Un 16% de la población aragonesa sufre artrosis de rodilla, mano o columna

La artrosis es la enfermedad reumática más prevalente en Aragón. De hecho, alrededor de 208.000 aragoneses, un 16% de la población, sufre artrosis de rodilla, mano o columna. Le sigue la cervicalgia, padecida por unas 190.000 personas. Son algunas conclusiones de la jornada “Artrosis y artritis en el envejecimiento saludable”.

Zaragoza- Alrededor de 208.000 aragoneses, en torno al 16% de la población, sufre artrosis de rodilla, mano o columna, lo que convierte a esta patología reumática en la más prevalente, seguida de cerca por la cervicalgia - dolor en la zona cervical de la columna – padecida por unas 190.000 personas en esta Comunidad.

Son algunos de los datos que ha presentado el doctor Ángel Bueno, médico de atención primaria del Centro de Salud Santa Isabel de Zaragoza, en la Jornada “Artrosis y artritis en el envejecimiento saludable”, enmarcada en el ciclo de encuentros “Pacientes y salud: foros en el CIBA” y organizada por el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud en colaboración con Bioibérica, Conartritis y Asociación Artritis Oscense.

Bueno ha explicado que “cerca del 28% de la población mundial mayor de 60 años ya padece artrosis y el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población harán que esta enfermedad se convierta en la cuarta causa de discapacidad en el año 2020”. Según este especialista, se pueden tomar una serie de medidas muy sencillas para descargar las articulaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes como “perder peso y llevar una dieta equilibrada, utilizar un calzado adecuado o realizar ejercicios suaves como caminar cada día o hacer gimnasia en el agua”.

En función del grado de artrosis y de su localización, suele ser necesario combinar estas terapias con medicación. En la jornada se han presentado los resultados de un nuevo ensayo clínico internacional que concluye que la combinación de condroitín sulfato y de glucosamina reduce significativamente el dolor y mejora la movilidad de las articulaciones afectadas por la artrosis. Además, se ha visto que mejora la movilidad y la rigidez de las articulaciones afectadas, disminuye la inflamación y, por lo tanto, mejora la calidad de vida de los pacientes. “La eficacia de la combinación de estos dos fármacos es comparable a la de un antiinflamatorio, con la ventaja de su seguridad ya que apenas tiene efectos secundarios”, explica el doctor Jordi Monfort, reumatólogo del Hospital del Mar de Barcelona.

Se trata de un ensayo clínico en el que han participado 606 pacientes con artrosis de rodilla primaria y dolor moderado a severo de 42 centros de España, Alemania, Francia y Polonia.

La artrosis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a las articulaciones y que provoca dolor e impide realizar con normalidad algunos movimientos cotidianos, tales como abrir y cerrar las manos o bajar escaleras. Padecida por más de 7 millones de españoles, ocasiona el 35% de las visitas en Atención Primaria y es responsable de más del 30% de todas las incapacidades laborales, tanto permanentes como temporales.