Zaragoza.- El exmiembro del Grapo, Silva Sande, se ha sometido este miércoles a la “prueba de la verdad”. Un test que ha durado más de cinco horas, hasta las 21.00 horas, cuando estaba previsto que fuesen entre dos y tres.
Hoy se le ha realizado la N-400 y mañana se llevará a cabo la P-300. El objetivo es acotar las zonas en las que se podrían encontrar los restos del empresario aragonés Publio Cordón, secuestrado y asesinado por la banda terrorista en 1995.
Alrededor de las 15.20 horas, Sande ha llegado hasta el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), y tras su llegada ha comenzado el procedimiento, coordinado por el neurofisiólogo, Ramón Valdizán, del que todavía se desconocen los detalles, ya que la abogada del exgrapo ha remitido a este jueves para informar del proceso.
Lo que sí ha podido conocer ARAGÓN PRESS es que incluso ha llegado a haber un receso por la larga duración de la prueba.
La “prueba de la verdad”
Es la primera vez que estos procedimientos se realizan en el Instituto de Medicina Legal de Aragón. Hasta ahora, la P-300 se ha practicado en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza al asesino confeso de Marta del Castillo, Miguel Carcaño, y al acusado de asesinar a Pilar Cebrián en Ricla, Antonio Losilla, con el objetivo de encontrar los cuerpos de las víctimas, todavía en paradero desconocido.
La prueba P-300 ofrece datos sobre los recuerdos que alberga un sujeto en su memoria, mientras que la N-400 determina las discrepancias que le surgen a un individuo cuando es sometido a una serie de estímulos.
Fernando Silva Sande está condenado a decenas de años de prisión por su participación en numerosos atentados como militante de los Grapo. En 2008, Silva Sande remitió una carta al juez Fernando Grande-Marlaska en la que aseguraba que Cordón fue enterrado tras fallecer en el Mont Ventoux, en Francia. En mayo de 2013, incluso salió de prisión para volver a este punto donde, de momento, no se han encontrado los restos del empresario zaragozano.
