Un paso más

La Justicia ha anulado las compraventas de los bienes de Sijena realizadas por la Generalitat de Cataluña y el Museo de Arte de Cataluña. Son más de un centenar de piezas vendidas en 1983, 1992 y 1994 y valoradas en casi 50 millones de pesetas (300.000 euros). Así, se ha acordado que los bienes sean trasladados al Monasterio de Sijena. Una sentencia que es un paso más para la recuperación del patrimonio aragonés.

La Justicia ha anulado las compraventas de los bienes de Sijena realizadas por la Generalitat de Cataluña y el Museo de Arte de Cataluña. Son más de un centenar de piezas vendidas en 1983, 1992 y 1994 y valoradas en casi 50 millones de pesetas (300.000 euros). Así, se ha acordado que los bienes sean trasladados al Monasterio de Sijena. Una sentencia que es un paso más para la recuperación del patrimonio aragonés.

Que un juzgado considere que un monumento nacional no pueda ser desmembrado ni desmantelado, como dice la ley, es una gran noticia para Aragón y para el patrimonio cultural de España. Al vender los bienes, el Monasterio sufrió ese desmantelamiento. Esta sentencia también demuestra que el Ejecutivo aragonés tenía la legitimidad para denunciar.

Todos estos bienes tienen un valor patrimonial incalculable. Algo que saben todas las partes implicadas en este proceso. Por esto, la Generalitat y el Museo catalán no quieren devolver las piezas, a pesar de lo que diga la Justicia. En Aragón se celebra la sentencia, pero hay que seguir luchando para su ansiado regreso.

Este paso ha dado la razón a Aragón, pero no se sabe si será efectivo. Los representantes de las instituciones catalanas ya descartaron devolver las piezas demandadas, a pesar de que la sentencia fuera contraria a sus intereses. Habrá que esperar la reacción de la comunidad vecina, que no tardará en llegar. La Generalitat aún puede recurrir y seguramente lo haga para alargar más el proceso.

La sentencia pone en evidencia que cuando se toman decisiones con pasos firmes y seguros se consiguen importantes avances. El Gobierno de Aragón ha demostrado, con pruebas claras, que la compraventa se llevó a cabo sin autorización de las administraciones competentes. Los bienes deben volver al lugar del que nunca debieron salir para que se muestren en todo su esplendor. Ahora hay que poner todos los medios disponibles para que el regreso sea efectivo cuanto antes.