REAL ZARAGOZA

Baño de realidad (4-1)

Una nefasta segunda parte del Real Zaragoza evitó que contara con alguna opción de sumar en el Mini Estadi, terminando goleado justamente por 4-1 ante el filial del F.C. Barcelona. Los maños dieron la cara durante unos minutos, lograron empatar, pero la debilidad defensiva, especialmente de Rico y Fernández, hizo el resto.

Zaragoza.- Decepcionante, muy decepcionante partido del Real Zaragoza en un lugar que comienza a ser de infaustos recuerdos para el conjunto aragonés. El Barça “B”, salvo minutos contados, pasaba completamente por encima de la escuadra dirigida por Víctor Muñoz, goleándole por 4-1, en un choque en el que la tremenda debilidad defensiva de los blanquillos hacía el resto. Tres jornadas, dos puntos, y el equipo no termina de arrancar.

Tal y como venía ensayando durante la semana, Víctor Muñoz repetía once titular sobre el césped del Mini Estadi. Eso sí, el encuentro era tal y como se preveía, con el filial del Barça dominando por completo la posesión y llegando con mucho peligro, sobre todo por la banda derecha de Adama. De sus botas nacía la primera ocasión, desarbolando a Diego Rico y encontrándose en el disparo con un Whalley bien colocado que atajaba en dos tiempos. El lateral, por cierto, veía la tarjeta amarilla en su primera falta del encuentro.

El dominio crecía y crecía hasta hacerse prácticamente total por parte de los locales, que presionaban arriba y a punto estaban de encontrar rédito en una mala cesión atrás de Galarreta que solventaba Whalley, de nuevo, con una rápida salida a los pies de Dongou. Entre el guardameta y Vallejo, imperial en labores defensivas, sostenían a un equipo al que no le duraba el balón más de 10 segundos.

Hasta el minuto 20. La banda derecha comenzaba a aparecer con el propio Álamo y también con Fernández que ponía un buen centro sin encontrar rematador. De nuevo de un centro del canario nacía el primer disparo a puerta de los maños, obra de David Muñoz que se encontraba en la cepa del poste derecho con el meta blaugrana. Y Galarreta daba unas buenas muestras de su enorme calidad.

Pero en el mejor momento del Real Zaragoza, apareció Óscar Whalley para realizar dos paradas antológicas. Tras un jugadón de Adama, el público local ya cantaba gol con un disparo de Dongou ante la que el meta maño respondía con una estirada felina. Y, en el rechace, también a bocajarro, mismos protagonistas y mismo final. Como los blaugranas no podían con el arquero zaragocista, tuvo que aparecer el colegiado para desequilibrar el encuentro.

Centro a balón parado que Dongou remataba desde la frontal en posición correcta, no así otro jugador blaugrana que hacía la intención de jugar en clarísimo fuera de juego. El linier lo anulaba, pero el colegiado finalmente lo daba por bueno, llegando el 1-0 a pesar de las protestas blanquillas. Y con todo en contra, Pedro se hacía daño en un balón dividido en la rodilla y tenía que ser sustituido por Eldin Hadzic en el minuto 40. No pudo debutar con mejor pie, ya que tras un centro de Galarreta y dejada espectacular de cabeza de Borja, el propio Eldin colocaba el balón en las redes haciendo el 1-1 con el que se llegaba al descanso. Un tanto que hacía justicia a los méritos blanquillos.

Segunda parte

Sin tiempo para sentarse en el sofá, el 2-1 del Barça B. Una serie de rechaces, la zaga aragonesa incapaz de despejar y finalmente Dongou batía a Whalley a prácticamente dos metros de la portería. Faltó contundencia y, de nuevo, obligados a remar contracorriente. Y para ayudar a ello, Víctor Muñoz hacía debutar a Willian José en detrimento de David Muñoz.

Pero de poco serviría, porque de nuevo en una jugada que nacía por la banda derecha, el esférico caía a la cabeza de Gumbau, recién incorporado, para hacer el 3-1. Difícil papeleta para un equipo que no había ofrecido mala imagen, pero que se derrumbaba con su debilidad defensiva. El daño ya era irreparable y todavía sería más grande. Antes de llegar al 70, balón a la banda izquierda del ataque culé que llegaba a Joan Román, quien aprovechaba la escasa intensidad de Fernández para cruzar el balón y hacer el doloroso 4-1.

El choque entraba entonces en lo conocido como “los minutos de la basura”, aunque Adama no tenía previsto bajar su intensidad y seguía una y otra vez maltratando la figura de Diego Rico. Los de Víctor Muñoz, lejos de reaccionar, deseaban una y otra vez que finalizara un infierno antes de que la goleada se convirtiera en histórica. Pudo Eldin recortar distancias, pero se estrelló con el larguero. Por fortuna, el pitido final acudió al rescate de un conjunto aragonés que tan sólo suma dos puntos de nueve y que ahora afronta una doble cita con la obligación y urgencia de atar el botín completo. Sin excusas.