Opinión

Emprender e innovar

Una expresión que me encanta es "i+d+i" (imaginación + dedicación + ilusión) como resultado de tres de las principales características comunes a emprendedores y empresarios pymes. Hoy me referiré a la oficial "I+D+i" (Investigación + Desarrollo + Innovación) y, más concretamente, a este último concepto, “innovación” y su relación con el emprendimiento.

Una expresión que me encanta es “i+d+i” (imaginación + dedicación + ilusión) como resultado de tres de las principales características comunes a emprendedores y empresarios pymes. Hoy me referiré a la oficial “I+D+i” (Investigación + Desarrollo + Innovación) y, más concretamente, a este último concepto, “innovación”  y  su relación con el emprendimiento.

I+D+i  es un concepto de reciente aparición, y en el contexto de los estudios de economía,  ciencia y tecnología. Mientras que “desarrollo” es un término proveniente del mundo de la economía, “investigación” e “innovación” provienen, respectivamente, del mundo de la ciencia y la tecnología, campos con muchos aspectos estrechamente relacionados, pudiendo definir al concepto investigación “como invertir dinero para obtener conocimiento”, mientras que innovación sería “invertir conocimiento para obtener dinero”.

Considero que los conceptos “emprender e innovar” tienen mucho que ver, pero son diferentes. Emprender es comenzar alguna acción que tiene riesgo. Si inventar es hallar o descubrir algo nuevo, innovar es encontrar algo nuevo a partir de lo existente. Se puede emprender a partir de  una innovación o no. Muchos emprendedores inician su negocio sobre actividades conocidas, pero principalmente su éxito lo encontrarán si aplican y aportan valor innovador.
También existe diferencia entre la I+D pública y la I+D privada. Muchos de los procesos financiados por el Estado no llevan riesgo implícito puesto que el organismo que investiga no depende del éxito de su trabajo, el riesgo es asumido por el Estado; es decir, todos los contribuyentes. En el caso de las empresas privadas sí lleva riesgo implícito, puesto que el  resultado  impacta en su cuenta de resultados, negativa o positivamente.

Si un emprendedor desarrolla una actividad o empresa nueva, asume el riesgo del éxito o del fracaso; es decir, lo encuadramos en la iniciativa privada. Sin embargo, la innovación puede estar asociada a la iniciativa privada o a la iniciativa pública. En consecuencia y según mi opinión, el dinero público destinado a innovación debería redistribuirse e incrementar con más fuerza las partidas destinadas a financiar el esfuerzo emprendedor.

Cuando se habla de emprender y de los entornos en los que se cultiva el gen creativo, inmediatamente se piensa en los que crean nuevas empresas. Sin embargo, es un concepto mucho más amplio, que abarca distintos ámbitos. Uno de ellos es fomentar la inquietud emprendedora desde la infancia. Recientes investigaciones señalan que una tercera parte de nuestra capacidad creativa es ADN. Las otras dos terceras partes provienen del entorno en el que crecemos y del trabajo que realizamos.

Otro concepto es favorecer la observación y la experimentación. Las compañías más innovadoras están dirigidas  por directivos que emplean su parte de su tiempo en plantear preguntas provocativas, observando el mundo y aprovechando la diversidad cultural para sembrar su inquietud en todos. Los  jefes que fomentan la innovación están entusiasmados  en pedir la participación, en favorecer la experimentación y en poner en práctica nuevas iniciativas.

La  sociedad debería ser más receptiva y valorar más la innovación, si no es así difícilmente surgirán  nuevas iniciativas. Cambiarlo es posible, pero es una tarea ardua que debe comenzar de forma individual y extenderse a todos los niveles, tanto institucionales como empresariales. Está demostrado que los inventos, la investigación y la innovación mueven al mundo.

Un consejero de una importante compañía manifestó: “Innovar a tiempo es necesario para crear empleo y mantenerse. La vida media de una compañía se ha reducido de 60 años a 10 durante el último medio siglo”.

Opinión de otro alto directivo fue: “El tejido empresarial está atomizado y poco inclinado a innovar y competir”. Los artífices de muchos de los cambios que reclama el mercado proceden de emprendedores a los que hay que dar voz y visibilidad.

En Aragón contamos con el ITA “Instituto Tecnológico de Argón”. En su página web puede leerse: “Somos un centro tecnológico de carácter público que dependemos del Departamento de Industria e Innovación del Gobierno de Aragón. Desde que fuimos creados en 1984 como agente dinamizador de la productividad y de la compe¬titividad tenemos como objetivo la promoción de la investigación, el de¬sarrollo y la innovación aplicada al tejido empresarial (I+D+i)”.
Aragón Investiga es un programa de divulgación de la investigación y de la innovación que se lleva a cabo en la Comunidad Autónoma, realizado por el Gobierno de Aragón.

Creo que todo emprendedor debe tener muy claro que los modelos nunca son estáticos. Son dinámicos y siempre necesitan ajustes. Conveniente e importante para empresarios, emprendedores, directivos… es estar informados de las novedades y tendencias en  innovación. Y a los emprendedores !ánimo y que no desesperen, que para tener una buena idea hay que tener muchas!

Otras informaciones en mi blog miguelangelotin.blogspot.com.es y en Twitter @miguelottin