Las Esclavas acompañan a la Virgen en su dolor con un sol radiante en Zaragoza

A las 11.15 horas la Congregación de Esclavas de María Santísima de los Dolores ha salido de la iglesia de San Pablo para llevar a cabo su tradicional procesión del Sábado Santo. Un sobrio desfile al que han acompañado centenares de zaragozanos y visitantes animados por el sol radiante que brilla en la capital.

Apenas pasaban unos minutos de las 11.15 horas cuando el barrio de San Pablo ha quedado enmudecido. Dos han sido las campanas que se han escuchado en las puertas de la iglesia del barrio y que han anunciado la salida, como es tradición cada Sábado Santo, de la Congregación de las Esclavas de María Santísima de los Dolores del templo junto con su paso de la Virgen de la Soledad. 

El sol ha brillado con fuerza en la capital aragonesa lo que ha permitido que la procesión, que cumple este 2016 150 años, recorra las calles del Casco Histórico. Así, tras salir de San Pablo han bajado por Cesar Augusto, han realizado una parada en la iglesia de San Cayetano para venerar al Cristo de la Cama. Después de este acto, han seguido su recorrido hasta la plaza de San Nicolás, donde ha tenido lugar el Acto Litúrgico de la Soledad de la Soledad de la Santísima Virgen de los Dolores ante el Santo Sepulcro. A las 14.00 horas han terminado su recorrido de nuevo en San Pablo.

La imagen de la Virgen de la Soledad es una de las más sobrias de la Semana Santa Zaragozana. Con manto negro, sin joyas, ni corona, sólo luce sobre el pecho una condecoración concedida al paso durante el reinado de Isabel II.

El estandarte, confeccionado en 1950 sobre terciopelo negro, bordado con azabache y cristal, ha encabezado la procesión en la que han participado alrededor de 50 esclavas. Asimismo, representantes de otras cofradías han acompañado a las Esclavas en esta procesión.

Unas 165 hermanas conforman esta congregación, fundada en 1522 y reestructurada en 1938. El hábito que lucen está formado por una túnica negra con pala central y dos pliegues laterales, por delante y detrás. Además de un cordón blanco en la cintura, con tres nudos en un extremo y cuatro en el otro, que simbolizan los siete dolores de María Santísima.

Sobre el pecho, las Esclavas portan un escapulario de la Virgen de los Dolores. En la cabeza, cofia negra, que sujeta un manto de luto, que cae por detrás, casi hasta el borde de la túnica, y por delante, hasta el pecho, tapando la cara. También llevan guantes, zapatos y medias negros en señal de luto.

Su anagrama es un corazón blanco coronado por unas llamas y atravesado por una espada dorada.