Juzgados por falsificar un DNI para pedir dos préstamos por valor de 148.000 euros

Tres miembros de una familia de Alpartir, en la comarca de Valdejalón, y un vecino del municipio han sido juzgados este martes por, presuntamente, usurparle la identidad al marido de una de las acusadas y pedir dos préstamos por valor de 148.000 euros. Se enfrentan a penas de entre cuatro y ocho años de prisión.

Zaragoza.- Tres miembros de una familia de Alpartir y un vecino de este municipio zaragozano se han sentado este martes en el banquillo de acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza por, presuntamente, usurparle la identidad al marido de una de las acusadas y pedir dos préstamos por valor de 148.000 euros. Los hechos ocurrieron en marzo de 2005.

Uno de los acusados es José Antonio B., quien presuntamente se hizo pasar por Francisco G. para hacer un DNI a nombre de este último. Sin embargo, la idea no fue suya, sino de Clara M., la esposa de Francisco G. Así lo ha asegurado ella misma este martes durante el juicio. "Fue mi idea suplantar la identidad de mi marido", ha dicho.

Según el escrito de Fiscalía, con el DNI en su poder, José Antonio B. y Clara M. se hicieron pasar de nuevo por el marido de esta última y se presentaron en una notaria para obtener una escritura de apoderamiento. Así, el 26 de abril de 2005 se otorgó escritura de poder a favor de Clara M. Con dicha escritura, en septiembre de ese año la acusada, en su propio nombre y en el de su marido, otorgaron junto a la hija de ambos Virgina G. y el hermano de Clara M. una escritura de préstamo hipotecario por importe de 64.000 euros. En junio de 2006, madre e hija firmaron una nueva escritura de préstamo hipotecario con otra entidad por importe de 84.000 euros. 

Clara M. ha relatado que su hermano Francisco M., también acusado, la llevó a ella y a José Antonio B. hasta una comisaría de San José, en Zaragoza, donde hicieron el nuevo DNI. "Yo estaba temblando porque dije como se dé cuenta la Policía de aquí no salimos, nos llevan a la cárcel", ha señalado esta mujer, quien ha aseverado que todo surgió por una broma.

Clara M. ha explicado al magistrado que quería el dinero para "terminar la casa". "Mi marido en la cuestión de dinero ha sido siempre muy bruto, siempre se ha preocupado del campo y la casa la ha tenido muy abadonada", ha dicho. 

Esta mujer ha insistido en que es "cupable de todos los hechos" y ha asegurado que su hija Virgina G., también acusada, desconocía lo que habían hecho con la identidad de su padre. Virgina G. ha asegurado que firmó un documento de préstamo "pensando que iba de aval". "Me fui confiada en mi madre y me engañaron", ha dicho. 

El padre de esta mujer y marido de la acusada Clara M. ha aseverado que desconocía los hechos y que se enteró por su hija al mismo tiempo que una de las entidades bancarias con las que se firmó un préstamo procedió a la ejecución del inmueble hipotecado, ubicado en Alpartir, al no haberse pagado los correspondientes gravámenes. Entonces, interpuso una denuncia en La Almunia de Doña Godina.

El hermano de Clara M., Francisco M., ha explicado que le dijo a su hermana que "ni se le ocurriera" usurpar la identidad de su marido. Ha explicado que un prestamista se quedó alrededor de 20.000 euros del segundo préstamo en concepto de deuda por el primero que había pedido su hermana y que él le entregó 6.000 euros a José Antonio B. porque su hermana tenía deudas con él. 

La acusación particular, ejercida por la letrada María Reina en nombre de uno de los bancos con los que se firmó un préstamos, pide para los acusados ocho años de prisión por los delitos de usurpación de estado civil y estafa agravada en concurso medial con un delito de falsificación en documento público. 

Por los mismos delitos Fiscalía pide cuatro años y medio de cárcel para José Antonio B. Para los otros tres acusados solicita cuatro años de prisión por estafa agravada en concurso medial con un delito de falsificación en documento público. Asimismo, pide una multa de ocho euros diarios durante diez meses para todos los procesados.

El juicio ha quedado visto para sentencia.