Opinión

El escondite del agua

Todo el mundo sabe que al abrir el grifo de la cocina lo que cae en la fregadera es agua. También es fácil intuir que una naranja está compuesta de agua fundamentalmente, pero, ¿Qué pasa con unos vaqueros, dirías que este líquido forma parte de su composición?

Todo el mundo sabe que al abrir el grifo de la cocina lo que cae en la fregadera es agua. También es fácil intuir que una naranja está compuesta de agua fundamentalmente pero, ¿qué pasa con unos vaqueros, dirías que este líquido forma parte de su composición?

Y seguimos con las preguntas, ¿cuánta agua contiene una naranja? Muchos dirían que así a ojo, quitando el peso de la piel y la fibra unos 100 mililitros. Sin embargo, según el profesor Arjen. Y. Hoekstra, de la Universidad de Twente (Países Bajos) una naranja necesita 80 litros para su creación. ¿Sorprendido?, ¿qué tipo de cuentas hace para que salga una cifra tan abultada?

La clave está en dos palabras: Huella Hídrica. Un indicador introducido en 2002 que permite seguir el rastro de la apropiación de agua de un producto desde su origen hasta el consumidor final. La novedad radica en dos conceptos: apropiación y rastreo.

La apropiación no es sólo el agua consumida. También se tiene en cuenta el agua contaminada. Para hacerlo más comprensible, Hoekstra le pone colores al agua y así, el agua verde es el agua de lluvia que se acumula en el suelo y puede ser absorbida por los cultivos o la vegetación natural. El agua azul es el agua dulce que se encuentra en ríos, lagos, o acuíferos; para usarla es preciso tomarla de sus fuentes y transportarla al lugar de uso. El agua gris es el agua que necesitamos para asimilar los contaminantes hasta la concentración que consideramos ambientalmente tolerable.

Por ejemplo, para fabricar un pantalón vaquero se necesita agua para cultivar el algodón (verde y azul -regadío-) pero también se usan tintes y otras sustancias químicas que tienen que ser tratadas antes de ser vertidas al medio hídrico para que no contaminen el entorno. Para asimilarlas, también se necesita agua (gris). Como resultado, un pantalón requiere de 3.305 litros de agua1.

Cuando hablamos de rastreo incorporamos el concepto de agua indirecta. Un agua en la que no pensamos en un primer momento pero que representa la mayor parte de nuestro consumo de agua. Por ejemplo, para calcular la Huella Hídrica de una hamburguesa (2.400 litros de agua) tenemos que echar la vista atrás para encontrar y sumar el agua utilizada en el cultivo y elaboración del forraje del animal, la destinada a mantener la ganadería y por último en el agua empleada en el procesado y venta del producto final.

Influencia de la Huella Hídrica

Uno de los valores de la Huella Hídrica es su alta capacidad para explicar la importancia del agua de forma sencilla. Todo contiene agua. Todo. La vida no es posible sin agua y conseguir que la sociedad sea consciente de este hecho ya es un gran logro.

Empresas, ciudadanos y administraciones pueden conseguir una gestión del agua más responsable aplicando este concepto. Ya hay muchos ejemplos. En el campo de la empresa, una popular marca de pantalones vaqueros logró un ahorro de mil millones de litros de agua en 2011 con acciones como dejar de utilizar agua durante el lavado a la piedra o la creación de una norma para el reciclaje y reutilización del 100% del agua, la primera en la industria de la confección. Otra famosa empresa de refrescos aplica este concepto desde 2004 y se ha propuesto retornar a la naturaleza cada gota de agua que va en sus botellas con programas como la recuperación de la Cuenca del Guadiana.

Es importante señalar que empresas y ciudadanos no están solos en esta aventura y que son muchas las fundaciones que pueden ofrecer información a quien esté interesado. Water Footprint Network es un organismo internacional, sin ánimo de lucro, para el aprendizaje y conocimiento de la Huella Hídrica. En España, el Observatorio el Agua de la Fundación Botín viene realizando estudios de Huella Hídrica aplicados a muchos niveles (cuenca, producto, sector) y en diversos ámbitos de la economía y el medio ambiente. A nivel regional, el Instituto Aragonés del Agua avanza en el estudio de Huella Hídrica y prevé, en un futuro próximo, publicar un estudio sobre la Huella Hídrica de una depuradora. Además, las confederaciones hidrográficas van a incluir en sus planes hidrológicos el análisis de la Huella Hídrica de sus cuencas.

Otra importante ayuda viene de la mano de AENOR que trabaja en la adaptación de la normativa ISO 14046 “Gestión ambiental. Huella de agua. Principios, requisitos y directrices”. Esta norma permitirá a gobiernos, empresas y ciudadanos conocer la huella del agua de los productos y servicios de una forma más transparente.

Quién sabe si en el futuro, la Huella Hídrica alcanzará en popularidad a su prima mayor, la huella de carbono. De momento, estamos en el buen camino.

1 “Conclusiones del análisis sobre el uso responsable del agua en el sector textil”. Fundación Botín.