Un total de 40 familias se benefician de la segunda fase del proyecto "Ni un hogar sin Energía"

La segunda fase del proyecto “Ni un hogar sin Energía”, que comenzó en noviembre, busca que 40 familias zaragozanas reduzcan el coste de sus facturas de la luz. En la primera edición se consiguió un ahorro cercano al 40% con medidas como el cambio de tarifa, hábitos eficientes de consumo y colocación de aislantes o reflectores de calor.

Zaragoza.- El Ayuntamiento de Zaragoza y la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes) han presentado este lunes en rueda de prensa la segunda fase del proyecto “Ni un hogar sin Energía”, que promueve el ahorro en el consumo de la luz entre aquellas familias que se encuentran en situación de pobreza energética, un contexto en el que se encuentra un 19% de la población aragonesa, según datos de la Asociación de Ciencias Ambientales.

En esta edición, que se inició hace un mes y que cuenta con un presupuesto de 25.000 euros, se beneficiarán un total de 40 familias de los barrios zaragozanos de San Pablo, la Magdalena, el Actur y Delicias. De esta forma, los hogares participantes accederán a un diagnóstico de su situación actual de consumo -qué tipo de contrato poseen, su gasto real, así como a una inspección de posibles medidas para reducirlo y ajustarlo a sus necesidades –acogida al bono social, cambio de tarifa, de bombillas y otros aparatos domésticos poco eficientes e instalación de temporizadores y aislantes en puertas y ventanas.

“Vemos que hay un problema de conciencia ambiental y de uso responsable de la energía en colectivos desfavorecidos, que no lo tienen como una preocupación, pero que si hubiera un cambio en este sentido, podría mejorar su situación, ha apuntado la directora de Cambio Climático y Energía de Ecodes, Cecilia Foronda. Así, entre las medidas incluidas en el proyecto, las familias participarán en talleres de formación para mejorar sus hábitos y hacerlos más eficientes.

Para el jefe de Fomento Social y Nuevos Proyectos del área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Zaragoza, Jesús Alquézar, “la pobreza energética es pobreza, aunque luego le pongamos etiquetas”. También ha concretado que esta situación se sustenta en la baja renta y en el aumento de los precios finales que pagan los consumidores, además, ha apuntado que también influye “la baja eficiencia de las viviendas”, tanto en infraestructuras como en falta de control.

“Los derechos sociales cambian y cuestiones que antes no lo eran, ahora sí lo son, por lo que se hace necesario readaptar el concepto, e incluir derechos de bienes de consumo esenciales”, ha añadido Alquézar. En este sentido ha recordado que “hasta hace poco se seguía cortando la electricidad y el gas a las familias” y ha calificado a este programa como “estratégico” dentro del plan director de Servicios Sociales.

Esta segunda fase busca redundar en los logros de la primera, entre los que se encuentra la reducción de la factura de la luz en un 37%. Entre los perfiles que están dentro de este proyecto se encuentran personas de la tercera edad, desempleados, inmigrantes y familias monoparentales.

En esta iniciativa, también participan “la Caixa”, que suma financiación a través de su Obra Social; Balay y Clover LED, que aportan equipos y luminaria energéticamente eficientes; Cruz Roja, que contribuirá con voluntarios en el trabajo de campo; y Efinetika, que apoya con expertos en auditorías energéticas.

Como han recordado desde Ecodes y el Consistorio zaragozano, la pobreza energética se da en aquellos núcleos familiares que destinan más de un 10% de sus ingresos al pago de las facturas de la luz. Entre los datos de contexto, han recordado que el coste de la energía se ha incrementado en un 60% desde el año 2007.