El propietario de “El Negrito Zumbón” abandona definitivamente Zaragoza

Máximo Valmorín, propietario de la churrería “El Negrito Zumbón”, ha estado durante seis meses madurando la idea de abandonar Zaragoza, a raíz de las amenazas de un grupo neonazi.

Zaragoza.- La semana pasada se cerró el traspaso del local situado en la esquina de las calles Jorge Cocci y Pintor Zuloaga de Zaragoza. Hasta esa fecha, el inmueble estaba ocupado por un puesto de comida precocinada, propiedad de un empresario procedente de la Isla de Guadalupe. Desde este momento, la actividad del establecimiento será la misma, aunque sus propietarios “no son extranjeros”, como ha señalado el antiguo dueño, Máximo Valmorín.

La causa del abandono de la tienda que tantas alegrías le ha dado han sido las amenazas que, en el mes de mayo, recibió en forma de pintadas en la fachada de su tienda. Rezando lemas racistas como “Negro, vuelve a África” o “España para los españoles”, el grupo ultraderechista “Guardia Blanca” instaba a Máximo a abandonar su negocio e, incluso, la ciudad. “Al principio no hice caso de las amenazas, pero la gente empezó a dejar de entrar por miedo a las represalias”, ha declarado Valmorín.

Esa ha sido la razón por la que, desde hace seis meses, Máximo ha estado pensando en dejar “El Negrito Zumbón”. Al final, siguiendo los consejos de su mujer, Filo Almansa, tomó la decisión de cerrar definitivamente la tienda y, a la vez, la ciudad. Sólo le detenía el traspaso del local, un trámite solucionado ya.

La tienda ya estaba vacía esta tarde y, sin embargo, la gente seguía entrando para comprar alguno de los platos que Máximo cocina con todo su esmero, o una docena de esos churros tan ricos que el empresario ha estado preparando desde que abrió su local. La mudanza se ha realizado esta mañana y todos los enseres han sido trasladados a Granada, provincia natal de Filo. Será allí, donde ya han encontrado alojamiento y local para abrir una nueva tienda, donde Máximo y su mujer se asentarán para comenzar una nueva vida.

“Mucha gente me ha dicho que no debería irme o, que si tenía que hacerlo, deseaban que no hubiera sido por esta cuestión. Pero la decisión ya está tomada”, ha declarado Valmorín. Y es que él ve un futuro más allá. “Si un inmigrante no tiene posibilidades de irse y montar otro negocio, es legítimo que se quede. En mi caso, se me ha abierto una nueva posibilidad y la he tomado”, ha señalado.

Él confiesa estar feliz por esta andadura que está a punto de comenzar, pero reconoce que sus clientes y vecinos han sentido mucho su marcha. “Yo también voy a echar de menos Zaragoza. Tengo aquí muchos amigos y el ambiente que se respira en la ciudad es muy agradable. Y es que la gente, a pesar de lo que ha pasado con algunos, es muy buena”, ha agregado Valmorín.

Aún tiene que arreglar unos papeles, pero este matrimonio emprendedor prevé que la semana que viene partan de viaje hacia el sur. “Allí todo está listo ya”, ha señalado Filo Almansa. Eso significa que, dentro de poco, por Granada rondará un “Negrito Zumbón”.