Zaragoza.- Aragón es un destino atractivo para la práctica del turismo religioso con la Basílica del Pilar y el Santuario de Torreciudad como sus máximos exponentes. Precisamente estos dos enclaves forman parte de la Ruta Mariana, un proyecto que nació en 2009 alrededor de los Pirineos y que este año cumple un lustro de vida.
La Ruta Mariana es un proyecto “pionero” en el que tres santuarios españoles (la Basílica del Pilar, el Santuario de Torreciudad y el de Montserrat) y uno francés (el Santuario de Lourdes) se unieron para “crear un destino común” y promocionarse bajo una misma marca. Así lo explica Joaquín Bellido, uno de los responsables de la Secretaría Técnica de la Ruta Mariana (Aradex).
En su quinto año de vida, este proyecto no deja de crecer y acaba de incorporar al Santuario de Meritxell, en el Principado de Andorra. “Creo que el destino Ruta Marina como comarca unitaria está bastante posicionado a nivel de agencias touroperadoras, que era la idea inicial que teníamos”, añade Bellido.
Visitar dos de estos santuarios ya está considerado como “hacer la ruta”. Así, hasta 2008, se calcula que unos doce millones de personas habían visitado al menos dos de estos enclaves. Con el nacimiento de la Ruta Mariana “ha habido nuevos peregrinos”, comenta Bellido, quien estima un aumento de 5% en el número de personas que han recorrido esta ruta desde su configuración como marca.
“Las visitas a los santuarios siempre han estado. El Santuario de Lourdes atrae de por sí a muchos visitantes, con esta ruta hemos conseguido que peregrinos que antes solo disfrutaban de éste, por ejemplo, ahora dispongan de una ruta y puedan conocer otros geográficamente muy próximos”, apunta Bellido.
Origen de la marca
Esta ruta hunde sus raíces en la Exposición Internacional de Zaragoza de 2008. Los rectores de los santuarios del Pilar, Torreciudad y Lourdes se reunieron y confirmaron que muchos peregrinos que se dirigían a Lourdes pasaban primero por Zaragoza para visitar el Pilar y, después, por Torreciudad, antes de pasar a Francia. Así surgió la idea de concretar esta ruta que ya se estaba transitando, dotándola de diferentes herramientas que ayudaran a los peregrinos a realizar este viaje.
Un año más tarde, en septiembre de 2009, se firmó la constitución de una asociación civil sin ánimo de lucro destinada a potenciar el turismo religioso a través de la Ruta Mariana. En dicha asociación se incluyó al Santuario de Montserrat, naciendo la ruta con cuatro santuarios, tres españoles y uno francés.
El proyecto, creado sobre una base de carácter religioso, ha tratado de configurar desde sus inicios un producto turístico religioso “capaz de potenciar no solo la parte espiritual, sino también la parte cultural, histórica y natural de las ciudades, pueblos y comarcas situadas en los alrededores de los santuarios”, explica Joaquín Bellido. No en vano, uno de los objetivos que se marcó la asociación fue el de hacer conocer a los peregrinos y visitantes el conjunto de atractivos y monumentos que se encontrasen a su paso, en los diferentes caminos que existen para ir de un santuario a otro.
El perfil del cliente religioso oscila entre las peregrinaciones “de más alta estandarización” hasta “mochileros y grupos de escolares”, apunta Bellido. El perfil medio del turista religioso es el de una persona adulta, de 40 a 50 años, con un nivel económico medio. “Un turista al que no le ha afectado demasiado esta crisis ya que ha seguido viajando”, ha apuntado este responsable de la Secretaría Técnica de la Ruta Mariana.
Filipinas, Indonesia, Italia y Francia son los principales países de origen de los peregrinos que hacen esta ruta.
Internacionalizar la marca
En estos cinco años de recorrido, la Ruta Mariana se ha enfrentado al reto de internacionalizar la marca y promocionar el destino dentro y fuera de España. Para ello, la Secretaría Técnica que gestiona el día a día de la ruta ha venido desarrollando diferentes actividades y trabajos, desde la creación de catálogos, web y video en idiomas, la asistencia a ferias y workshops, etc. hasta la realización de viajes de familiarización (“fam trips”) y presentaciones a agentes de viajes y turoperadores en varias ciudades de España, Francia e Italia.
La firma de diferentes acuerdos con instituciones aragonesas como el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte español y más recientemente, con Andorra Turisme, han posibilitado el desarrollo de las acciones durante estos años y el posicionamiento de esta ruta como un destino de Turismo Religioso.
Poco a poco se ha conseguido que un gran número de turoperadores y agencias nacionales e internacionales, como Barceló Peregrinaciones o Proyecto Europa (en España), Opera Romana Pellegrinaggi o Brevivet (en Italia) o Alma Viva (en México), incluyan en su programación Ruta Mariana en distintas versiones. El resultado de esta captación de atención por parte de los profesionales se ha traducido en un incremento de peregrinos y turistas internacionales en Aragón, Cataluña, el sur de Francia y Andorra.
Las propias agencias son las encargadas de organizar las peregrinaciones, si bien desde la Secretaría Técnica de la Ruta Mariana se prestan todo tipo de ayudas. Esta ruta ofrece posibilidades muy variadas y se estima una duración media de “siete u ocho días” para visitar los cinco santuarios y sus entornos.
Impacto en empresas de la zona
En estos años, la evolución de la Ruta Mariana ha propiciado la aparición de nuevas oportunidades para empresas de la zona, traducidas en productos creados al abrigo de la propia ruta. Un ejemplo es el programa “Ave María”, una propuesta de escapada de fin de semana a Lourdes, combinando Ave y autocar.
Asimismo, el pasado 27 de septiembre tuvo lugar la beatificación de Álvaro del Portillo en Madrid. “Cerca de 9.000 personas, la mayoría extranjeros de diferentes países, aprovecharon el evento y visitaron El Pilar y Torreciudad, además de luego ir a Lourdes”, comentan desde la Secretaría Técnica de la Ruta Mariana.
“Es evidente que la industria turística aragonesa en lo que se refiere a hoteles, restaurantes, comercios y otros servicios relacionados se ve positivamente afectada por el movimiento y dimensión que conlleva la Ruta Mariana, añaden.
El Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza colaboraron inicialmente en las distintas labores de promoción de esta ruta. También se recibieron ayudas económicas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y de Andorra Turisme, esta última a raíz de la inclusión de Meritxell en la ruta.
La diversidad de contenidos y la fuerza religiosa que ofrece la Ruta Mariana hace que el recorrido del proyecto no tenga límites. Con esta idea trabajan los integrantes de la Secretaría Técnica y así esperan seguir celebrando muchos más lustros.
