Zaragoza.- Los resultados de las pruebas realizadas por el Centro Epidemiológico de Majadahonda han arrojado resultados negativos. El paciente de Guinea Conacry sospechoso de padecer ébola finalmente no padece esta enfermedad. No obstante, el gerente del Salud, Ángel Sanz, ha asegurado que el paciente permanecerá aislado hasta que se le realicen otras pruebas definitivas, algo que se producirá este lunes cuando en Madrid se produzca el contraanálisis.
Estas pruebas, según ha indicado el director General de Planificación y Ordenación de Servicios Sanitarios, Antonio Villacampa, “se hacen porque lo dicta el protocolo, no porque haya ningún riesgo”.
Los análisis previos realizados al paciente, que el Salud ha dado a conocer esta mañana, han detectado que el guineano sufría malaria.
El paciente fue trasladado ayer hasta la habitación donde se encuentra aislado en el Hospital Royo Villanova desde las Urgencias del Hospital Miguel Servet, alrededor de las 22.00 horas. Había acudido hasta allí con fiebre alta, dolor de garganta y cefalea. Unos síntomas que, unido a que había estado en un país de riesgo, hicieron que se activase la alerta.
El cuestionario previo que se le realizó al paciente detectó que sólo habían estado en contacto con él su mujer, sus cuatro hijos, y el personal sanitario que le había atendido desde que empezó a tener dolores el día 17 de agosto, cuando acudió al centro de salud de Torreramona.
Todas las personas en contacto con el enfermo han recibido atención sanitaria y un control realizado cada 12 horas, como marca el protocolo, que ha confirmado todas las veces que ninguno presentaba ningún síntoma.
El hospital y el personal sanitario
Hasta que se realicen los análisis definitivos el próximo lunes, el paciente permanecerá en una habitación aislada del hospital Royo Villanova, en la planta cuarta.
Esta habitación se encuentra en un ala específica que no tiene ningún contacto con otros pacientes y, en ella, las habitaciones tienen un sistema de seguridad para casos de enfermedad contagiosa.
Así, las cinco habitaciones de las que se dispone en el hospital tienen una doble puerta y un sistema de presión negativa “que hace que el aire solo pueda entrar desde fuera hacia adentro pero que, antes de ser expulsado al exterior, tenga que ser filtrado”, ha explicado el gerente del Salud. Aunque esta sería sólo una medida adicional, ya que "el ébola no se transmite por el aire sino por los fluidos corporales de la persona enferma", ha asegurado Sanz.
Además, el responsable del Salud también ha asegurado que todo el personal sanitario que está en contacto con el paciente –una enfermera, una auxiliar, un médico y el jefe de guardia-, “está perfectamente equipado con todos los dispositivos: trajes, guantes, mascarillas, buzos... para garantizar la seguridad del personal sanitario”.
En este sentido, Villacampa ha querido destacar que también todos los materiales sanitarios y de cualquier otra índole que entran en contacto con fluidos del paciente, “se eliminan en un sistema de reciclaje especial contratado por el Gobierno de Aragón”.
