Zaragoza.- Ecodes apuesta por recuperar llanuras de inundación para amortiguar las futuras crecidas del río Ebro, indemnizando así a los agricultores que verían anegados sus campos. Es una de las propuestas de esta organización que, este jueves, ha presentado una declaración de medidas tras la última avenida del Ebro que inundó en Aragón casi 30.000 hectáreas.
La organización toma como ejemplo los modelos europeos y estadounidense de gestión de avenidas y propone recuperar estas llanuras de inundación. El biólogo Tony Herrera explica que se trata de establecer un "mecanismo de compensación a los agricultores". "¿Por qué se hace esto? Porque la inundación en ciudades genera daños que tiene unos costes económicos mucho mayores. Interesa y es rentable pagar a los agricultores para que se les inunden sus tierras, pero que no se produzcan daños en infraestructuras, vivienda o riesgos para las personas. Esto es posible, es factible y se está haciendo", ha señalado.
A este respecto, el profesor titular de Derecho Administrativo José Luis Bermejo ha explicado que bien sea porque se les expropien esas tierras o porque se sometan a la condición de que cada vez que venga una riada, tengan lo que tengan, "se les indemnizará en función de unas tablas". "Vamos a prometer pagar seguros o complementos a los seguros por los cultivos que sean razonables en esas zonas", ha añadido Bermejo.
Este profesor también ha manifestado que el deslinde del Dominio Público Hidráulico "es ya una obligación inaplazable", tanto para el interés público como para las propiedades privadas ribereñas, que "debe ir acompañada de otras medidas" como la recuperación de meandros y bosques de ribera, el retranqueo de motas, la instalación de compuertas en las mismas y la adaptación de usos a la inundabilidad, "y no al revés como se ha venido haciendo".
Desde Ecodes consideran además que el río debe ser un elemento "principal" a la hora de plantear el crecimiento de las ciudades y determinar "qué usos han de tener los espacios por donde el río debe crecer", ha explicado el arquitecto urbanista Teófilo Martín.
También defienden que debe ser la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) quien lidere una "solución única" para lograr un pacto de cuenca. "No tiene sentido buscar soluciones particulares para mi pueblo, mi Comunidad Autónoma, afectando y dañando a otras Comunidades. Tiene que haber un pacto de cuenca y, lógicamente, tiene que ser satisfactorio para el conjunto de comunidades que lo conforman", ha explicado el director ejecutivo de Ecodes, Víctor Viñuales. En este sentido, el Plan Ambiental del Ebro es un posible punto de partida, siempre que "se actualice" y se "eleve a los altares de la planificación estatal", ha añadido.
Por su parte, la directora de conservaciones de Ecodes, Cristina Monge, ha recordado que la UE ha puesto a disposición de los Estados financiación para este tipo de proyectos: a nivel piloto, el programa LIFE ya incluye estas iniciativas entre sus prioridades 2014-2020.
Además, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha creado el Mecanismo de Financiación de Capital Natural (NCFF). Para ello, cuenta con un presupuesto total de 100-125 millones de euros para 2014-2017. En el caso que nos ocupa, el capital natural incluye la adecuada planificación y gestión de las riberas para que ejerzan una protección natural contra las inundaciones.
El presidente de Ecodes, José Ángel Rupérez, ha instado a las autoridades a "no esperar al próximo periodo de sequía grave o al próximo régimen de lluvias catastrófico para poner en marcha medidas coyunturales, sino que se debe actuar con prevención".
