Detectadas nuevas poblaciones de náyades en el Ebro

La CHE ha detectado nuevas poblaciones de náyades en el Ebro, entre ellas, el primer ejemplar vivo, de unos 15 años, de Margaritifera auricularia conocido en Navarra. El hallazgo constata que esta especie es viable en el cauce principal del río, a pesar de encontrarse en peligro de extinción y sufrir la amenaza de las especies invasoras.

Zaragoza.- La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), organismo autónomo, adscrito al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), ha realizado una serie de prospecciones de náyades en el curso medio del Ebro, base para un estudio sobre su composición, distribución y abundancia, que han constatado la supervivencia de Margaritifera auricularia en Aragón y Navarra.

Precisamente, en Navarra se ha detectado el primer ejemplar vivo conocido en dicha Comunidad, lo que certifica que esta especie es todavía viable en el cauce principal del Ebro, a pesar de las amenazas y de seguir considerándose en peligro de extinción, más aún teniendo en cuenta que el ejemplar hallado es relativamente joven, se estima de unos 15 años, para una especie muy longeva que puede alcanzar los 100 años.

El estudio ha descubierto también nuevas poblaciones de otras de las principales náyades, también amenazadas y tiene como objetivo conocer al máximo su realidad en el cauce para que la gestión del río tenga en cuenta las necesidades de conservación. En concreto, se refería a las cuatro especies de grandes bivalvos de agua dulce Margaritifera auricularia, Unio mancus, Potomida littoralis y Anodonta anatina.

El trabajo, que se ha desarrollado en los veranos de los últimos tres años financiado por la Confederación Hidrográfica, se suma a los dos realizados en Aragón en 2012 y 2013, que ya complementaban estudios anteriores. Esta labor en continuo se enmarca en la línea de colaboración del Organismo de Cuenca con las Comunidades Autónomas, administraciones que tienen la competencia en materia de conservación de la fauna.

Los ejemplares que se localizan de Margaritifera auricularia, especie catalogada en peligro de extinción, se identifican siempre tras el hallazgo con un número con el que pasan a formar parte de inventarios de las Comunidades Autónomas, lo que permite reconocer nuevos ejemplares y colonias, como ha sido el caso.

Las prospecciones se han centrado en 55 tramos entre Novillas y Escatrón (Aragón) y 12 entre Castejón y Cortes (Navarra), seleccionados por su alto valor ecológico e idoneidad como hábitat para las náyades, así como por las necesidades de gestión hídrica del Organismo de Cuenca. Las labores, autorizadas por el Gobierno de Aragón y por el Gobierno de Navarra, las ha ejecutado un equipo técnico que incluye especialistas en biología y actividades subacuáticas, con gran experiencia en esta materia.

Los resultados obtenidos permiten diferenciar 3 tramos en función de la composición y estructura de las poblaciones de náyades en Aragón. El primero el de Novillas-Juslibol (Zaragoza), donde existen numerosas poblaciones de náyades, siendo predominante P. littoralis. Aparecen escasos individuos de U. mancus y A. anatina. Se ha descubierto un nuevo ejemplar vivo de Margaritifera auricularia y numerosas conchas vacías de M. auricularia. El segundo, Zaragoza-Pina de Ebro, donde las poblaciones de náyades son muy escasas, formadas por muy pocos individuos, y no sobrevive M. auricularia. Y por último, Quinto de Ebro- Escatrón, con escasas poblaciones de náyades en las cuales A. anatina es la especie predominante seguida de P. littoralis. La especie U. mancus es muy escasa y M. auricularia no se ha detectado.

Por su parte, en el tramo navarro de Castejón-Cortes, que se ha prospectado en agosto de 2014, los primeros resultados avanzan que las poblaciones de náyades no son más numerosas que en Aragón y están compuestas principalmente por P. littoralis y A. anatina, siendo muy escasa U. mancus y M.auricularia. A esto se suma el hallazgo del ejemplar de M. auricularia.

No obstante, todas estas especies cuentan con una amenaza añadida a su delicado ciclo biológico, que requiere de un pez hospedador de sus larvas (gloquidios): la presencia del mejillón cebra y de la almeja asiática, especies exóticas invasoras. Buena parte de las náyades localizadas tenían adherido a sus conchas uno o más mejillones cebra, a pesar de que no había colonias densas de éstos en las cercanías. Además la almeja asiática tapiza el lecho fluvial en la mayoría de los tramos con náyades, alterando así el ecosistema fluvial natural.