Zaragoza.- Hacía más de un mes que el Real Zaragoza no se despertaba con el sabor dulce de tres puntos, de una victoria. Atrás queda una racha de cuatro encuentros sin vencer y tres sin marcar consecutivos, imponiéndose a un Alavés que llevó el partido a lo puramente físico. En ese panorama, los de Popovic igualaron fuerzas y terminaron por encontrar el premio gordo del triunfo en una buena maniobra de Hinestroza que Ortuño definía como un nueve puro.
El principal beneficiado de la victoria es el Real Zaragoza, no cabe duda, pero también tiene vencedores particulares. El más evidente es el técnico, Ranko Popovic, cuyo puesto pendía de un hilo y cualquier resultado negativo le hubiera supuesto perder el crédito que le quedaba. El propio serbio reconocía en sala de prensa que respira “mejor y más alegre con tres puntos más”.
Popovic recordaba que en Zaragoza “no vale con ganar, siempre tienes que ofrecer algo más”, asegurando que en el vestuario se respira “tranquilidad”. En el capítulo de nombres propios, reconocía que Ortuño estuvo “muy cerca” de empezar la temporada como titular, valorando su partido como “muy bueno”. “Estuvo a todos los balones, aguantando y jugando para el equipo”, añadía.
Fue el murciano una de las novedades en el once y también la presencia de Vallejo en el lateral derecho. Respecto al canterano, aseveraba que su primera parte fue “muy buena” y explicaba esta modificación de posición porque “era un partido más para fuerza y físico”. Por ello se quedó en el banquillo Isaac, quien sin embargo debutaría en la segunda mitad por la lesión de Rubén. “Ha hecho cosas buenas, pero tiene que trabajar porque el ritmo y otros aspectos son totalmente diferentes a Segunda B”, incidía.
Por último, se refería al encuentro de Hinestroza, fundamental en el único tanto que campeó en el marcador. Así, reconocía que todavía no se encuentra en el mejor estado físico, “se queda sin chispa y sin su arma letal, la velocidad”. Eso sí, concluía recordando que “con dos cosas que hace te puede resolver un partido”.
El puñetazo de Bordalás
Quien no vivió su mejor día fue Pepe Bordalás. El técnico del Alavés compareció en rueda de prensa completamente desquiciado por la derrota de su equipo, cargando contra los estamentos arbitrales y asegurando que los colegiados habían amenazado y amedrentado a los suyos.
Pero no quedaría en violencia verbal. Tras preguntarle que por qué el equipo había cambiado tanto de una parte a otra, mejorando en la segunda, el entrenador perdió los nervios y espetó varias veces “esto es fútbol, ¿entiendes?” en tono agresivo. Ya finalizada la rueda de prensa, propinó un sonoro e intenso puñetazo a la puerta de la sala, rompiéndola y dejando una marca evidente ante el asombro de los presentes.
