Zaragoza.- Agentes del Seprona de la Guardia Civil sorprendieron a primera hora del pasado miércoles una furgoneta cargada con más de 2.100 kilos de comida en proceso de descongelación.
La Benemérita sospechó del vehículo y le dio el alto durante la realización de unas vigilancias sobre bienestar animal en el transporte. Tras comprobar que el contenido de la furgoneta estaba justificado con albaranes, vieron que los alimentos eran congelados pero estaban en proceso de descongelación por haber perdido la cadena de frío.
De este modo, la comida que se transportaba estaba inservible para el consumo humano y a pesar de eso iba a ser destinada a localidades de la provincia de Huesca para su comercialización. La mercancía que había sido cargada en Girona a las 1.00 horas, no salió de allí hasta las 6.00 horas y la furgoneta fue parada a las 8.30 horas. Se transportaba a 5º de temperatura cuando la normativa establece -14º, ya que el vehículo no era refrigerador ni congelador.
El Seprona solicitó el apoyo de los servicios sanitarios de la DGA en materia de calidad alimentaria y se procedió al decomiso e intervención de los 2.183 kilos, que fueron destruidos posteriormente en un centro autorizado.
Todo ello llevó a los agentes a realizar una denuncia a la Ley de calidad alimentaria por realizar un transporte de materias aptas para el consumo humano vulnerando las condiciones para su transporte, rompiendo la cadena de frío y resultando un peligro para la salud su consumo y otra denuncia a impuestos especiales de la empresa de transportistas por carecer del documento comercial de acompañamiento, emitiendo facturas sin el IVA correspondiente.
