Zaragoza.- Patricia Luquin en unas primarias abiertas que para él también deberían haber conllevado una lista completa y no sólo al cabeza de lista.
Su candidatura apuesta por cambiar Izquierda Unida Aragón y dar mayor protagonismo y decisión a la militancia de base. Subraya que la organización no ha sabido retener el descontento ciudadano surgido con la crisis y los recortes y que no se ha sido consecuente con lo que se ha predicado.
Empezó a militar en el sindicato de estudiantes en 1986 y desde entonces ha militado en Izquierda Unida, asociaciones de vecinos y participa en movilizaciones contra la guerra o las mareas ciudadanas. Nacido en Zaragoza, es comercial, dedicándose a vender pintura.
Pregunta.- ¿Por qué decidió presentarse para encabezar la lista a la Presidencia de IU?
Respuesta.- Básicamente porque dentro de IU, aún siendo compañeros y compartiendo el 99% de las cuestiones, hay un sector desde el que planteamos que necesitamos una organización más ágil, más viva, más democrática, con un papel más importante de la militancia, que lo determinante y decisivo sean las movilizaciones y la base social de la organización. Siendo muy importante el trabajo institucional, para nosotros es secundario respecto a crear base y organización. Incluso defendemos que la militancia hubiera elegido toda la candidatura, no el estilo presidencialista en copia de las primarias americanas.
P.- Habla en su lema de recuperar la ilusión, ¿se ha perdido?
R.- En periodos como los que hemos atravesado recientemente, la organización se ha institucionalizado demasiado, viviendo pendiente de las presiones cotidianas que ello supone y olvidando la importancia de la organización en la izquierda. No se ha apoyado y contado suficientemente con la militancia y eso se une a que, desde el 15M, el mensaje ha sido que la gente no quería sólo mirar sino decidir. La horizontalidad ha superado la estructura clásica en la que los dirigentes determinan cómo deben hacerse las cosas e IU no ha tomado nota lo suficientemente rápido para aprender esa lección y que toda la organización funcione de forma absolutamente democrática.
P.- Plantea una IU más combativa… ¿cómo?
R.- Siendo más beligerantes en la institución, primero. No hemos sido capaces de transmitir la indignación que hay en la sociedad en las instituciones. Nuestros compañeros han hecho todo lo que han podido desde un trato demasiado exquisito dentro de ellas. Tenemos que ser muy beligerantes con los que oprimen a nuestra base social, a nuestros votantes, a los que hacen leyes que permiten que haya dos millones de niños con problemas de alimentación.
Por otro lado, tenemos que impulsar las movilizaciones aprovechando la institución, que sea un binomio. No nos hemos convertido en referente político de la lucha de las movilizaciones a pesar de que ha habido muchos militantes en las luchas y que las hemos apoyado, pero debíamos haberlo hecho de manera más decidida.
P.- ¿Qué propone a los aragoneses?
R.- Echar atrás todos los recortes y la reforma laboral y poner en marcha medidas a favor de la población, entre ellas estaría una banca pública y una auditoría de la deuda para saber cuál es ilegítima y no pagarla. Eso aporta financiación para generar fondos a la banca pública con crédito para la sociedad, los autónomos y pequeños empresarios, que se rescate a los ciudadanos no a los banqueros.
P.- ¿Cómo se hace eso dentro de Europa y en un mundo globalizado?
R.- Ya se están dando pasos y la situación económica actual es un absoluto desastre, lo que no es fruto de nuestras medidas sino de las suyas. La apuesta está en solucionar los problemas de las personas y al Banco Central Europeo no lo ha elegido nadie para que imponga nada, planteando medidas contra nosotros.
En el caso de Grecia estaremos atentos a cualquier tipo de presión y no vamos a permitir que se intente socavar la democracia allí y nos opondremos a que sean expulsados del euro porque apliquen políticas distintas.
P.- Se enfrenta a Patricia Luquin, que tiene una mayor visibilidad, ¿qué ofrece usted?
R.- No es un enfrentamiento, es un debate interno democrático interno y muy saludable. Desde luego tiene más visibilidad y cuenta con el apoyo del aparato y nosotros somos la base de la militancia y la necesidad de construir un sistema nuevo. No aceptamos que hay tercera vía entre capitalismo y socialismo y no podemos aceptar las normas del sistema. No vale matizar.
No estamos enfrentados a Patricia Luquin, es una magnífica candidata, pero creemos que representa el pasado de IU.
P.- Si sale elegido puede que no acabe encabezando la lista si se confluye en un bloque de izquierdas, ¿qué opina?
R.- Siempre hemos apostado por la confluencia. No se trata de quién sea el candidato, porque eso es secundario. La confluencia es la expresión de en lo que hemos participado en estos últimos años. Debe servir para enfrentarnos al sistema y transformar la sociedad. No tengo ningún problema en ir en un último puesto, porque eso no es lo importante, sino cambiar la sociedad.
P.- Algunas de sus medidas coinciden con Podemos o Ganemos en cuanto a los referéndums revocatorios o la limitación de los sueldos de los cargos públicos…
R.- Nosotros le tendemos la mano izquierda a Podemos, porque nos sentimos herederos de todas las luchas por la igualdad. Lo de los salarios ya lo defendíamos en la décima asamblea general de IU, lo que pasa es que desgraciadamente muchos dirigentes de la organización no lo han aplicado y eso ha permitido que Podemos asuma esa idea como suya. También la auditoría de la deuda la planteamos.
No hemos sabido aplicarlo y por ello ha surgido una organización hermana, aunque no coincidimos en que exista una centralidad como ellos plantean. Nosotros los consideramos de izquierdas y nos ilusiona que entren en las instituciones si es para aplicar una lucha combativa contra el sistema.
P.- Estamos en el momento de mayor incertidumbre política. ¿Se podrá confluir o pesará más el centralismo?
R.- Nosotros no gobernaremos con el PSOE si no renuncian a los recortes y apoyan la reforma constitucional. Nos enfrentaremos al PP y haremos todo lo posible para que no gobierne, pero nosotros solo gobernaremos con nuestro programa y para enfrentarnos a lo que ataque a la gente, porque entre la legalidad y nuestros votantes, elegiremos a estos últimos, si alguien lo hace con nosotros entraremos en Gobierno con ellos. Lo decisivo no serán las elecciones, sino que después de ellas el sistema seguirá atacando pensiones, educación, a los trabajadores, y lo decisivo es crear una base social que se enfrente, porque los desahucios no los han parado las leyes sino las concentraciones igual que la privatización de la sanidad de Madrid.
Lo decisivo no serán los Gobiernos, sino la presión que ejerzamos desde la calle a esos Gobiernos.
P.- ¿Por qué tienen que elegirle los militantes y simpatizantes el 1 de febrero?
R.- Porque me pongo a disposición de la organización y porque la democracia interna será un eje fundamental sin esconder las ideas de cada uno. Los dirigentes tenemos que expresar nuestras posiciones y si la militancia decide algo con lo que no estemos de acuerdo, dimitiremos. Por ejemplo, si la organización decide entrar en Gobierno con el PSOE, yo inmediatamente dimitiré. Es usar el revocatorio en lo cotidiano.
Mi trayectoria de lucha me avala y porque somos izquierda, base y peleones.
