Kumiko Fujimura: "En Aragón tenemos fama de tener buen nivel en el estudio de la cultura japonesa"

Kumiko Fujimura es una de las fundadoras de la Asociación Cultural Aragón Japón. Desde sus inicios, en 2004, es su presidenta y no ha cesado en expandir por la Comunidad las disciplinas artísticas y costumbres de este país a través de diferentes actividades. El programa de 2015 continúa recogiendo la esencia de sus inicios.

Zaragoza.- Vino a España desde Japón en el año 1997 y, por casualidad, terminó viviendo en Zaragoza por motivos laborales. Kumiko Fujimura, que es profesora de pintura Sumi-e, fundó en el año 2004 la Asociación Cultural Aragón Japón junto con otros ocho compatriotas. Desde entonces, ocupa el cargo de presidenta en dicha organización, que se encarga de promocionar, difundir y enseñar la cultura japonesa a través de diferentes actividades artísticas como talleres de pintura Sumi-e, caligrafía japonesa y arte floral.

A estos talleres se suman los que preparan desde otras asociaciones que colaboran con la Asociación Cultural Aragón Japón, como el de Kiudo (tiro con arco tradicional). Además, durante siete años han organizado viajes al país asiático, pero habrá que esperar a 2016 para que los interesados puedan descubrir, con sus propios ojos, la cultura japonesa de manos de esta asociación.

También participan en algunos actos y eventos aragoneses, como en la Ofrenda de Flores de la Virgen del Pilar, donde, según Fujimura, “disfrutan mucho”. Para la ocasión, se visten con kimono y muestran sus respetos ante la patrona de la capital aragonesa cada 12 de octubre, costumbre que mantienen desde hace muchos años.

Han preparado al detalle el programa de 2015, que recoge la esencia que presentaban en sus inicios. Este mes de febrero, los días 25, 26 y 27, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza se llevará a cabo un congreso sobre Ley japonesa. En abril, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UZ, se desarrollará un congreso de arte japonés. Y en marzo se organizará una jornada de Kiudo dentro de la Facultad de Ciencias de la Salud y el Deporte de la UZ, en Zaragoza.

Asimismo, el programa acogerá, del 29 de mayo al 7 de junio, una exposición-jornada sobre jardín japonés, que se desarrollará en el Aula de la Naturaleza (en el parque José Antonio Labordeta). Es el cuarto año que se organiza, y en él se preparará un “mini-jardín” al que los asistentes le pondrán arte floral, que es “muy delicado porque hay que controlarle la temperatura, y muy bonito porque tiene concepto de hacer centro de flores, completamente diferente a lo que hay aquí”, explica Fujimura.

En la actualidad, viven en Aragón aproximadamente 40 japoneses (sin contar a los estudiantes), que residen en las tres provincias. La Asociación Cultural Aragón Japón está compuesta por 320 socios de varias nacionalidades, entre ellos diez que proceden de Japón, y, juntos, llevan a la práctica las disciplinas culturales del País del Sol Naciente.

Pregunta.- ¿Qué ventajas tiene hacerse socio de esta asociación?
Respuesta.- Una vez al mes hacemos un día de socio, un punto de encuentro, donde damos un pequeño taller de Sumi-e, caligrafía… Cada mes vamos cambiando. No es un curso continuo, es para adquirir práctica y experiencia, y no solo escuchar una conferencia y ver alguna cosa sino tener un poco de tacto directo con esto.

Kumiko Fujimura (centro) y varias compañeras asisten a la Ofrenda de Flores a la Virgen
Kumiko Fujimura (centro) y varias compañeras asisten a la Ofrenda de Flores a la Virgen

En noviembre organizamos nuestra jornada de la asociación, que este año sería la decimosegunda edición. Solemos hacer conferencias y un concierto de tambor japonés, aunque cada año cambiamos un poco.

P.- ¿Cómo surgió la idea de fundar la asociación?
R.- La fundamos en 2004. Antes ya había gente, varios grupos, que se dedicaban a la cultura japonesa, al idioma japonés. Otros estudiaban en la Universidad arte japonés, y otros simplemente aficionados a la cultura japonesa o también al deporte como las artes marciales. Entonces, pensamos en unirnos. Cada uno empezó a trabajar por separado y pensamos en unirnos para hacer algo un poquito mejor, algo grande. Esa fue la idea.

P.- ¿Ha cambiado en algo la asociación desde sus inicios hasta el día de hoy?
R.- No hemos cambiado mucho. Tenemos, al menos yo tengo, un concepto de no expandirnos muy de repente, sino que somos una entidad pequeña y hacemos lo que podemos hacer. Con este concepto hemos trabajado desde cosas muy pequeñas hasta hoy día, que hacemos proyectos más grandes pero desde nuestra capacidad, no vamos a ir más allá de ella.

P.- ¿Cuál es el nexo de unión entre aragoneses y japoneses?
R.- Japón y Aragón estamos muy lejos en la distancia. Hace 20 o 30 años había menos información, pero, por ejemplo, dentro de la Universidad, había buena base de gente que estudiaba cultura japonesa. Buena base e influencia muy buena del profesor Federico Torralba. Esto ha creado buen ambiente y han ido incorporando lengua y otras cosas. Como hay buena base es más fácil difundir. Yo veo, por ejemplo, que en Madrid y Barcelona hay más japoneses, y la gente de aquí busca más información, porque le gusta la cultura y porque no hay muchos japoneses. Por esto se busca. Cuando no hay nada se quiere saber más, hay más curiosidad. Este aspecto ha aumentado y ha ayudado mucho a la gente que trabaja en la Universidad o de profesor de japonés, y nosotros hemos apoyado ese aspecto. Creo que en Aragón hay mucha gente que admira la cultura japonesa. Dentro de toda España, en Aragón tenemos fama de tener buen nivel en el estudio de Japón, de la cultura japonesa.

P.- ¿Qué diferencias hay entre ambas culturas desde el punto de vista de la pintura?
R.- Hay bastantes diferencias (ríe). La pintura japonesa comparada con el óleo es completamente diferente. Para empezar el material es diferente. El óleo necesita lienzo y el óleo, y nosotros pintamos sobre papel, tinta china y algunos pigmentos naturales. Por ejemplo, la forma del pincel también es diferente. El de aquí es más duro y el japonés está en punta, es muy fino y tiene más cantidad de pelo. El manejo de pincel es una de las diferencias. Occidente no tiene nada que ver con Oriente. La pintura Sumi-e es bastante plana, no hay perspectiva, no hay luz y sombra, y cuando pintamos en color, no pintamos sombra. El concepto es muy diferente.

P.- ¿Cómo está la situación del arte en Japón en el plano económico?
R.- Estamos igual de mal. Como la primera necesidad es comer y vivir, el arte está en segunda fila, y estos años de crisis se notan bastante. Aquí, por ejemplo, el número de personas que va a talleres igual no ha cambiado mucho, pero la venta de cuadros ha bajado mucho y muchas galerías han cerrado aquí. Japón lleva muchos años sufriendo deflación, va cambiando el panorama, y en los años 90 muchas galerías se hundieron.

Aragonia acogió recientemente una exposición de Manga Koboshi
Aragonia acogió recientemente una exposición de Manga Koboshi

P.- ¿Celebran alguna fiesta en especial al año? ¿Cómo la llevan a cabo aquí?
R.- Durante el año me muevo para difundir la cultura japonesa, pero por otro lado me interesa que tengamos contacto con los japoneses que residen en Zaragoza, porque la mayoría de los japoneses vivimos aquí. Celebramos Año Nuevo los días 1, 2 y 3 de enero, se llama Shinnenkai en japonés, pero como mucha gente está de viaje siempre lo celebramos a final de enero. Nos reunimos en un restaurante solo japoneses para poder hablar nuestro idioma. Lo dedicamos para nosotros. De momento no celebramos nada aparte.

P.- ¿Es solo una asociación cultural o también sirven de apoyo en caso de que un japonés se encuentre en un problema?
R.- Personalmente, no como asociación. Si hay algún problema, si por ejemplo viene un japonés que no tiene idea de Zaragoza, le podemos explicar un poco cómo es la vida y dónde hay cosas… Eso lo hacemos. Cuando por ejemplo viene un niño a vivir aquí intentamos que tenga contacto con alguien que tenga la misma situación. Los pequeños que hay aquí ahora mismo son mestizos, más o menos. Hay muchas japonesas, no japoneses, casadas con españoles que vienen aquí a vivir. Entonces, como la madre es japonesa pueden tener su cultura, sobre todo, en lo relacionado del tema de la lengua.

P.- ¿Se sienten acogidos en Aragón?
R.- Sí, sí, sí, mucho. Yo llevo mucho tiempo en Aragón y si no me hubiese gustado ya me hubiera ido. En Japón, Aragón aún es muy desconocido. Todos los que vinieron aquí por la Expo, por ejemplo, dicen que les gustó mucho. Desde hace tiempo, en la asociación nos gustaría tener una ciudad hermana como esta Comunidad.