Aramón comienza a desmontar las cabinas de la Expo tras cuatro años en desuso

Las cabinas teleféricas de Aramón, que conectaban la Estación Delicias con la Torre del Agua, comenzaron ayer martes a ser desmontadas tras llevar cuatro años sin ser usadas. En total son 48 telecabinas que por el momento permanecerán almacenadas en ambas estaciones y cuyo destino se desconoce todavía.

Zaragoza.- En la Expo de 2008 de Zaragoza Aramón puso en marcha un servicio turístico que pretendía tener una vida de, al menos, 25 años. Las cabinas teleféricas que conectaban la Estación Delicias con el recinto ferial fueron todo un éxito durante la exposición, pero en febrero de 2011 dejaron de usarse al dejar de ser rentables. Esta semana Aramón ha tomado la decisión de desmontarlas definitivamente para intentar, después de comprobar su estado, buscarles un uso más productivo.

Desde que se dejaran de usar han pasado cuatro años en los que cada semana técnicos de la empresa aragonesa han ido revisando y haciendo circular los teleféricos para evitar su total deterioro. En esta "excepcional revisión", tal y como confirma uno de los técnicos encargados de la tarea, Enrique Martín, están desmontando las 48 cabinas manualmente para después, soltar los brazos que las sustentan y sus correspondientes pinzas y, por último, comprobar la cristalería y sistemas de seguridad.

Entre hoy y mañana jueves se terminará con estos trabajos. Una vez finalizados, las cabinas se repartirán entre la Estación motriz y la de reenvío, y las 14, que por espacio es imposible ubicarlas, se dejarán sobre el propio andén.

Desde Aramon confirman que el destino de los teleféricos es desconocido todavía y que toda las opciones están abiertas. "Lo primero es conocer su estado para luego saber si podemos enviarlas a Formigal, Valdelinares, instalarlas en algún pueblo, volver a ponerlas en Zaragoza o vendérselas a otra empresa", han confirmado desde la empresa.

En el año posterior a la Expo, 2008-2009, 36.000 personas usaron este servicio. Al año siguiente la cifra se redujo a 20.000 y desde 2011 se cerró un servicio que nació con vocación de ofrecer al turismo de la ciudad una visión distinta de la capital aragonesa.