Zaragoza.- El Real Zaragoza se medirá este sábado al Alavés en La Romareda. Un partido especial para un Víctor Laguardia que regresa a la que fue su casa, reconociendo que desea lo mejor para el conjunto de Víctor Muñoz. Sin embargo, en este encuentro no hay amigos y el aragonés dejará a un lado los recuerdos.
PREGUNTA.- ¿Está contento tras su llegada a Vitoria?
RESPUESTA.- Estoy contento porque me he adaptado bien al equipo y a la ciudad, ha sido sencillo. Me han brindado confianza y eso siempre es importante. Los primeros partidos los he jugado. Ahora, tengo que seguir trabajando y seguir demostrando.
P.- ¿Qué diferencias ha encontrado entre un club y otro?
R.- El Real Zaragoza es un histórico. Es un club muy grande, hay más medios de comunicación y es todo más a lo grande que aquí. Esta también ha sido una ciudad importante en muchas fases, pero ahora viene de situaciones económicas complicadas y de estar hace poco en Segunda B. Es todo más pequeño y más humilde. Son dos equipos e instituciones diferentes, pero en las dos se vive mucho el fútbol. Aquí se respira mucho fútbol y así se ve en el ambiente, tanto en el campo como locales como con la gente que se desplaza fuera. Estoy contento y ha sido una buena decisión venir a este club.
P.- ¿Cómo llega el Alavés a La Romareda?
R.- Venimos de una derrota contra el Barcelona B, no merecida porque hicimos un buen partido. Estamos jugando bien, llegamos en buena forma y sabiendo que será un encuentro frente a un equipo muy fuerte y ante el que tendremos que correr mucho para llevarnos los tres puntos. Vamos con esa intención, con la humildad y el respeto que merece el Real Zaragoza. Intentaremos luchar cada balón, ya que es nuestra idea de juego, la de pelear, sacrificarse, unión y solidaridad en el campo. Por ser un equipo sólido parte nuestra idea de sacar algo positivo de La Romareda.
P.- A Víctor Muñoz le preocupa el balón parado, ¿es una de las virtudes del Alavés?
R.- Puede ser. Tenemos gente alta y gente que lanza bien tanto faltas como saques de esquina. Hemos hecho dos goles y muchas ocasiones que, por desgracia, no han terminado en gol. Es uno de los aspectos que más trabajamos durante los entrenamientos aprovechando estas dos circunstancias.
P.- ¿Cómo está viviendo la situación institucional del Real Zaragoza desde la distancia?
R.- Por lo que sigo y por lo que me comenta mi familia, la situación es muy diferente a la etapa anterior. El cambio de dirección era obligadísimo, ya que si no el club desaparecía. Por suerte, entró la Fundación, salvó al Zaragoza y ahora las ilusiones se han renovado. La afición está más tranquila, con ganas de ver fútbol y están felices porque todo ha terminado y ha empezado una vida nueva. Eso se nota en el ambiente y en que sólo se hable del próximo partido. Más allá de los números que lleva ahora, es un equipo fuerte que estará al final en la parte de arriba.
P.- ¿Le queda el “gusanillo” de poder estar en este Real Zaragoza del cambio donde todo parece más fácil y el viento sopla a favor?
R.- Sí. Como zaragocista tienes ese gusanillo de participar ahora que el viento sopla a favor, hay mejor ambiente, armonía y más tranquilidad que en la etapa que viví yo. Me toco vivir aquello y lo asumo como una experiencia más, aunque sea negativa. Me hizo crecer como futbolista y como persona. Di mi ciclo zaragozcista como finalizado en ese momento y el futuro es imprevisible pero ojalá algún día pueda volver allí.
P.- Se presenta una situación que será muy extraña para usted este sábado
R.- Sí. Las circunstancias hacen que quiera ganar este sábado al Real Zaragoza precisamente. Yo quiero que ellos ganen todos los partidos de Liga menos éste y el que se dispute en Mendizorroza. Pero ojalá estén arriba el resto del año.
P.- ¿Ha pensado en la sensación que tendrá cuando salte al césped siendo rival del equipo de su tierra?
R.- Claro. Será muy extraño, especial, diferente y raro. Cuando tenga que entrar al vestuario de visitante en lugar de al vestuario local será una situación nueva para mí, pero intentaré disfrutar. He ido a La Romareda desde que tenía dos años y debo disfrutar de la experiencia del día que tengo marcado en el calendario. Me lo tomo con normalidad, naturalidad y no me pongo más presión que la que tienen tres puntos.
P.- ¿Habría celebración en caso de marcar el sábado en La Romareda?
R.- Está claro que si tuviera la fortuna de hacer un gol nunca lo celebraría. Es una cuestión de respeto futbolístico y personal hacia la que es mi casa. Es mi ciudad y donde he adquirido los valores que ahora tengo y de los que estoy muy orgulloso. No lo celebraría.