EN EL SALUD

Aragón comienza el 1 de abril a tratar a los pacientes de hepatitis C con medicamentos de última generación

Aragón cuenta con 2.059 pacientes diagnosticados de hepatitis C con los mayores grados lesionales. A todos ellos están dirigidos los nuevos medicamentos de última generación que comenzarán a suministrarse desde el 1 de abril en el Salud. El tratamiento tiene una duración de tres a seis meses y un grado de eficacia de más del 95%.

Zaragoza.- El Salud comenzará a tratar desde el 1 de abril a los pacientes de hepatitis C con grados más altos con antivirales de última generación. En la actualidad, existen en la Comunidad 2.059 pacientes en estos niveles y se espera que unos 200 ya los reciban de manera inmediata, al estar ya evaluados y a la espera del tratamiento, y el resto lo vayan haciendo de manera paulatina en el próximo año y medio.

Este tratamiento tiene una duración de entre tres y seis meses con un grado de eficacia de más del 95%. Estará disponible para todos aquellos pacientes cuyo médico se lo prescriba.

El coste de cada tratamiento es de 30.000 euros, aunque por el volumen de compra el precio bajará para las administraciones hasta los 16.000-17.000 euros. Unos medicamentos que no estarán afectados por “las limitaciones presupuestarias”, tal y como ha asegurado la jefe de Sección de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Miguel Servet, Piedad Arazo.

Arazo ha recordado que cuando se ha establecido y evaluado a un paciente la necesidad de un tratamiento “no ha habido un bloqueo del presupuesto” ya que lo que se ha hecho es “priorizar la situación de paciente al presupuesto definido”, sin tener topes.

El jefe de Sección del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico, Miguel Ángel Simón, ha destacado que la enfermedad tiene “la ventaja que se cura”. Una vez aplicado el tratamiento, el usuario “puede llegar a curarse y no hacen falta más controles médicos si el daño es poco avanzado o los que se necesitan son menores si está más avanzado”.

Simón ha subrayado que al cabo de una década un paciente “vive igual que el vecino de al lado”, “una gran ventaja con respecto a otras enfermedades”. Por ello, considera que este tratamiento supone “invertir dinero en curar a pacientes”.

Los médicos esperan recibir un efecto llamada y que aumenten el número de consultas, aunque han asegurado que “si todo el mundo viniera supondría casi un 100% de incremento, algo que es inviable”. Ha abogado por “ordenar” las visitas médicas para que no se produzcan “saturaciones”.


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