Zaragoza.- A lo largo de este año, y sobre todo a partir de la entrada en vigor de la sentencia que prohíbe a los ciclistas circular por las aceras, el número de abonados de Bizi ha bajado. Si a finales de octubre de 2013 había 37.500 abonados, el pasado mes de septiembre ya se contabilizaban unos 35.500 y en la actualidad los abonados rondan los 34.500. No obstante, hay que tener en cuenta los abonos temporales de tres días, que suponen unos 500 al año.
No obstante, desde el Ayuntamiento consideran que el número de usos real “no ha experimentado una bajada similar o proporcional al número de abonados”. En este sentido, han indicado que si se comparan los usos entre los mismos días de noviembre de 2013 y 2014, y siempre con el factor meteorológico como elemento de distorsión, “los usos han bajado también, pero proporcionalmente menos”. De esta forma, se ha pasado de entre ocho y diez usos de bicicletas municipales al día en jornadas laborables a entre siete y nueve usos.
En el acumulado de año, desde enero y hasta diciembre, la diferencia es de 20.000 usos, ya que en el mismo periodo de 2013 los usos fueron un total de 2.725.419 y de enero a noviembre de 2014 han sido 2.705.058 usos.
Desde el Departamento de Servicios Públicos y Movilidad consideran que el usuario de Bizi es “fiel” y “está acostumbrado a su uso diario, ya tiene sus rutas muy claras y sigue usándola pese a todo”. Darse de alta en este servicio ya no cuenta con lista de espera desde octubre 2013 y desde julio 2014 tampoco es obligatoria la Tarjeta Ciudadana para el acceso a los nuevos abonados.
La interpretación que se hace de estas cifras por parte del Ayuntamiento tiene que ver con dos factores importantes. Por un lado la aplicación de la Sentencia, que obliga a ir por la calzada y, sobre todo, elimina el paso por zonas peatonales hasta ahora permitidas. “Esa es la explicación mayoritaria que dan, en las últimas semanas, muchos de los abonados que han decidido darse de baja”, han resaltado fuentes municipales. Desde la aplicación de la norma “ha sido más la gente que se ha dado de baja, y en los cuestionarios que rellenan es ahora mismo la razón principal”, han concretado.
Por otro lado, también afecta la crisis económica, que hace que algunos abonados que no son usuarios habituales decidan no renovar para ahorrarse ese gasto fijo anual. Esto también está asociado al hecho de que no se ha podido llevar a cabo la esperada ampliación del servicio.
Como siempre resalta el Consistorio, Bizi funciona “a cambio” de publicidad. El contrato inicial contemplaba mil bicicletas y luego se pudo ampliar a 1.300, que era el máximo posible. Sin embargo, ahora aunque se propusiera un nuevo contrato para implantar el servicio en el resto de Zaragoza, en esas mismas condiciones, sin coste municipal, “las empresas ni se lo plantearían porque, sencillamente, no hay suficiente ingreso publicitario como para mantenerlo”.
Desde el Ayuntamiento siguen abogando porque el Gobierno Central clarifique la normativa sobre bicicletas en la aprobación del famoso Reglamento General de Tráfico. Esta indefinición está perjudicando “seriamente” al desarrollo de la bicicleta como medio de transporte, no sólo en Zaragoza sino, también en otras ciudades. El caso de Zaragoza, han lamentado, “es el más sangrante a consecuencia, además, de la Sentencia del TSJA”.
