REAL ZARAGOZA

Cabrera hace justicia en el descuento (3-2)

Un gol de Leandro Cabrera en el tiempo de descuento daba al Real Zaragoza los tres puntos en un partido trabajadísimo, de un muy alto ritmo, ante el Almería. El 3-2 evidenciaba todo lo exhibido por el conjunto aragonés durante gran parte del encuentro, siendo superior a uno de los rivales más fuertes de la categoría en La Romareda.

Zaragoza.- Cuando se habla de un partido trabajado, el visionado del Real Zaragoza – Almería debería servir como ejemplo definitorio. El conjunto aragonés peleaba y pujaba hasta lograr en el descuento el 3-2 con un cabezazo de Cabrera que llevaba la locura al estadio de La Romareda, en el estreno del equipo como local esta campaña. Los de Popovic habían sido mejores durante gran parte del choque y lo terminaron certificando con un gol que sabe a gloria y redención tras la decepción en Miranda.

La única novedad respecto a Anduva era Jorge Díaz en el lugar de Hinestroza y la sorpresa aparecía en la lista con la presencia de Jaime Romero, siendo Isaac el damnificado. No fue el arranque soñado para el cuadro blanquillo, completamente descolocado en el arranque frente a un Almería que, por entonces, parecía un equipo sensiblemente superior al zaragozano.

Los de Sergi Barjuan crecían paulatinamente y Quique, con un disparo zurdo y duro abajo, ponía a prueba a un Bono que respondía bien en la primera peligrosa, en el minuto 14. Se desperezarían los locales una vez encontrada la posibilidad de frenar a Corona, gobernador absoluto en el arranque, y avisaban con una contra llevada por Aria y Ángel. Y el primero, poco después, también mandaba un zurdazo al lateral de la red. Nada más se supo del japonés.

Eran los mejores minutos de los de Popovic, que lograban encerrar a los visitantes en su área. También Wilk probaría fuera a Casto, que estaba atento al bote y lograba despejar por el fondo. Y en el mismo saque ejecutado por Pedro era Cabrera el que rozaba el gol con su testa, escapándose por medio metro. Hasta que se rompió el cántaro. En un lanzamiento perfecto de Pedro, Wilk se adelantaba a todos y cruzaba un cabezazo imposible para el meta almeriense. 1-0 en el 33.

Pero nada duró la alegría en la casa blanquilla. Tras una jugada a balón parado regalada por Diego Rico, Rubén se quedaba atrás cortando el fuera de juego y Bono, en el rechace, salía demasiado blando. Momento aprovechado por Morcillo para fusilar al internacional y hacer el 1-1. Sin embargo, no se amilanarían los aragoneses que tuvieron en la cabeza de Ángel el desempate, repeliendo el larguero su cabezazo. Cabrera y Jorge Díaz lo probarían de nuevo, pero nada movería el electrónico.

Segunda parte

Las imprecisiones se apoderaron de todos después del paso por los vestuarios, pero el Real Zaragoza parecía más cercano a robar un balón en terreno peligroso y hacer daño. Sobre todo por medio de la velocidad de Ángel, que disparaba desde fuera sin poner en excesivos apuros a Casto. Pero todo lo contrario a las aparencias. Los maños lanzaban un córner, atajado sin problemas por el meta. Sacaba rápido el arquero y montaban una contra los andaluces sin oposición local, remachando en el segundo palo Quique el 1-2 en el 56.

Popovic trataba de reaccionar arriesgando a Jaime, tocado durante la semana, y colocando también a Ortuño. Los sustituidos, Aria y Jorge Díaz. Nada más salir, el ariete tenía un cabezazo claro que mandaba alto con todo a su favor. Y Jaime, en el 66, ponía un centro con la derecha al área que aprovechaba Ángel, el más listo de la clase, para batir a Casto y poner las tablas.

Mismos protagonistas, pero con triunfo para el portero en un mano a mano que el nueve no atinaba en una clara ocasión para el 3-2. El partido se rompía para bien del espectáculo, con un alto ritmo, pero comenzaba a ser necesario un recambio en el medio para el fatigado Wilk. De hecho, llegaba poco después, en el 76, con la entrada de Erik Morán. Jaime Romero, ya por entonces el mejor del choque con diferencia en su papel como revulsivo, ponía a balón parado una pelota en la escuadra haciendo volar a un Casto que llegaba con lo justo a sacarla.

A partir de entonces bajó algo el ritmo de juego, con el cansancio haciendo mella en las piernas de los jugadores. Daba la impresión de que ambos, sobre todo el Almería con las constantes pérdidas de tiempo, empezaban a ver el empate como la opción más real. Aunque la mejor ocasión para visitantes llegaba con un balón suelto que le quedaba a Iago Díaz, cruzando en exceso su disparo.

Pero faltaría lo mejor, el arreón final. Casto volvería a sacar una mano increíble tras un centro de Jaime Romero mandando el balón a córner. Y en ese último saque, en el último suspiro, un impecable guardameta durante 92 minutos fallaría de manera increíble permitiendo a Cabrera hacer el justo y más que merecido 3-2. La locura se apoderaba de una Romareda que no tendría que sufrir ni un segundo. El pitido final daba el primer triunfo del año a los blanquillos, que se imponían a uno de los rivales más duros de la categoría de plata. Y con todas las de la ley.