Lanzarse hacia el trabajo

Los jóvenes tienen muchas dificultades para encontrar un trabajo. Una generación que está bien formada y que no consigue lo que han soñado. La Fundación Telefónica se dio cuenta de esto y así nacieron las lanzaderas. En Aragón hay tres: en Zaragoza, Huesca y Calatayud. El objetivo es que estos jóvenes sepan que pueden cambiar el futuro.

Zaragoza.- La delicada situación económica que está atravesando el país y la Comunidad aragonesa ha hecho que los jóvenes no encuentren un trabajo. Un colectivo, entre 18 y 35 años, muy bien formado con estudios universitarios o superiores, con idiomas y especializados en una materia. Por esto, con esta formación la sensación, en general, entre los jóvenes es de frustración y desesperación. 

La Fundación Telefónica, la Fundación Santa María La Real y el Inaem son conscientes de todo esto. Así, se han puesto manos a la obra y han creado las “Lanzaderas de Empleo”. Concretamente en Aragón hay tres: Zaragoza, Calatayud y Huesca. Un total de 120 jóvenes aragoneses se están beneficiando de este servicio que pretende formar y ayudar a buscar trabajo de calidad.

La presentación en sociedad de estas lanzaderas se hizo de la mano de la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi; el presidente de Telefónica y de su Fundación, César Alierta; y del presidente de la Fundación Santa María la Real y promotor del programa LEES, José María Pérez “Peridis”. La idea fue de éste último, ya que como contó, la situación económica había que hecho que muchos jóvenes no tuvieran esperanza en el futuro.

“El futuro debe incluirnos a todos”, reza la promoción del programa en el vídeo que presenta Peridis y continúa afirmando que “en esta sociedad no hay futuro sin los jóvenes”. Por esto, pide la colaboración de todos los agentes implicados: sociedad, empresa y administraciones. Así, explicó que fue a hablar con César Alierta para ponerlas en marcha y ambos fueron a hablar con la presidenta de Aragón. 

Ahora todos los jóvenes incluidos en el proyecto llevan más de un mes participando. Todos coinciden en la experiencia positiva que es esta lanzadera. Los equipos mantienen varias reuniones semanales. En el caso de Zaragoza, lo hacen en las dependencias de la Oficina de Empleo de Compromiso de Caspe; mientras que sus compañeros oscenses se reunirán en el Centro de Formación de Inaem en Huesca. En el caso de Calatayud, la lanzadera está gestionada por el Ayuntamiento bilbilitano.

El funcionamiento es idéntico: siguen un calendario de trabajo que se prolongará durante cinco meses, con el objetivo de que sus integrantes se vayan insertando de forma progresiva al mercado laboral, ya sea con contratos por cuenta ajena o poniendo en marcha su propio negocio. 

Cabe recordar que a su finalización, comenzará una segunda edición del programa en cada ciudad. Es decir, en verano, comenzarán a funcionar las segundas lanzaderas de Zaragoza y Huesca, que contarán con nuevos equipos de jóvenes en situación de desempleo.

Zaragoza

Pilar Ripollés es la coordinadora de la I Lanzadera de Empleo de Zaragoza y explica que su equipo está constituido por once mujeres y nueve hombres, con edades comprendidas entre los 20 y 35 años; con perfiles de formación diversos (titulaciones universitarias, formación profesional y estudios básicos), y con trayectorias laborales en diferentes sectores. 

Los participantes de la I Lanzadera de Empleo de Zaragoza realizan una actividad
Los participantes de la I Lanzadera de Empleo de Zaragoza realizan una actividad

Pablo Pevidal es uno de los jóvenes de la lanzadera de Zaragoza. Tiene 34 años y es ingeniero técnico industrial. Explica que eligieron el lema “Juntos llegamos más lejos” porque querían comunicar de manera directa el objetivo al que quieren llegar. Destaca que a pesar de llevar poco tiempo “hemos conseguido hacer un gran equipo, que haya muy buen ambiente”. Y es que asegura que la gran mayoría estaban viviendo una mala situación personal por no encontrar trabajo, pero “a partir de la lanzadera la gente va con un actitud más optimista y eso contagia al resto”.

El participante añade que quieren resaltar que trabajando en equipo van a ser capaces de llegar más lejos que solos porque “es una lucha diaria y es un poco difícil”. Además del lema también tienen una imagen: un pequeño puzzle con cuatro piezas, una de ellas son las instituciones, la segunda son las empresas, la otra se refiere a las oportunidades que hay en el mercado y la cuarta pieza “somos nosotros que queremos encajar”.

Apunta que la primera expectativa grupal es que todo el mundo encuentre un trabajo, una oportunidad laboral o que a raíz de la lanzadera se puedan hacer proyectos comunes de las personas que están en la lanzadera. “Hay diferentes perfiles en cuanto a formación y en cuanto a experiencia por lo que se pueden hacer proyectos”, comenta. Por esto, añade Pablo, que la principal expectativa es llegar a las empresas y a las instituciones.

“Al final una empresa o una institución puede tener una marca comercial y unos productos muy buenos, pero las forman las personas”, asegura. Con la lanzadera tienen la oportunidad de que se hagan visibles las capacidades, competencias y habilidades de los participantes.

El valor elegido en esta lanzadera ha sido la perseverancia. “Creemos que es un valor necesario como valor grupal de nuestra lanzadera que es muy propio de nuestra tierra, somos muy tenaces o muy cabezotas”, explica. Añade que en la situación actual es “muy difícil dar lo mejor de nosotros mismos actualmente lo que hay que hacer es trabajar duro todos los días y no rendirnos”

Huesca

Por su parte, el equipo de la I Lanzadera de Empleo y Emprendimiento Solidario de Huesca está conformado por doce hombres y ocho mujeres; con edades comprendidas entre los 21 y 35 años, procedentes en su mayoría de Huesca, aunque también hay dos personas que proceden de Jaca y Montesusín.

El director gerente del Inaem, Jorge Escario, visita a los participantes de la Lanzadera de Huesca
El director gerente del Inaem, Jorge Escario, visita a los participantes de la Lanzadera de Huesca

Isabel Campo es una de las participantes, de Jaca. Considera que la lanzadera es una oportunidad. Destaca que el grupo se caracteriza por la heterogeneidad, tanto a nivel formativo como a nivel de orígenes personales, “la diversidad siempre es positiva”. Asegura que todos los participantes tienen ilusión y ganas.

“El esfuerzo que tienes que hacer no se ve como un trabajo sino como un esfuerzo que vas haciendo y que te va a reportar algo”, apunta. Añade que como punto fuerte han descubierto que tienen la capacidad de reacción, “se nos presentó una oportunidad de acudir a una feria y supimos reaccionar”. 

Calatayud

La I Lanzadera de Empleo de Calatayud comenzó a funcionar el 26 de enero con un equipo de 20 jóvenes desempleados. Mantienen reuniones semanales en el Vivero de Empresas del Ayuntamiento, en el polígono “La Charluca”, durante un período de cinco meses. A su finalización, en verano de 2015, comenzará a funcionar la II Lanzadera de Empleo de Calatayud, con un nuevo equipo de 20 jóvenes desempleados, pero con el mismo planteamiento y funcionamiento. 

"El Ayuntamiento facilitará instalaciones para albergar este programa y pondremos a disposición de la Fundación Santa María la Real y Fundación Telefónica todos nuestros recursos. Es un programa que facilitará la inserción laboral de jóvenes desempleados y por este motivo merece todo nuestro apoyo", ha señalado el Alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda.

Los participantes de la lanzadera Calatayud realizan una actividad
Los participantes de la lanzadera Calatayud realizan una actividad

Uno de los participantes es Óscar Anquela. Tiene 32 años y tiene una Formación Profesional. Explica que las sesiones en la lanzadera están siendo gratificantes. Comenta que en una de las reuniones la coordinadora les invitó a expresar las inquietudes que tenían cada uno. “Nos dimos cuenta que eran inquietudes colectivas y hemos decido afrontarlas”, apunta.

Cuenta el ejemplo que uno de los participantes tenía miedo de hablar en grupo y “entre todo el equipo le ayudamos a expresarse, ahora se ofrece voluntario, ya no hace falta decirle nada”. Asegura que es una experiencia “muy productiva, pero sobre todo formativa”. Explica que les han inculcado valores de cooperación, de solidaridad, de respeto y sobre todo “nos vemos ya reincorporados la vida laboral”.

Óscar afirma que esta lanzadera es un ejemplo de búsqueda de trabajo, “sobre todo el demostrar que si se quiere, y entre todos, se puede. Hay futuro”.

Coordinadores

Estas lanzaderas están coordinadas por profesionales que emplean técnicas de coaching. De hecho, los coordinadores, en el caso de las tres lanzaderas de Aragón son todas mujeres, desarrolla la labor de dinamizador del equipo, pero nunca olvidan que los protagonistas son los jóvenes desempleados. 

Asimismo, trabajan para construir un equipo en el que la confianza y la ayuda mutua sean la base de la lanzadera. Así, hacen acciones para trabajar la inteligencia emocional, la comunicación y la creatividad. Por esto, conocen nuevas técnicas de elaboración y presentación de currículos, analizan cómo afrontar las entrevistas de trabajo a través de diversas dinámicas, desarrollan mapas de empleabilidad y aprenden a trabajar la marca personal, a diferenciarse y posicionarse mejor en el mercado laboral.

La coordinadora de la lanzadera de Zaragoza, Pilar Ripollés, define la lanzadera como un equipo de jóvenes que se reúne para trabajar todos para todos. “Todos trabajan en ese proceso de la mejora de la empleabilidad para buscar o encontrar un trabajo para todos”, explica Ripollés. También apunta que se fomenta la creación de una iniciativa de empleo propia. Así resume que “es compartir y todos juntos trabajar para encontrar esas oportunidades”.

Por su parte, la coordinadora de la lanzadera de Calatayud, Ana Rubio, asegura que es “una oportunidad única”. Añade que es un proyecto colectivo e ilusionante “que nos permite pensar y hacer cosas de manera diferente y enfocar una búsqueda de empleo distinta”. Rubio coincide con su homologa en la lanzadera de Zaragoza y asegura que el objetivo es “conseguir empleo para todos”. 

Ella va más allá y apunta que hay más objetivos como mejorar sus competencias personales y profesionales, “despertar sus talentos y practicar y poner en marcha los valores esenciales de cada lanzadera: que son éticos, sociales, de respeto, de colaboración de solidaridad”. También añade que hay otros valores como los que nacen de optimismo “son esas cosas que aunque la realidad actual demuestre que no es fácil, hay que afrontar el futuro con ilusión”.

Presentación de las lanzaderas en el Gobierno de Aragón
Presentación de las lanzaderas en el Gobierno de Aragón

“La lanzadera es una plataforma desde la que tomar impulso y creer que las cosas se pueden hacer”, explica la coordinadora de la lanzadera de Huesca, María de la Cal. De hecho, añade que la lanzadera sirve para hacer las cosas de otra manera y llegar al sitio que se quiere llegar. Lamenta la situación laboral de los jóvenes en España y asegura que es algo que ha generado frustración a este colectivo, “les ha bajado la autoestima, muchos se creen que es culpa suya”. 

Por esto, considera que este proyecto es esa plataforma en la que unirse todos y desde la que coger impulso para lanzarse a la consecución del objetivo común que es encontrar el empleo que les permita desarrollarse personal y profesionalmente.