Zaragoza.- Nacido en Ejea de los Caballeros en 1965, Javier Allué se autodefine como el candidato del cambio. Sus ideas y renovación no van en contra del poder establecido, sino que busca transformaciones profundas para que conecte mejor el partido con la sociedad. Siente que el PAR está lejos de los aragoneses y una de sus mayores preocupaciones es ver cómo la fidelidad de los votantes se esfuma.
Sobre el proceso de primarias considera que carecen de garantías y reglamentación y no tienen la aprobación del Comité Nacional, órgano superior del partido. Busca un Aragón en el que puedan tener prestación de servicios básicos todos los aragoneses, independientemente de donde residan. Le gustaría poder mostrar sus nuevas ideas al resto de militantes de base, pero lamenta que le hayan negado un debate público con el resto de candidatos.
Es licenciado en Derecho y letrado del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza. En 1995 inició su carrera como político en el Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros, donde fue concejal hasta 2003. En las Cortes de Aragón ha sido diputado durante la quinta y sexta legislatura y portavoz parlamentario. Actualmente es vicepresidente del Comité Intercomarcal en Zaragoza y director de Relaciones Institucionales del Gobierno de Aragón.
Pregunta.- ¿Por qué se autodefine como el candidato del cambio?
Respuesta.- Llevo dos años poniendo encima de la mesa aspectos que tenemos que cambiar para acercarnos más a la sociedad. Hay una evidente desconexión del PAR con los aragoneses y esto hay que cambiarlo. Tenemos que adoptar fórmulas, maneras y comportamientos nuevos. Si no se hace para ganar credibilidad, tendremos un problema de cara al reto de las próximas elecciones.
P.- ¿Tiene credibilidad este proceso de primarias que ha emprendido el PAR?
R.- Hay un vicio de origen. Las primarias debieron convocarse por el órgano superior del partido, que es el Comité Nacional. Y, sin embargo, fueron convocadas por la Ejecutiva. Yo y cientos de militantes del partido lo que pedíamos era el Congreso Nacional. Un proceso de primarias, en estas condiciones, carece de garantías y no es lo que está demandando la sociedad aragonesa del PAR. Demanda un cambio profundo, un cambio de dirección y unas nuevas maneras para relacionarnos con la sociedad.
P.- ¿Por qué no se reúne el Comité Nacional?
R.- Me lo pregunto todos los días. Lleva tres años y medio sin hacerlo y los estatutos dicen que debería hacerlo como mínimo cada seis meses. Es el cónclave más indicado para que podamos compartir determinadas ideas los compañeros militantes de Huesca, Zaragoza y Teruel y poner soluciones en común. No se quiere convocar por el presidente. Creo que es un error y creo que estamos perdiendo muchísima credibilidad ante los aragoneses.
P.- ¿Cree que tiene alguna posibilidad de ganar?
R.- Tenemos todas las posibilidades que nos den las bases del partido. Es difícil porque es un planteamiento de David contra Goliat. Al mismo tiempo es una esperanza porque David ganó a Goliat. Si somos capaces de poner nuestras ideas encima de la mesa a los militantes y simpatizantes, estaremos dando un paso adelante. Lo que ocurre es que queremos debatir porque sería lo lógico, pero alguno se niega. Si no hay debate, ¿qué le podemos ofrecer a las bases?
P.- ¿Por qué no hay debate?
R.- Se ha negado Arturo Aliaga. Ha dicho que no tiene nada que debatir. Hasta ahí puedo decir. Punto y pelota.
P.- Uno de los candidatos no descarta pactar con Podemos.
R.- Ahora mismo hablar de pactos futuros suena prácticamente irrisorio. Me gustaría decir que Podemos en estos momentos no tiene sitio en Aragón porque está el PAR. Porque hay un nuevo PAR que va a impedir que vengan otras fuerzas con determinados planteamientos que, estoy convencido, en la sociedad aragonesa no tienen sitio. Yo etoy en las antípodas de los planteamientos de Podemos y no creo que ahora mismo el PAR tenga mucho que decir, ni que pactar, ni que dialogar con unas políticas que no coinciden para nada con lo que es la estructura programática del partido.
P.- ¿Qué espacio les queda dentro del partido a los críticos del PAR?
R.- El espacio es el que nos queramos buscar y quieran nuestras bases. En política no se está para pasar desapercibido, se está para intentar cambiar las cosas. Hay que tener determinada ambición y coraje. Tenemos espacio porque tenemos cientos de apoyos de militantes, alcaldes, concejales y simpatizantes que nos apoyan y nos animan a seguir con el discurso del cambio.
P.- ¿Se la juega el PAR en estas elecciones?
R.- Por supuesto que sí. Son las elecciones más complicadas que ha tenido el PAR desde Democracia. Tenemos que hacer un cambio profundo y ofrecer una cosa nueva a toda la sociedad aragonesa. Nos la jugamos como partido por la cuestión interna y porque tenemos que ser conscientes de las perspectivas electorales que tenemos. Hay una desconexión brutal desde el partido con la sociedad aragonesa. Nos quedan seis meses para cambiarlo. El PAR se está debatiendo entre la supervivencia del partido o entre la posibilidad de sacar un buen resultado. Si se produce el cambio profundo que estoy proponiendo, tenemos una opción muy importante.
P.- ¿Qué pasara si pierde?
R.- Apoyaré al candidato que salga, porque así debe de ser. No es lo mismo perder un 90 a 10 que un 55 a 45. Yo si gano las elecciones y veo que hay un 45% que ha apostado por otra opción, entiendo que lo que hay que hacer es un planteamiento conjunto para ir adelante. Hay que ver si es limpio, con absolutas garantías y ver cuál es el montante de participación real que hay en este proceso y ver qué lecturas pueden hacerse.
"Hay que huir del discurso de que Aragón tiene que estar en la media"
P.- ¿Qué propuestas tiene para Aragón?
R.- Yo quiero un Aragón en el que puedan tener prestación de servicios básicos todos los aragoneses, independientemente de donde residan. Quiero un Aragón con la cifra lo más parecida al pleno empleo, equilibrado territorialmente, financiado de una vez por todas de acuerdo a las singularidades que tiene, especificadas en nuestro Estatuto, que tanto nos ha costado conseguir.
P.- ¿Cómo sería esa financiación ideal?
R.- Tendría que estar financiado de acuerdo a su despoblación y a su extensión territorial. Las carreteras no se miden por habitantes, se miden por habitantes. Hay que huir del discurso de que Aragón tiene que estar en la media. Si lo vemos así, estaremos por debajo. Aragón tiene que tener peso específico en España y en Europa.
P.- ¿Qué ideas tiene para fomentar el empleo y el estado del bienestar?
R.- El estado del bienestar social es un nicho de creación de empleo. Hay que unir formación, universidad y empleo. Tenemos que hacer buenas propuestas presupuestarias, desarrollar planes estratégicos de competitividad y crecimiento para potenciar sectores como la agroindustria, la energía, la industria automovilística, el turismo y las nuevas tecnologías. Debemos resolver la insuficiencia en la recaudación, el problema en la equidad y el fraude fiscal.
P.- ¿Qué comunicaciones transfronterizas debe tener Aragón?
R.- Todas aquellas que se demandan desde hace años. Hay que apostar por el Canfranc porque sí que es viable presupuestariamente. La Travesía Central es más compleja, pero no se debe renunciar porque hay otras más complicadas por País Vasco y Cataluña que están siendo impulsadas por el Estado y por Europa.
P.- ¿Qué hará con las empresas públicas de la Comunidad?
R.- Es un eterno debate. Habría que hacer un plan de eficiencia y de racionalización de gasto. Si el resultado es positivo, podemos estudiar su mantenimiento; si es negativo, debemos dejar fuera la empresa pública. El personal de la Administración llevará a cabo su peso perfectamente.
P.- ¿La lucha contra la corrupción y la transparencia estarán en su programa?
R.- Ser transparente y honesto depende de uno mismo. Dicho esto, implantaría en mi partido un código deontológico de transparencia ética para que todos los políticos y militantes se sometan a unas determinadas pautas de comportamiento.
