"Luz de Otoño", un cortometraje donde los recuerdos y el esfuerzo son los protagonistas

El escritor José Luis Galar se lanza al mundo de la imagen con la producción del cortometraje “Luz de Otoño”, un proyecto hecho realidad gracias a la colaboración de varios expertos que forman parte de su entorno más cercano. En mayo saldrá a la luz este material cinematográfico “introspectivo” que basa su trama en el surrealismo.

Zaragoza.- José Luis Galar siempre tuvo en mente realizar un cortometraje, y “Luz de Otoño” ya es una realidad. Este escritor se ha convertido en el guionista, director y productor de su sueño, que estará disponible al público el próximo mes de mayo bajo su firma: Mandala Cinema.

El proyecto nace de su pasión por contar historias y es fruto de una meditación que le ha acompañado a lo largo de su vida. “Hay un germen en alguna parte. Crees que es una fantasía imposible pero a veces se van configurando las cosas de forma que puedes hacerlas realidad. Tiene que ver también con la edad, con el transcurrir del tiempo. Era hora de hacer algo que me apetece y me gusta”, explica Galar.

“Luz de Otoño” es su primera obra audiovisual y ha sido posible gracias a la colaboración y el esfuerzo de un grupo de diez expertos que forman parte de su entorno más cercano, como el director de fotografía de este corto, Fernando Serrano, o los músicos Jesús Ortiz o Carlos Castillo (que trabajan en la banda sonora), además de profesionales en peluquería y maquillaje. “Todo, hasta la financiación, es de producción propia”, expone.

José Luis Galar describe en este formato recuerdos de su niñez, en especial, sus vivencias en el día de Todos los Santos. Estos tintes autobiográficos se entrelazan con el surrealismo: “es introspectivo, algo intimista, y aunque no me quiero comparar, porque ni de lejos me acerco, estaríamos hablando de algunas características del cine italiano, un poco especial, muy lento y muy pausado”, afirma.

Los argumentos son “comprensibles”, tal y como declara el autor, que lleva alrededor de dos años meditándolos y estudiándolos junto a su equipo, al que también se suman los actores y actrices extra, lo que hacen un total de 25 ó 30 personas las que han hecho posible este trabajo cinematográfico.

“Yo iba de pequeño al cementerio y allí pasábamos el día entero, comida incluida, haciendo visitas de tumba en tumba, algo que se vivía con mucha normalidad”. “No es de miedo ni de terror, en absoluto, es todo amabilidad”, subraya Galar, que incluye que siente nostalgia por algo que le sucedió allí en su infancia. “Es un corto sobre la nostalgia de algunas cosas, sobre los círculos inconclusos”.

Tres han sido los escenarios del rodaje, todos en la capital aragonesa. Una habitación de hotel, la plaza de La Seo y la parte antigua del cementerio de Torrero es la única escenografía donde se han desenvuelto las tres cámaras utilizadas.

Un rodaje de más de dos meses que ha dado como resultado alrededor de 40 horas de material. “A partir de ahora empezaremos a montar las imágenes. Estimamos que quedará un cortometraje de entre 20 ó 30 minutos aproximadamente”, concreta.

“La idea es seguir. Ha habido una magia especial, tanta ilusión en este proyecto, que vamos a por más, nace con idea de continuidad”, confirma el director, que además añade que Mandala Cinema será la marca de firma de sus futuras producciones en cine.

“Me he sentido muy cómodo al ser el primer proyecto, porque contar historias es mi elemento. Y, a la hora de resolver las cuestiones técnicas, ahí está el director de fotografía, Fernando Serrano”, concluye.