Zaragoza.- Más de una veintena de imputados y hasta quince farmacias investigadas. Son las cifras que arroja la operación Convector sobre el presunto fraude en la venta de medicamentos. Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de mayo con la detención de la farmacéutica de Palomar de Arroyos (Teruel) y la clausura de su botica. Hasta la capital aragonesa se ha visto salpicada por este caso con el cierre de cuatro boticas.
El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza (COFZ), Ramón Jordán, considera “preocupante” cualquier caso que afecte a la profesión y asegura que no dudará en aplicar los estatutos del Colegio si finalmente se condena a alguno de los colegiados investigados.
Jordán no teme un desprestigio de la profesión y señala que se puede confiar en el 99% de los farmacéuticos porque así lo han demostrado “día tras día durante muchos años” prestando servicio a los ciudadanos.
Pregunta.- ¿Cómo afecta al Sistema Aragonés de Salud el presunto fraude en la venta de medicamentos?
Respuesta.- Hay que tener en cuenta que, de momento, es un proceso bajo secreto de actuaciones. Por lo que hemos podido saber, fundamentalmente a través de los medios, solo ha habido un presunto fraude al Sistema Aragonés de Salud en uno de los casos. En el resto, aparentemente, no hay ningún fraude ni a la Seguridad Social, ni al paciente. Sí parece haber, presuntamente, una acción fuera de la legalidad por parte de los farmacéuticos implicados pero que no trasciende en un fraude a la Seguridad Social.
P.- ¿Cree que con este caso puede generarse una situación de desabastecimiento de medicamentos en Aragón?
R.- En un principio esta situación de desabastecimiento de algunos medicamentos ya viene desde hace tiempo. Creo que esto que se está descubriendo puede incidir en una pequeñísima parte en ese desabastecimiento en Aragón. Actualmente, la lista de los productos desabastecidos en la Comunidad ronda los 170, pero hay suficiente arsenal terapéutico como para que el médico pueda cambiar tratamientos, por lo que no habría problemas. En el caso de los tratamientos de los que no hay otro igual, se pueden sustituir a través de genéricos o se pueden elaborar mediante formulación magistral en las oficinas de farmacia. Creo que la situación no es grave y la población no va a tener ningún problema en que le sea dispensado el principio médico que le ha prescrito su médico.
P.- ¿Teme que este presunto caso de venta ilegal de medicamentos pueda suponer una merma para el prestigio de la profesión farmacéutica?
R.- Cualquier caso en el cual aparezca un farmacéutico, la Guardia Civil y la clausura de farmacia es preocupante y alarmante. Somos profesionales que día a día y durante muchos años nos hemos ganado el respeto de los pacientes. Somos unos profesionales que, ya sea en núcleos rurales pequeñitos o en áreas urbanas, estamos día a día levantando la persiana y siendo agentes sanitarios que dispensamos medicamentos y ayudamos en sus necesidades a la población. Salimos a la calle, hacemos campañas… Somos personal sanitario activo y todo esto tiene que pesar en el histórico de los farmacéuticos. Yo creo que la población debe sopesar que el 99% de los farmacéuticos somos personas en las que realmente se puede confiar, que lo hemos demostrado en el tiempo y lo vamos a seguir haciendo. El hecho de que haya algún tipo de movimiento presuntamente fuera de la legalidad, no puede definir a la totalidad de la población farmacéutica.
P.- Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos, ¿se plantean alguna medida hacia los imputados en este caso?
R.- Si no nos planteáramos ninguna medida, el Colegio Oficial de Farmacéuticos no tendría razón de existir porque, como ocurre en todos los colegios, una de sus principales funciones es velar por la calidad del servicio que prestan sus colegiados y porque se cumplen unos parámetros deontológicos y de calidad extrema. Nosotros, de momento, nos hemos personado en la causa porque queremos recoger toda la información para saber exactamente qué ha pasado. Ahora estamos un poco como ciegos, solo sabemos lo que nos está llegando por la prensa.
Cuando recabemos toda la información tenemos unos estatutos que se van a cumplir, con faltas que van de leves a muy graves. En función de lo que podamos saber que han hecho estos colegiados, aplicaremos unas u otras. Si el Colegio Oficial de Farmacéuticos tiene que ejecutar un expediente disciplinario lo hará sin ningún tipo de problemas. Esto dependerá de la falta y ahora es muy prematuro decirlo, puede pasar desde que salgan inocentes sin cargos hasta que salgan culpables. En los estatutos, la falta muy grave incluso supone la expulsión del Colegio y el cierre de la oficina de farmacia.
P.- Ya son 177 fármacos los que no se suministran en la Comunidad que se suplen por otros o por principios genéricos, ¿cómo valora esta situación y cómo puede afectarle al paciente?
R.- Se valora con relativa preocupación. Lo primero que tenemos que hacer ante desabastecimientos que no son causados por la propia profesión farmacéutica y que no se dan solo en Aragón es ver qué principio activo está desabastecido. Si son sustituibles entonces no hay problema y si no lo son, hay arsenal terapéutico suficiente, se deriva el paciente al médico y éste le puede recetar otro principio activo. Sí hay unos pocos que no son sustituibles. En esos casos lo que se está haciendo es dispensarlos a través de medicación extranjera en los hospitales de la Comunidad Autónoma o hacerlos en la oficina de farmacia.
Antes del verano se llegó a un acuerdo con el Gobierno de Aragón para evitar que los pacientes que están en pueblos se tengan que ir a los hospitales de referencia para conseguir ese principio activo. Así, podemos hacerlos en las oficinas de farmacia, con lo cual el paciente no se tiene que desplazar, y con cargo a las arcas de la Seguridad Social. Esto es algo que se está haciendo en Aragón y que no se hace en otras Comunidades Autónomas, un esfuerzo que el paciente tiene que valorar.
P.- Las empresas farmacéuticas ven más rentable vender sus medicamentos fuera de España donde se pagan precios más elevados, ¿cree que esto podría llevar a que los ciudadanos paguen más por sus medicamentos?
R.- Es la “perversión del sistema”. Yo siempre he dicho que es un derecho poder conseguir medicamentos a un precio razonable, pero hay que tener un equilibrio entre el precio del medicamento y la sostenibilidad del sistema sanitario. Llega un momento en el que los precios de los fármacos son tan sumamente bajos en España que las empresas farmacéuticas se plantean: me cuesta lo mismo hacer un producto para un país u otro pero si lo distribuyo en España el precio es de, por ejemplo, un euro, mientras que si lo vendo en otro país ese precio es de 10 o 15 euros. Las industrias farmacéuticas son empresas privadas que priorizan distribuirlo en los canales caros y, después, en los baratos. Por eso pienso que debería haber un equilibrio para que el precio del medicamento sea razonable para que pueda ser adquirido por cualquier persona pero lo suficientemente alto para que las empresas puedan distribuirlo sin ningún tipo de problema y para que el modelo sanitario y farmacéutico perduren.
Por ejemplo, si yo dispenso una Simvastatina para disminuir la cantidad de colesterol, que vale menos que un paquete de chicles, en Benasque o en un pueblo del Matarraña y la dispenso en el paseo Sagasti de Zaragoza, el precio del medicamento es el mismo pero lo que me cuesta llevarlo a un sitio u a otro no y eso lo absorbe la empresa farmacéutica. Por eso, llega un momento en que no se genera beneficio suficiente como para llevar ese medicamento al último rincón de la geografía aragonesa con lo que el modelo farmacéutico se resiente. Si algo tenemos bueno en España es la capilaridad del modelo farmacéutico, es decir, llegamos al 99% de la población, pero para esto es necesario que las farmacias sean sostenibles en el tiempo. Si el único recurso productivo de la farmacia es la venta del medicamento y bajamos su precio empezaremos a tener lo que ya estamos viendo, farmacias quebradas.
P.- Especialmente importante es el caso de los medicamentos para los enfermos de hepatitis C, ¿cómo se encuentra en estos momentos la situación surgida ante la escasez de tratamientos para estos enfermos?
R.- Desconozco cómo esta ese tema en estos momentos. Es cuestión de que las autoridades accedan a meter ese medicamento dentro del Sistema Nacional de Salud, o no, pero es algo que excede a los farmacéuticos. Las administraciones públicas son las que deciden si la relación coste del tratamiento y beneficio para el paciente es buena, si lo es lo admitirán y si no, no.
P.- A finales de 2013 concluyó la implantación de la receta electrónica en Aragón, ¿qué valoración hace de este sistema?
R.- Muy positivo. La receta electrónica es una herramienta muy buena para el paciente, puede mejorar el uso racional del medicamento y con ella podemos controlar y favorecer la adherencia del paciente a los tratamientos. Hay que recordar que la Organización Mundial de la Salud establece que el 50% de fracasos terapéuticos son por falta de adherencia. Si conseguimos mejorarla, reduciremos los ingresos hospitalarios y mejorar la calidad de vida del paciente. Con la receta electrónica podemos lograr eso. También podemos ver problemas relacionados con los medicamentos, solucionarlos en algunos casos y, si no, derivarlos al médico. El paso que falta es que esa receta electrónica sea interoperable entre las Comunidades Autónomas. Para que sea redonda tenemos que tener un historial farmacoterapéutico común que sea accesible para todos los agentes sanitarios (farmacéuticos, médicos y enfermeros) y que sea accesible desde todos los puntos de España.
P.- ¿Se está cerca de conseguirlo?
R.- En Aragón sí tenemos acceso al historial farmacoterapéutico del paciente, lo que es tremendamente positivo, pero se nos queda corto cuando vienen pacientes de otras Comunidades Autónomas. Ya se están haciendo pruebas piloto en otras Comunidades como Extremadura y Canarias y están siendo positivas. Yo creo que a lo largo de 2015 podremos tener ya parte de la receta electrónica interoperable, si no es toda.
P.- Los nuevos barrios de Zaragoza como Parque Venecia, Arcosur o Valdespartera reclaman más farmacias, ¿está prevista la apertura de alguna botica en estas zonas?
R.- Hace poco se hizo el concurso de adjudicación, que fue muy largo, y ya se han adjudicado farmacias en Valdespartera, Montecanal… Ahora solo falta que la Administración quiera hacer otro concurso, es un tema que tiene que partir de las instituciones para saber dónde hacen falta nuevas oficinas de farmacia y elaborar otro concurso de adjudicación.
