Conmoción en la Comunidad por la deriva de la investigación sobre las causas del accidente aéreo en los Alpes

El copiloto Andreas Lubitz "tenía la intención de destruir el avión" que este martes se estrelló en los Alpes franceses con 150 personas a bordo. Es la principal conclusión de la Fiscalía de Marsella sobre las causas del siniestro. Esta explicación ha conmovido sobremanera a los municipios de los cinco aragoneses que viajaban a bordo.

Zaragoza.- La Fiscalía de Marsella ha concluido este jueves que el copiloto alemán Andreas Lubitz, de 27 años, "tenía la intención de destruir el avión" que se estrelló este martes en los Alpes franceses con 150 personas a bordo. Entre ellas, cinco aragoneses: dos empresarios naturales de Urrea de Gaén, un alto directivo de una empresa de Épila, una jacetana y su bebé. La noticia ha sobrecogido, de forma especial, a los vecinos de estos municipios.

El avión, de la compañía Germanwings, cubría la ruta Barcelona-Dusseldorf y se estrelló sobre las 11.00 horas. La Fiscalía gala, tras analizar una de las cajas negras de la aeronave, ha especificado que el copiloto estaba solo en la cabina, que no abrió la puerta al piloto -que había salido al baño- y que no contestó a los controladores.

Conmocionados han escuchado en Urrea de Gaén esta explicación de la Fiscalía francesa. De este municipio turolense eran los hermanos Vicente S. M., de 48 años, y Eduardo S. M., de más de 30. Vivían en Zaragoza pero tenían una estrecha relación con esta localidad, "estaban totalmente integrados", recordaba el alcalde, Ángel Daniel Tomás.

Estos dos hermanos eran propietarios de la empresa Aucima, dedicada a la maquinaria para la madera, ubicada en María de Huerva (Zaragoza). Ambos viajaban a Dusseldorf para visitar una feria comercial. En Urrea de Gaén -localidad natal de su madre- han decretado cinco días de luto oficial. Familiares de Vicente S. M. y Eusebio S. M. ya han viajado hasta Barcelona.

La desolación también se apodera estos días de Jaca (Huesca), localidad de procedencia de Marina B. L., de 37 años. Viajaba en el avión siniestrado junto a su bebé de siete meses y pertenecía a una conocida familia jacetana. Esta mujer era editora y colorista en el cine y estaba casada con Pawel Pracz, un ciudadano polaco con el que contrajo matrimonio hace dos años en la catedral de Jaca, según publica La Voz de Galicia.

Los vecinos de Jaca están muy afectados por el rumbo que ha tomado la investigación tras las últimas declaraciones de la Fiscalía de Marsella. El Consistorio de la localidad ha decretado tres días de luto oficial, siguiendo el ejemplo del Gobierno central y autonómico. El padre de esta jacetana continuaba en el municipio este jueves, según ha podido saber ARAGÓN PRESS. Sin embargo, este medio no ha podido confirmar si otros familiares se han desplazado a Barcelona o a las inmediaciones del lugar del suceso.

Un alto directivo alemán visita Épila

Hasta Épila (Zaragoza) se ha trasladado este jueves desde Alemania un alto directivo de Gerresheimer, multinacional en la que trabajaba, desde hace 14 años, Eduardo R. C.. Una de las 150 personas que viajaban a bordo del avión.

Los trabajadores de la planta aragonesa y miembros de la corporación municipal han guardado un minuto de silencio frente a esta compañía en recuerdo de este ejecutivo de 41 años. La empresa fabrica envases para la industria farmacéutica y cosmética.

"Hoy es un día triste para Gerresheimer Zaragoza. Hace dos días perdimos a un hombre increíble a una persona maravillosa, a la que admirabamos mucho", ha explicado Niels During, Global Senior Vice President Plastic Packaging at Gerresheimer. "Para mí, personalmente, es una gran pérdida. Me faltan las palabras para expresar cómo me siento. Tristeza, dolor... Siempre intentaré mantener la buena memoria de esta persona enérgica y positva", ha comentado During.

"Personalmente he apreciado mucho trabajar con él. Hemos estado juntos durante siete años", ha explicado During, quien ha añadido que durante unos dos años, Eduardo R. C. fue "el responsable de nuestras compras globales, rigiendo el trabajo con mucha energía y compromiso, concentración y esto ha asegurado el éxito de la compañía durante este periodo de crisis. Por eso tenemos que honrarle mucho".

Este alto directivo ha explicado al alcalde de Épila, Martín Llanas, que Eduardo R. C. era un empleado "muy bien considerado" en la empresa y que su sustitución "será muy difícil". El primer edil ha aprovechado para trasladarle el pésame en nombre de la localidad y ha coincidido en que, en el mundo empresarial de Épila, era "una persona muy querida" y el municipio "está muy dolido". La multinacional ha guardado un minuto de silencio en todas sus sedes repartidas por todo el planeta.

Además de estos cinco aragoneses, a bordo del avión siniestrado viajaba José Enrique G., nacido en Reus (Tarragona) hace 60 años. Era el director comercial de la empresa GC&WEPA, con sede en Ejea de los Caballeros (Zaragoza), y viajaba por motivos profesionales a la sede de WEPA, a unos 120 kilómetros al noreste de Dusseldorf. Estaba casado y tenía dos hijos.

También volaba a Dusseldorf la maestra valenciana Pilar V., hija de un matrimonio de Valbona (Teruel). Desde Dusseldorf se dirigía a Mannheim, donde viven sus dos hijos de 20 y 21 años, uno estudiante de Arquitectura y otro de Ingeniería, según informa el periódico Levante.

Los últimos datos del Gobierno central cifran en 51 el número de españoles que viajaban a bordo del avión. Sus familiares han recordado este jueves a sus fallecidos en una ceremonia en la localidad de Le Vernet, el punto más próximo al lugar de la tragedia al que pueden acceder.

Ocho autobuses han partido desde Marsella, hasta donde habían llegado procedentes de Barcelona y de Dusseldorf en aviones fletados por Lufthansa, propietaria de Germanwings.