El ahorro a largo plazo para la jubilación y otras contingencias mediante Planes de Pensiones y otras alternativas financieras es un complemento a la Seguridad Social
El tema de la planificación del ahorro (si se puede ahorrar, claro) y concretamente del ahorro a largo plazo para la jubilación es cada vez más y más importante. En este sentido, deberíamos conocer la estimación de nuestra pensión de jubilación para el futuro. El Gobierno debería enviar anualmente cartas a efecto de comunicar la estimación de la pensión pública, al menos a los mayores de 50 años, algo que ha estado previsto y comentado en medios, pero no se ha cumplido. Si el Gobierno no lo hace, que lo debería hacer, entonces debemos asesorarnos para estimar la pensión pública que podemos tener y en su caso ahorrar para complementar la futura jubilación.
Los Planes de Pensiones han tenido tradicionalmente su principal ventaja en sus aspectos fiscales ya que reducen la factura fiscal porque disminuyen la denominada base imponible. A mayor nivel de ingresos mayor efecto fiscal de reducción de impuestos, algo que no parece muy progresivo. Esto hace que este tipo de productos financieros sean en principio los de mayor rentabilidad financiero-fiscal, pero esto puede no verse refrendado en la práctica por tema comisiones y la propia gestión y asesoría en dichos productos financieros.
Los Planes de Pensiones tienen algunos inconvenientes y aspectos críticos
El inconveniente fundamental de los Planes de Pensiones es su falta de liquidez, de manera que no se puede disponer del capital invertido hasta que no se cumplen los requisitos de las contingencias que se contemplan al efecto, como es por ejemplo la jubilación. Esto se ha tratado de paliar con la última reforma fiscal, de manera que pueden rescatarse a los diez años. De cualquier manera siguen siendo activos muy poco líquidos y esto conlleva también un cierto riesgo regulatorio, lo que podría paliarse con un gran pacto de Estado y una fiscalidad y liquidez mucho mejor para fomentar el ahorro a largo plazo en este tipo de productos, muy lejos de medias de la Unión Europea o de la O.C.D.E.
Otro aspecto negativo de los planes de pensiones es el relativo a su, en general, escasa rentabilidad, lo que puede explicarse por unas comisiones excesivas, comparadas, por ejemplo, con las medias europeas, y quizás una gestión, en general, manifiestamente mejorable y más eficiente. Hay que analizar muy bien las comisiones de gestión y depósito, pero también objetivos del plan de pensiones y resultados en relación con objetivos, por supuesto. Debemos ser informados con cierta periodicidad y analizar convenientemente los resultados de nuestras inversiones en el plan de pensiones, comparativas con la media del sector, situación en rankings, etc. Para todo ello, lo mejor es una buena asesoría financiera a ser posible independiente.
Ahorrar para la jubilación puede conseguirse no solamente con planes de pensiones, existen otras alternativas normalmente con más liquidez, como Fondos de Inversión, Inversiones Inmobiliarias, Planes de Previsión Asegurados (PPA), Planes de Ahorro Individual Sistemático (PIAS). Con la última Reforma Fiscal ha visto la luz otro interesante producto financiero denominado Ahorro 5 para fomentar el ahorro a largo plazo, durante 5 años, con un máximo de 5.000 euros por año, con intereses exentos de tributación si se mantiene la inversión durante 5 años.
Por último, reseñar que hay que tener cuidado con el marketing financiero de los Planes de Pensiones, algo que se suele agudizar con mucha intensidad especialmente en las últimas semanas del año. En ocasiones se ofrecen regalos o compensaciones económicas que van unidas con una importante obligación de permanencia y que puede impedir liberarse del plan y cambiar a otro o a otra entidad si no nos parecen adecuados los resultados. De la misma manera, no es necesario vincular el plan de pensiones a la misma entidad financiera en la que está domiciliada la nómina, el préstamo hipotecario, etc.
