos y la demanda profesional que existe. Otra cosa que también permanece es la vinculación y necesidad de estar con la empresa. Nuestra formación está pegada a la empresa porque es ésta la que innova y la que nos va marcando por dónde van las necesidades laborales.

César Romero apuesta por la formación online para los próximos años
César Romero apuesta por la formación online para los próximos años

P.- La Universidad San Jorge es uno de los buques insignias del Grupo. Sigue creciendo y hace pocos días conocimos que estrenará nuevo edificio en el primer trimestre de 2017, ¿se estaba quedando pequeño el campus actual para el volumen de alumnos existente?
R.- El crecimiento conlleva también crecimiento de infraestructuras y vamos acompasando el aumento en alumnos y titulaciones con crecimiento físico. Precisamente, el nuevo edificio que se va a construir incorpora lecciones aprendidas de este proyecto que nos ha premiado Europa, Domotic, aplicando domótica y eficiencia energética a un concepto de edificio que, de alguna manera, es ejemplificante y un escaparate real de que la innovación no solo hay que proyectarla sino aplicarla al futuro.

P.- ¿Cuándo podrían comenzar los trabajos?
R.- Han empezado esta semana con el movimiento de tierras y esperemos que para el mes de octubre o noviembre pueda estar concluido para el curso que viene. Su uso está orientado al alumno, no buscamos alojar ninguna especialidad propia sino que queremos que sirva para servicios comunes del alumno, de networking, como edificio aglutinador. La innovación no va solo con la tecnología que se implanta, sino que el edificio fomenta el encuentro entre estudiantes de diferentes áreas.

P.- También estrenarán Derecho el próximo curso, ¿cree que hay demanda para esta titulación que ya se imparte en la Universidad de Zaragoza?
R.- Siempre que sea innovador habrá demanda. Nada tiene que ver el jurista de hace 30 años en cuanto a la realidad que afrontaba a la necesidad que existe hoy cuando hace falta un jurista de cumplimiento normativo, más vinculado en el ámbito digital, Internet... Son otras necesidades que, como Universidad moderna y de tamaño ágil, nos permite incorporar nuevas cuestiones a nuevas demandas.

P.- ¿Qué relación mantiene la Universidad San Jorge con la Universidad de Zaragoza, especialmente tras la última polémica por la duplicidad de titulaciones?
R.- La Universidad San Jorge ofrece una apuesta por una formación que consideramos un derecho de libre competencia. Nos arriesgamos con una oferta que creemos es válida porque detectamos necesidades muy vinculadas a las que pueda tener la empresa y el mercado.

A veces la gente confunde el tema de las duplicidades, parece que la Universidad San Jorge tenga que vertebrar el territorio y no es nuestra obligación, aunque sí hemos contribuido a ello. El Grupo ha crecido, hace cuatro años nos comprometimos a crear 250 puestos de trabajo y lo hemos cumplido. Es estos momentos son más de 280 los puestos de trabajo estables.

Además atraemos talento, recursos y alumnos de fuera. Sobre el tema de la duplicidad no podemos permitirlo en el sentido de la libre competencia, eso no quita para que estemos abiertos al diálogo con la Universidad hermana que cuenta con una gran historia y trayectoria. Debemos confluir en ofertar lo mejor para Zaragoza y Aragón.

P.- Precisamente el presidente del Gobierno de Aragón anunció este pasado jueves una rebaja del 20% en la matrícula de los másteres, ¿se plantean una medida similar desde la Universidad San Jorge?
R.- Nosotros, más que rebajar precios, tenemos un sistema de becas, algo que a veces no sabemos transmitir bien. Tenemos un principio en el Grupo y es que nadie deje de estudiar con nosotros por motivos económicos. Hay becas a la excelencia, a situaciones económicas... aparte de las que pueda otorgar el Ministerio de Educación. Son becas por importes muy elevados que, a veces, no sabemos transmitirlas. Se nos asocia a una Universidad en la que parece que es el factor económico el que te permite o no estudiar. Nada más alejado de la realidad. Nuestra política social está ahí y ofrecemos apoyo económico.

La historia del Grupo San Valero se remonta a 1952
La historia del Grupo San Valero se remonta a 1952

Aplaudimos la política de la Universidad de Zaragoza de que se facilite el acceso a la formación de cualquiera, pero nosotros no vamos a entrar ahí. Vamos a nuestro campo que es ayudar a quien lo necesita y a cobrar el precio que realmente nos cuesta generar esa oferta de calidad.

P.- ¿Cuál es el grado de empleabilidad de las personas que se forman en sus centros?
R.- Una de las cosas que nos distingue es que nuestros estudiantes se insertan en el mercado laboral antes que otros egresados de otras universidades, según un estudio que se hizo recientemente por autoridades ministeriales.

P.- Otro buque insignia es la Fundación Dominicana San Valero, ¿qué balance hacen de su actividad?
R.- Son 20 años de un proyecto no sólo del Grupo San Valero sino de cooperación aragonesa. Ese proyecto implica a más de 220 personas, trabajadores locales y a 5.000 alumnos en un barrio periurbano con dos politécnicos -Aragón y San Valero- es el ejemplo de que la formación es clave para el desarrollo.

P.- ¿Cuáles son las principales líneas de trabajo de Grupo San Valero para los próximos años?
R.- La innovación es una cuestión implícita y es el elemento diferenciador. Vamos a apostar por la formación online donde tenemos también la entidad SEAS Estudios Abiertos con más de 10.000 alumnos al año en formato online. Evidentemente esa oferta de formación nos permite ser alianza para terceros, pero sobre todo para el crecimiento de nuestras propias entidades, sea la Universidad San Jorge, el CPA Salduie y, si es necesario, para cualquier otra formación como pueda ser la corporativa con empresas o del ámbito de formación continua para personas con discapacidades o personas en situaciones de desventaja.