PROYECTO "VACACIONES EN PAZ"

Comienza la campaña para animar a las familias aragonesas a que acojan niños saharauis durante el verano

Arapaz-MPDL, en colaboración con otras entidades, ha puesto en marcha ya la campaña informativa para animar a las familias aragonesas a que acojan menores saharauis durante los meses de verano. Las edades de los pequeños oscilan entre los 10 y los 12 años, y el tiempo de estancia se sitúa en los dos meses.

Zaragoza.- Arapaz-MPDL, en colaboración con otras entidades, ha puesto en marcha ya la campaña informativa para animar a las familias aragonesas a que acojan menores saharauis durante los meses de verano.

El proyecto “Vacaciones en Paz”, que se viene desarrollando desde los años noventa, pretende sacar a los menores de las duras condiciones del verano en los campamentos de refugiados de Tindouf, donde se superan los cincuenta grados.

Para postularse como familia de acogida, la asociación solicita a los interesados que contacten con ellos a través del teléfono 676584128 o que manden un correo a [email protected]

El programa “Vacaciones en Paz” consiste en acoger a un niño o niña saharaui cuya edad oscila entre los 10 y 12 años, durante los dos meses que van desde finales de junio a finales de agosto. Según explican desde la asociación, “se les trae en esas fechas porque el verano allí es muy caluroso y se superan fácilmente los 50 grados. De esta manera, además de estar en un clima más suave, tienen la oportunidad de mejorar la precaria alimentación que reciben en los campamentos y cargar las baterías para pasar el resto del año en el Sáhara”.

Desde la asociación advierten de que, en primer lugar, es importante recalcar, que las familias que acogen a los menores saharauis, ya sean parejas o personas solas, lo hacen en régimen de acogida y no pueden adoptarles. Se trata de niños/as que tienen a su familia en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia).

Es obligatorio, durante los dos meses que dura el programa, las revisiones médicas, odontológicas y oftalmológicas para tener controlado el estado de salud del menor y solucionar cualquier problema que pudiera tener. Es obvio que cosas que aquí son fáciles de tratar, allí, sin embargo, son muy complicadas principalmente por la falta de materiales y recursos.

Por otro lado, el trato de las familias de acogida respecto a los menores saharauis debe ser natural: el niño debe ser integrado como uno más de la familia; al igual que los niños saharauis deben asumir el respeto a las normas y costumbres que se tengan en casa, eso sí, teniendo en cuenta que hay que respetar y tolerar sus diferencias respecto a nosotros (sobre todo en cuestiones de religión, alimentación-rechazo a comer cerdo, etc.).

Desde la asociación indican que “es importante ser comprensivos con ellos, ya que cuando llegan (sobre todos los más pequeños) pasan un par de semanas de adaptación en la que se sentirán tristes y quizá algo desorientados. Lo bueno es que al ser niños, se aclimatan rápido al nuevo ambiente y una vez adaptados a la familia (y la familia a ellos) suelen repetir verano tras verano”.