CONCIERTO EN ZARAGOZA

Sabina levanta el Príncipe Felipe con sus "500 noches para una crisis"

Joaquín Sabina no decepcionó en su concierto de este sábado. Ante miles de personas en el Príncipe Felipe estuvo más de dos horas y media desgranando su trayectoria, canción a canción, y ofreciendo nueva prosa. Hizo muchos guiños a los maños, bromeó y levantó al público en numerosas ocasiones.

Zaragoza.- Los fans de Joaquín Sabina pudieron disfrutar este sábado de un concierto de más de dos horas y media con una veintena de canciones en su gira "500 noches para una crisis". A ellos, a sus seguidores, les agradeció que en estos tiempos complicados estuvieran allí, llenado el pabellón. "Muy conmovedor el que ustedes sigan estando ahí, porque siempre salimos al escenario pensando que no va a haber nadie. Es un milagro. Muchas gracias", dijo al público. Además explicó que esta nueva oportunidad de tenerlo en el escenario se dio por azar, en una noche en su casa tras varios whiskies.

Miles de personas abarrotaron el Príncipe Felipe de la capital aragonesa para ver salir al artista, que dio lo que todos esperaban: una buena prosa, historias canallas y mucha socarronería. Todo ello aderezado con dibujos que han salido de trazos del propio Sabina y que mostraban cuerpos de mujer. 

Comenzó con "Ahora que" y levantó al público de sus asientos. Corear su nombre y proferirle multitud de halagos fue la tónica del concierto entre sus numerosos admiradores.

La pista del Príncipe Felipe estaba llena de sillas pero los fans se levantaban para bailar y mostrar su pasión por las canciones del compositor. También las gradas, todas ocupadas. Incluso el consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, Javier Campoy, estaba en el palco. No fue el único miembro del Partido Popular en el concierto, también estaban los diputados José Manuel Cruz, Marián Orós (pero ésta en un asiento en la pista) o el concejal Sebastián Contín. El concejal socialista Laureano Garín disfrutó también del andaluz.

Sabina se dirigió al público en numerosas ocasiones para bromear con sus historias, sus vicios, su ictus y hasta con su "Pastora Soler", cuando tuvo que abandonar un concierto. Hizo numerosos guiños al público aragonés, "a mis mañicos", que no pararon de aplaudirle.

"19 y 500 noches", "Una canción para la Magdalena", "Barbi Superestar", "Ese no soy yo", "Donde habita el olvido..." y hasta una copla con su acompañante, la andaluza Mara Barros, que hizo una interpretación impresionante de "Y sin embargo te quiero".

Dos veces tuvo que volver al escenario el cantante, intercalados con actuaciones de los artistas que le acompañan, para que el público zaragozano le dejara marcharse del Príncipe Felipe.