La arqueología aragonesa reclama inversiones para salir de su estancamiento y evitar más pérdidas de patrimonio

Los arqueólogos de Aragón piden inversiones del Gobierno autonómico para conservación, protección, restauración de los yacimientos y también para investigaciones. Unas partidas que han estado congeladas en los últimos cuatro años desde el Pignatelli, lo que ha supuesto, según denuncian, perdidas para el patrimonio.

Zaragoza.- La actividad arqueológica del medio centenar de yacimientos aragoneses se ha mantenido durante estos últimos cuatro años como un fino hilo, solo sostenido por aportaciones mínimas y puntuales de ayuntamientos, comarcas, diputaciones o proyectos de investigación.

“La situación en Aragón viene de bastante tiempo atrás, pero en los últimos cuatro años se ha agudizado de manera preocupante, es penosa”. Así describe, en declaraciones a ARAGÓN PRESS, el estado actual de la arqueología en la Comunidad el catedrático de Arqueología, Epigrafía y Numismática en la Universidad de Zaragoza, Manuel Martín Bueno. En este sentido, añade que “Aragón está muy por detrás de las comunidades vecinas”.

Así, el decano de los arqueólogos aragoneses destaca que “no se ha invertido ni un solo euro ni en investigación ni en conservación, que es lo que más nos preocupa”. En este sentido, Martín Bueno puntualiza que “la falta de recursos para conservación, protección y restauración ha sido total” lo que se traduce no en una “paralización sino en una destrucción” y en “pérdidas irreparables”.

A los nuevos gestores de Patrimonio y Cultura de la DGA, el docente les reclama “que se tome conciencia del problema y que se aborde de forma urgente”. Entre las peticiones que realiza Martín Bueno está “el repaso de los antiguos programas y de todos los yacimientos importantes que necesitan atención urgente”.

Además reclama “disponer de un nuevo programa de actuación, que no se puede hacer ni en un año ni en dos, pero que nos dé esperanza”, asimismo quiere expresar “el clamor de todo el colectivo investigador de que la situación es preocupante”. Para sufragar el coste, Martín Bueno asume que “los millones no van a llover, pero a los políticos les corresponde encontrar la financiación”.

Sin embargo, el decano de este grupo sí que reconoce el esfuerzo de otras instituciones, como ayuntamientos, comarcas y diputaciones provinciales, en la concesión de apoyo económico, logístico y personal para seguir llevando a cabo las campañas.

Bílbilis y Valdeherrera

A pesar de las restricciones presupuestarias en las que se mueven las investigaciones arqueológicas en Aragón, esta campaña en el yacimiento romano de Bílbilis “se han superado todos los objetivos” y ha sido “satisfactoria”, reconoce uno de los codirectores de los trabajos, Carlos Sáenz. En parte, como apunta el responsable, gracias a una partida presupuestaria del Ayuntamiento de Calatayud, que también ha sido utilizada en el caso de Valdeherrera.

Durante el tiempo que ha durado la campaña, unos quince días, los participantes han realizado numerosos hallazgos, tanto de objetos como de viviendas, algo que les ha permitido “documentar” y plasmar “la vida cotidiana” de los habitantes. A pesar de que los trabajos se producen en Bílbilis de forma continuada durante los últimos 20 años, mención aparte de las intervenciones realizadas desde el siglo XIX, Sáenz apunta que “con una extensión de entre 25 y 28 hectáreas solo hemos arañado la superficie, no habremos llegado al 10%”.

Por su parte, el otro punto donde se centran los esfuerzos es el yacimiento de Valdeherrera, donde se trabaja desde 2005. El valor de este asentamiento celtibérico está en que se pude apreciar “el cambio en el urbanismo de una ciudad indígena a una romana”. Para el también docente de la Universidad de Zaragoza, este lugar “está dando buenos resultados”.

Con la vista puesta en el futuro, Sáenz destaca que tanto Bílbilis como Valdeherrera están “llamados a convertirse en puntos de atracción turística y de generación de riqueza”. Para que esto sea así y tengan una vertiente investigadora pero también divulgadora, este profesor asegura que es necesaria la musealización de estos espacios, mejora de los accesos y más información, algo que solo se puede alcanzar mediante “inversión económica”.

Un aspecto, este último, que “ha sufrido un golpe duro en estos cuatro años porque la inversión en el plan, salvo excepciones y actuaciones de urgencia, ha sido prácticamente cero”. A su vez propone que “se retomen los planes directores a varios años”.

Nuestra Señora del Pueyo

En Belchite, en las excavaciones que se realizan en Nuestra Señora del Pueyo, su responsable, Pedro Rodríguez, asegura que “se han ido confirmando las previsiones, y estamos trabajando en una casa grande y con unos resultados muy importantes en cuanto a pintura mural”.

Sin embargo, el director de los trabajos, defiende que “no hemos hecho más que empezar” y pone tierra de por medio con otros puntos en los que se acumula más experiencia sobre el terreno. Bajo su mando ha trabajado un equipo de 14 personas, entre ellos estudiantes de la Universidad de Zaragoza.

Desde el año 2012 que se iniciaron los sondeos, se han desarrollado tres campañas de excavaciones que han tratado entre dos mil y tres mil metros cuadrados de terreno –de las 10 hectáreas con las que cuenta-, la financiación está sostenida por el Ayuntamiento de Belchite.

En cuanto a la disponibilidad presupuestaria, Rodríguez asegura que en una situación ideal se contaría con “la implicación de la Dirección General de Patrimonio y nuestra inclusión en los planes de investigación”. También menciona la posibilidad de inversiones desde la Diputación o por parte de entidades privadas.