Zaragoza.- Miguel Zarzuela es el coordinador general de Ebrópolis, la Asociación para el Desarrollo Estratégico de Zaragoza y su Entorno que cumple 20 años en este 2014 buscando, puliendo y proponiendo ideas para mejorar la vida diaria de los vecinos de la capital aragonesa y sus alrededores.
Como responsable de esta entidad desde hace casi dos años, Zarzuela confiesa que en un tiempo de dificultades ha aprendido mucho y que es partidario de que los entes locales establezcan redes de colaboración en vez de enfrentarse en una competencia poco rentable, asegura.
Pregunta.- ¿Cómo ve su labor al frente de Ebrópolis?
Respuesta.- Llevo dos años de coordinador general, pero ya me tocó trabajar con Ebrópolis en su primer Plan Estratégico para preparar todo el ámbito de cultura. Ahora he vuelto a aprender de una situación crítica que hemos sabido superar como asociación independiente que agrupa a numerosas entidades e instituciones de distinto cariz político, financiero, sindical o vecinal. Podemos estar orgullosos de que durante 20 años Ebrópolis ha sido el único foro que existe en la ciudad y en el que participan todos los entes que tienen algo que decir sobre el futuro y la realidad de Zaragoza.
P.- ¿Qué aporta esa variedad de organismos a la actividad de la asociación?
R.- Ebrópolis no gestiona sino que propone y analiza. Somos un instrumento de gran valor para las instituciones que verdaderamente gestionan, que son las elegidas por los ciudadanos, y dada la distribución territorial de Aragón somos útiles tanto para el Ayuntamiento, como para la DPZ y la DGA. Si Ebrópolis no existiera sería muy difícil crearla en estos momentos.
A nivel comunitario estamos trabajando en una dinámica que marcó la Unión Europea que es el 2020, de manera que todas las ciudades que se precien de tener un elemento parecido a Ebrópolis trabajan con el mismo horizonte. De hecho, Europa, en las nuevas propuestas de ayudas, colaboraciones y apoyos, va a dar relevancia a las ciudades que tengan ese instrumento de análisis estratégico de ciudad.
Participación ciudadana
P.- ¿Qué trabajo realiza la entidad para sacar las propuestas y cómo se coordina a más de 200 actores?
R.- Todos los grupos políticos están en Ebrópolis y yo me atrevería a decir que las propuestas que hacemos podrían ser un elemento de consenso del 60% de las candidaturas que se presenten en Zaragoza.
Nuestros objetivos son los medios, es decir, si queremos participación y transparencia, y los medios son participación y transparencia. Una de nuestras piedras angulares es un sistema de indicadores permanente, un observatorio urbano en el que cada año establecemos una serie de análisis, a través de medidas y expertos, y donde también funciona la variedad de nuestros miembros. En nuestros trabajos analizamos movilidad, acción social, sostenibilidad, medio ambiente y somos capaces de concluir cómo está en estos momentos la ciudad de forma aséptica.
P.- Entonces, ¿el ciudadano tiene una responsabilidad importante en la configuración de una ciudad?
R.- El ciudadano en estos momentos está demandando que exista transparencia, que haya una relación del poder elegido con el votante y que no solo se vote cada cuatro años. Ebrópolis otorga esas opciones, es decir, que de manera independiente nosotros seamos capaces de incorporar a la sociedad para que pueda participar y plantear sus opciones.
A veces la administración política tiene dificultades para desarrollar el voto más allá de cada cuatro años, pero sí puede sustentar opciones independientes, como nosotros, donde los ciudadanos se pueden expresar tranquilamente. Aquí no hay crispación sino contraposición de pareceres, y no se utilizan como elementos políticos de rechazo.
P.- ¿Deben ser los ciudadanos los que conozcan esos cauces?
R.- Eso es ya es también una cuestión consustancial a la sociedad moderna. Tenemos la mayor capacidad de información y la mayor incapacidad para interpretarla, y siempre tendremos un nivel de personas que dirán que no han conocido los cauces, pero los elementos existen. Dentro de Ebrópolis están las grandes federaciones de vecinos, los ayuntamientos, las organizaciones empresariales, sindicales…Habrá gente que no accederá, pero los mecanismos están ahí para que cada cual pueda implicarse en el momento y en la medida que quiera.
P.- Uno de los temas que está sobre la mesa y que produce el debate entre los vecinos es la Línea 2 del tranvía, ¿este tipo de proyectos tendría que contar con la ciudadanía antes de iniciarse?
R.- Hay tres valoraciones. La primera sería técnica, por ejemplo, nosotros hemos desarrollado un sistema georeferencial para analizar las opciones de posibles viales del tranvía e interpretar las distintas propuestas. En segundo lugar, habría una cuestión social: el que lo utilice estará contento y el que no estará descontento porque no le ha llegado o porque se siente afectado en sus opciones habituales de transporte.
En tercer lugar está la política. Yo creo que el tranvía no es ni de izquierdas ni de derechas, en las ciudades españolas sabemos que hay opciones de gobierno que han optado por este medio y son de izquierdas y de derechas. Hay que rechazar la utilización crispada de ciertas cuestiones fundamentales para la ciudadanía como opción política, porque estamos en una situación muy difícil. Ni el metro, ni el tranvía, ni la forma conjugada de las distintas formas de transporte son opciones políticas de una ideología, la cuestión es hacerlo bien, en condiciones y adaptándose a la situación que vivimos en estos momentos.
P.- ¿Pero y cómo puede hacer la gente para expresar su opinión sobre el segundo vial del tranvía?
R.- La forma en la cual el ciudadano se puede sentir a gusto participando es cuando le viene el proceso de una parte totalmente neutra. Para eso Ebrópolis es muy interesante, y estoy adelantándome porque nadie nos ha hecho la propuesta, pero sería correcto utilizar un órgano que agrupa todas las opciones para que éste fuera el que recabará la información directa de los ciudadanos. Hemos hecho encuestas de forma habitual mediante las que sacábamos las opiniones sin que la gente atienda al sentimiento o a la opción política, sino a sus intereses.
Seríamos la formula neutra y apoyada por todos los sectores para poder desarrollar el tema del tranvía y cualquier otra opción.
Resultados visibles
P.- ¿Qué aspectos tangibles puede ver el ciudadano?
R.- Hay momentos en los que es difícil explicar lo que hace una masa gris como Ebrópolis, cómo analizas que esto llegue al ciudadano medio. En los veinte años que hemos cumplido podemos decir que el 80% de las grandes propuestas que han tenido sentido en la ciudad durante este tiempo pasaron por nosotros de forma inicial y tuvieron un consenso previo, una etapa en la que solo depuramos los proyectos, no los lanzamos. Son propuestas como la Expo 2008, sobre movilidad, la huerta de Zaragoza.
Ahora lo que más nos interesa, y el ciudadano es lo que espera, es ir hacia la sostenibilidad ambiental del territorio, de la ciudad y su entorno, la mejora en la sensación de la calidad de vida y la generación de empleo. Relacionado con esta última, a partir de estos días, la rehabilitación interna de las urbes va a ser fundamental porque no se va a crecer como antes, paralelo con el tema del ladrillo, esto creará empleo y llevará a la ciudad consolidada a un mejor panorama cada día.
Hemos detectado que Zaragoza tiene un problema psicológico de autoestima, porque presentada a cualquier persona de fuera es agradable, y se ve la variedad que tiene, pero falta que el ciudadano crea en ella. Hay una cuestión a analizar de los poderes políticos, de la crispación, y ahí estamos nosotros también para equilibrar la situación.
P.- Entre las actividades en las que participa Ebrópolis se encuentra el Congreso de Responsabilidad Social Empresarial, ¿qué papel juega la asociación en este foro?
R.- El Congreso nos lo encontramos con las dos ediciones que ya se habían realizado y nos hicieron la propuesta para ser el paraguas organizativo en la siguiente cita de febrero de 2015.
La responsabilidad social sería otro de los elementos clave, sobre todo, cuando hablamos de valores, y esto es importante porque podrán cambiar los objetivos, pero los mecanismos para conseguirlos tienen que ser limpios, claros y aceptables. En este sentido, la propuesta de dirigir el Congreso RSE era importante para Ebrópolis y para el Comité científico y organizador les venia muy bien que una entidad como la nuestra pudiera ser quien sustentará la personalidad.
Creo que va a ser un buen Congreso y va más allá de la ciudad, porque participan empresas y personalidades de todos los ámbitos pero a nivel nacional.
P.- Otro evento que ampara la entidad que coordina es el Premio a las Buenas Prácticas Ciudadanas, ¿qué se recompensa con este galardón?
R.- Es un premio que nació con la idea, en la línea del Congreso RSE, de que todo el mundo puede hacer su labor económica, pero también hay algo que le aporta un valor más allá. Es decir, tienes una empresa y sacas buenos resultados, pero a su vez tienes unos valores especiales, por ejemplo, en el trato a tus empleados, a incorporar a los más necesitados o amparas a una entidad con una labor social importante.
Ésta va a ser la decimotercera edición, el plazo finaliza el 23 de octubre y la entrega será en diciembre. Para entenderlo mejor, el año pasado se premió a la Asociación de Padres y Madres del IES Pedro de Luna por una propuesta de un banco de libros y a la sección de Químicas de la Universidad de Zaragoza por el tiempo que lleva captando proyectos para capacitar a los estudiantes y en la atracción de ingresos.
Mirada al pasado y al futuro
P.- ¿Qué valoración hacen de todo el trabajo de la organización?
R.- Somos sede anual de todas las ciudades que tienen planes estratégicos en España y también de todas las entidades locales que forman parte de la Red Iberoamericana de ciudades por la estrategia urbana. En este sentido, nos damos cuenta de que Zaragoza es la media aceptable para todos, para los grandes porque se sienten bien y para los pequeños porque saben de nuestra importancia. En estos momentos, nuestra ciudad puede ser líder en la experiencia de ciudades medias.
P.- ¿Qué camino va a llevar Ebrópolis?
R.- A finales de este año queremos lanzar 20 propuestas concretas con motivo del 20 aniversario y del objetivo 2020 europeo. Estaremos en época electoral, pero será algo noble asumido y consensuado por todos los socios para el desarrollo de la ciudad, y sería importante tenerlas en cuenta para el que gobierne la ciudad.
Nosotros podríamos, y deberíamos, desarrollar mucho más las relaciones externas de la ciudad y el entorno, en temas iberoamericanos y europeos. Pienso que somos el órgano más eficaz en estos momentos para lograr que la ciudad esté en los distintos eventos, entidades o redes de ciudades.
