Freno a las multas de tráfico impunes

El Ayuntamiento de Zaragoza tiene pendiente de cobro nada menos que 16 millones de euros por multas de tráfico. Son cifras récord, según ha explicado el vicealcalde, Fernando Gimeno, en la Comisión de Economía. Los impagos alcanzan el 19% del total y algunas de estas sanciones se remontan a 2010, es decir, están a punto de prescribir. Esta morosidad creciente es muy negativa para la calidad de los servicios públicos porque es un ingreso que el Consistorio no recibe, pese a tenerlo consignado.

El Ayuntamiento de Zaragoza tiene pendiente de cobro nada menos que 16 millones de euros por multas de tráfico. Son cifras récord, según ha explicado el vicealcalde, Fernando Gimeno, en la Comisión de Economía. Los impagos alcanzan el 19% del total y algunas de estas sanciones se remontan a 2010, es decir, están a punto de prescribir. Esta morosidad creciente es muy negativa para la calidad de los servicios públicos porque es un ingreso que el Consistorio no recibe, pese a tenerlo consignado.

Este tipo de infractores ha crecido espectacularmente en los últimos cuatro años. La crisis y el mal momento económico han sido la principal razón. Sin embargo, otros conductores aprovechan la relajación de los procedimientos recaudatorios del Ayuntamiento para no pagar sus imprudencias, una situación que afecta al resto de zaragozanos que sí cumplen sus deberes con la ley.

Gimeno asegura que el Consistorio hace todo lo que puede para intentar cobrar. Para ello realizan compensación de deudas por embargo de cuentas corrientes, de vehículos, de salarios y de pensiones. Pero no es suficiente, y el aumento constante de personas que no pagan sus multas así lo atestigua.

La Casa Consistorial no se puede relajar y dar sensación de debilidad. La acumulación de impagos refleja que los malos conductores pueden burlarse impunemente de la Administración local y de los que pagan sus impuestos. No hay que olvidar que estos morosos son conductores que han infringido normas de circulación y de alguna manera han puesto en peligro a los ciudadanos o han perjudicado a terceras personas con sus vehículos.

Habrá que ponérselo más difícil a los conductores que pretendan aprovecharse de la lentitud administrativa para evitar pagar una multa. Esto no quiere decir que los agentes tengan que ponerse a multar a diestro y siniestro, sino que el Ayuntamiento cumpla los procedimientos de embargo de cuentas con todo el rigor y que ponga más fácil y más barato a los que asuman su culpa y paguen con celeridad. También es efectiva la inscripción de los infractores en algún registro de morosos.