Zaragoza.- Hay empates que saben a derrota y el cosechado por el Real Zaragoza en La Romareda ante el Llagostera lo corroboran. Pobrísimo 2-2 del conjunto aragonés ante un rival que, con muy pocos argumentos, fue capaz de arrancar un punto del feudo municipal. Los de Popovic lo intentaron con más corazón que fútbol, desaprovechando una oportunidad de oro de volver a acercarse a los puestos más altos.
Popovic apostaba en el once por trivote, con Lolo y Dorca en el doble pivote e Insa por delante. Desde los primeros compases ya se pudo comprobar lo que iba a ser el encuentro, con un Llagostera completamente replegado en su área y el Real Zaragoza tratando de abrir la lata. Lo cierto es que los maños llegaban y llegaban pero no encontraban la manera de generar una ocasión clara, aunque siempre merodeando eso sí el área de René.
Hasta que después de unos minutos bastante previsibles, Pedro enviaba un balón dentro del área y Eldin era trabajado por un zaguero visitante, señalando el colegiado el punto fatídico. Borja se dirigía al balón y engañaba a René, haciendo el 1-0 en el 27. Su gol número 16 esta campaña. Lo más difícil ya estaba hecho, que era derribar el muro del Llagostera. Pero los blanquillos tratarían de ir a por más.
Eso sí, perdiendo mucha frescura y acusando una notable falta de velocidad. Incluso los de Lluis Carrillo se atrevieron a acercarse a la meta de Alcolea, sin asustar en exceso. Y ahí, el desastre total. A balón parado llegaría el empate. Corría el minuto 41 cuando Pitu servía un córner despejado por la zaga con tan mala fortuna que pegaba en la nuca de Juanjo y colándose en la meta zaragocista.
Y tres después Gorka Sagués ejercería la conocida como ley de la compensación: pitaría un más que dudosos penalti de Cabrera a instancias de su asistente. Era Perea el encargado de lanzarlo, pero se toparía con un fenomenal Alcolea que se lo adivinaba y tapaba bien el posterior rechace. Con el 1-1 se llegaría al descanso…casi sabiendo a gloria.
SEGUNDA PARTE
No pudo empezar de mejor manera la segunda parte. En una jugada que nacía con Fernández en el suelo, el Llagostera se dormía y Pedro aprovechaba para dar una gran asistencia a Borja, que controlaba y picaba por encima de un René que se quedaba a media salida. Era un tanto que daba tranquilidad y que los visitantes no aceptaron, considerándolo antideportivo. Gol es gol.
Pero no duraría nada ni la alegría ni el disgusto. En esta ocasión era Alcolea el que no acertaba en la salida y Pitu elevaba una vaselina ante la que Cabrera no acertaba a despejar. 2-2 en el minuto 51 y de nuevo a remar. De hecho, aparecían paulatinamente los primeros síntomas de desesperación. Incluso parecía más cerca el 2-3 que la victoria zaragocista mientras corría el tiempo de manera inexorable.
Aunque la mejor la tendría Borja Bastón tras volver a plantarse mano a mano y solventar con una soberbia vaselina, rozada lo justo por René para mandarla al palo. Para meter más madera, Popovic apostaba por Willian José en lugar de Lolo en el 68. Poco a poco iría creciendo en el partido un Real Zaragoza que buscaba con todo el tercero. Borja la tendría de nuevo tras una gran jugada personal de Willian José, pero René volvía a ganarle la partida.
El choque por entonces se había convertido en un correcalles y Alcalá perdonaba el tercero en un remate de cabeza completamente solo. Incluso a Arturo le anulaban un gol por fuera de juego del futbolista que recibía en banda. Al Real Zaragoza le faltaba una chispa, algo que volviera a hacer creer en los tres puntos. Y para ello salía Jaime Romero con dos más el descuento por jugar.
Pero para entonces ya no había nada que hacer. El conjunto dirigido por Popovic había sido incapaz de superar a un muy pobre Llagostera que, sin embargo, había generado muchísimos problemas a la zaga blanquilla. Dos puntos que vuelan con el 2-2 de La Romareda y tremenda decepción, conscientes todos de que con resultados así será imposible ascender a la Liga BBVA.
