REAL ZARAGOZA

Ortuño rompe los bostezos (1-0)

Victoria del Real Zaragoza ante el Alavés, merecida por ocasiones a pesar de que el fútbol brilló por su ausencia en La Romareda. Ortuño aprovechaba al filo del descanso una buena asistencia de Hinestroza para dar alegría a una afición que combatió como pudo el sopor. El 1-0 permite a Popovic respirar tras cuatro partidos sin ganar.

Zaragoza.- Y por fin, cuatro jornadas después, el sabor del triunfo volvía al paladar del aficionado zaragocista. Ni mucho menos practicó el Real Zaragoza el partido más brillante, pero sí le bastó con un gol de Ortuño al filo del descanso para imponerse a un decepcionante Alavés. Resultado que permite romper una racha nefasta y que reengancha a los blanquillos a la zona media con el 1-0.

En el once de Popovic dos grandes novedades. En el lateral diestro formaba Vallejo, pasando Rubén a ser compañero de Cabrera en el centro de la zaga e Isaac condenado al ostracismo. Y, arriba, Ortuño en lugar de Ángel. Precisamente el ariete protagonizaba la primera ocasión del encuentro tras irse por velocidad de Einar y conectar un dentro al que no llegaba Dorca a impactar bien por centímetros.

A falta de fútbol, el Real Zaragoza trataba de hacer daño a balón parado. En el 9, Jaime ponía un servicio a pelota quieta y Rubén, agarrado, cabeceaba fuera por centímetros. Era precisamente el manchego el único que ponía algo de fútbol y desborde en una gris primera parte. De sus botas nacía también una nueva asistencia a Diamanka quien, con todo a su favor en el área pequeña, se encontraba con el cuerpo de Pacheco.

Del Alavés escasas noticias, más allá de dos intentos muy lejanos de Gaika Toquero sin ningún tipo de peligro. Eso sí, se marchaban camino de los vestuarios con cuatro jugadores amonestados. A pesar de que el fútbol había brillado por su ausencia, lo cierto es que el Real Zaragoza sí se había merecido, al menos a los puntos, hacer el 1-0. Y llegaría en las botas de Ortuño tras una gran asistencia de Hinestroza en el minuto 43, con el murciano metiendo la puntera para batir a Pacheco.

Segunda parte

Por problemas en una rodilla, Rubén dejaba su sitio en el descanso a Isaac Carcelén, que debutaría con la camiseta del Real Zaragoza. La tónica futbolística no cambiaría ni un ápice, aunque al menos el Alavés se dignaba a comenzar a aparecer en las inmediaciones de Bono. El internacional, no sin apuros, detenía sendos disparos de Toquero y Manu Barreiro. Y la segunda lesión del día la protagonizaría Jaime Romero, que dejaría su sitio en el césped a Jorge Díaz.

Uno de los incorporados al campo en la segunda parte en las filas visitantes, Pacheco, ponía el miedo en el cuerpo con un lanzamiento directo desde la esquina que salvaban entre el palo y Bono. Por entonces, ya superado el ecuador, el Real Zaragoza no mostraba intención alguna detener posesiones largas y la pelota le duraba un suspiro. Diamanka, ovacionado, se marcharía como tercer sustituido en favor de Wilk.

El plan del encuentro era claro: el Alavés dominaría hasta el final y los maños se replegarían buscando aguantar el resultado. Eso sí, tampoco sufrían en exceso los blanquillos, bien plantados atrás.