OleaZara, un aceite de "Oscar"

Penélope García es una de las muchas personas que han apostado por emprender un negocio a raíz de que el sector en el que trabajaba comenzó a tambalearse. OleaZara es un aceite de una calidad "incuestionable" que quiere cruzar fronteras. Sus elementos diferenciadores en la producción hacen que el sabor sea mucho más intenso y frutado.

Zaragoza.- "Renovarse o morir" reza el dicho popular. Y si además interviene la casualidad, hace que oportunidad se convierta en algo irrenunciable. Algo parecido le ocurrió a Penélope García, quien llevaba 30 años trabajando en una empresa familiar de conductos de ventilación y climatización y ahora está al frente de OleaZara, un negocio que ella mismo ha sacado adelante, y con el que busca internacionalizar un aceite aragonés de una excelente calidad.

Cuando el sector de la construcción empezó a flaquear, Penélope decidió buscar otras salidas. Un correo en el que se anunciaba un programa de emprendimiento agroalimentario cambió su vida. Arriesgó y ahora está camino del triunfo. Se trata de un plan del Instituto Aragonés de Fomento y el Centro de Empresas Europeo.

"La oferta me llegó por casualidad al trabajo y me suscribí", explica Penélope, quien decidió matricularse "por probar". Después de año y medio de formación en todas las áreas sobre cómo crear una empresa,"me gustó tanto que pensé en que tendríamos posibilidades", destaca.

Ella sola no podía encargarse de todo ya que, pese a tener experiencia en la comercialización, reconoce sus "debilidades en el tema financiero, marketing y de marca de la empresa". Es por eso que decidió involucrar en este proyecto a Pilar Real y a Penélope y Juncal Santamera, sus dos hijas.

Oleazara quiere cruzar fronteras

OleaZara se creó en marzo de 2015 y la comercialización empezó en noviembre de 2015. Comercializa patés y encurtidos, pero su producto estrella es el aceite de oliva virgen extra con dos variedades de olivas, la empeltre y la arbequina, siempre procedentes del Bajo Aragón.

A raíz de un curso de internacionalización en la Cámara de Comercio de Zaragoza, aprendió que los italianos compran más del 60% del aceite en España, lo envasan de forma atractiva y lo exportan como producto mediterráneo. Así es como surgió la idea de envasar el aceite de la oliva autóctona de Aragón, que es la empreltre y que da sabores frutados y diferentes a los aceites que se suelen exportar.

Sus productos ya se comercializan en algunas tiendas gourmet de Zaragoza, como en Alimentación Diferente, situada en la calle de León XII; Coralium, en la calle San Miguel; en las tiendas Dolce Vita y también en la Cartuja. Su reto más cercano es introducirlo en el Club Gourmet en el Corte Inglés. También venden en el sector de la hostelería, porque "buscan sabores más intensos y más fuertes, como si fuera un fruto recién exprimido", aclara.

No obstante, la vista está puesta en el mercado internacional, aunque "la cosa va lenta", indica Penélope, debido a la gran variedad de aceite que hay en España. "A nivel internacional, desde que se empieza hasta que se consigue algo, pasa más de un año", subraya esta emprendedora, por lo que la paciencia y la constancia se hacen valores fundamentales. 

Además, Penélope lamenta que sea tan complicado encontrar distribuidores en el exterior. Por el momento se apoyan en organismos del Gobierno de Aragón como Aragón Exterior, o la Cámara de Comercio y otras empresas. 

Un aceite diferenciador

Una de las grandes diferencias de aceites OleaZara es que trabajan con recolecciones tempranas. Es decir, cuando normalmente se recolecta a finales de noviembre o principios de diciembre, estas empresarias lo hacen en octubre para que los sabores sean más intensos. De esta forma, cuando se monture (muela) la oliva, el resultado tendrá aromas más frutados.

En cuanto a la arbequina, de la que también realizan recolección temprana, el resultado es un aceite ecológico. "Pensamos que tendrá mayor salida a nivel exterior porque está adquiriendo mucha importancia en Europa y otros países como Japón", explica Penélope.

Sus productos se pueden adquirir en algunas tiendas gourmet
Sus productos se pueden adquirir en algunas tiendas gourmet

Las recolecciones tempranas permiten obtener un 30% menos de rendimiento graso. Es decir, que si se necesitan cinco kilos por litro de aceite, hay que añadir tres kilos más por litro porque no están lo suficientemente madura, por lo que se necesita más cantidad de oliva. Esto hace que se intensifique el sabor. 

Otro de sus elementos diferenciadores es que la extracción se hace en frío. Hay molinos que utilizan calor y eso hace que el sabor a fruta se pierda. "Nosotras usamos temperaturas muy bajas para que las características de los aceites conserven toda su pureza, aromas y sabores", subraya Penélope.

"La calidad es incuestionable, así como su sabor", insiste esta empresaria, quien celebra "la suerte de que en el Bajo Aragón se hagan aceites de tan buena calidad y extraordinarios sabores" que, según dice no tiene "nada que envidiar al aceite andaluz, también de excelente calidad".

Y prueba de ello es la gran cantidad de premios que han conseguido en el poco tiempo que llevan en el mercado. Consiguieron el Prestige Golg Terra Olivo en Israel, el premio al Mejor aceite del Bajo Aragón variedad autóctona empeltre, la Medalla de plata en la Silver Olive Japan para el ecológico variedad arbequina, la Medalla de plata en la competición internacional de Los Ángeles para el ecológico variedad arbequina y la Medalla de bronce en la competición internacional de Los Ángeles para el empeltre.

"Luchar por tus sueños merece la pena"

Utilizan productos de altísima calidad
Utilizan productos de altísima calidad

Penélope asegura que si pusiera en una balanza todo lo que le ha supuesto emprender y sacar adelante su negocio, "ganaría el lado positivo". Sin embargo, reconoce que es una labor muy complicada que requiere "mucha constancia y positivismo para no venirse abajo cuando sale algo mal". 

Ahora todo va sobre ruedas, pero estas cuatro empresarias también han tenido que atravesar algunas dificultades, "Nos salieron mal los esmaltados de las botellas, que tuvimos que repetirlos, los etiquetajes, las cajas…", indica Penélope. Eso sí, asegura que una vez que se ha puesto en marcha la experiencia "es muy gratificante porque luchar por tus sueños merece la pena".

"Cuando vendes un producto de una calidad extraordinaria, un sabor intenso y una imagen tan cuidada, además de la pasión que le ponemos, poco a poco todo irá saliendo", concluye esta nueva empresaria.