Zaragoza.- La Asociación Canina K9 Aragón ya ha cumplido su primer año de vida. La creación de esta organización sin ánimo de lucro no podría estar más acorde a los tiempos que corren, y es que, tras crear un grupo de WhatsApp, los policías que a día de hoy conforman la Asociación comenzaron a intercambiar ideas y así nació la entidad. K9 está compuesta por nueve perros y unos 25 socios, de los cuales quince son policías locales de distintos municipios de la Comunidad Autónoma.
El objetivo inicial, tal como ha asegurado su presidente, Luis Prades, era “asistir a todos los policías de Aragón que no tienen la oportunidad de crear unidades caninas en los municipios donde trabajan, de manera que sus perros pudieran desarrollar una labor social”. Asimismo, se pretendía que los alcaldes y los ayuntamientos de los distintos municipios “viesen la labor de estos animales de cara a la prevención y a erradicar, en la medida de lo posible, el consumo de estupefacientes en la vía pública”.
Conforme fue pasando el tiempo y las oportunidades llegaban, los objetivos de la entidad han ido aumentando. Así, Prades ha valorado el primer año de vida de la organización como “muy positivo”.
En este tiempo, K9 ha conseguido la creación de las bases para poner en marcha dos unidades caninas en dos municipios turolenses: una en Andorra y otra en Alcañiz. Además, la Unidad Canina de Zuera, localidad en la que trabaja el presidente de la organización, comenzó su andadura el pasado mes de septiembre y su nacimiento fue a la par del de la propia Asociación.
Otra de los aspectos positivos que ha permitido ampliar el horizonte de la colaboración social de K9 ha sido el logro de un contrato con una empresa que organiza exposiciones en localidades aragonesas. De esta manera, los miembros de la organización tienen la posibilidad de enseñar, tanto a los Ejecutivos de los municipios - para alentar la creación de futuras unidades caninas- como al público general, la forma de trabajar con los perros policías y cómo se puede adiestrar a las mascotas.
Durante estas exhibiciones, los guías caninos junto con los perros policía y los animales que están en formación, enseñan al público las habilidades de los animales a la hora de realizar circuitos. Pero estas muestras no acaban aquí, y es que durante el desarrollo los policías esconden drogas en obstáculos que ponen en la pista o en los vehículos que trasladan hasta las localidades.
La participación del público es otro de los aspectos que asegura el éxito de estas exhibiciones y que hace las delicias de los más pequeños. De esta manera, al igual que se hace búsqueda de drogas escondidas en elementos presentes en la pista, los integrantes de la entidad requieren la colaboración del público para simular lo que sería una búsqueda en personas, una situación que se produce a menudo en los controles policiales los fines de semana.
Pero no sólo es el público adulto quien participa en estas muestras, sino que también se hace partícipes a los más pequeños de la casa. En este caso, con la presencia de niños elaboran una especie de juegos en los que los animales realizan un recorrido superando obstáculos y arrancando sonrisas a los asistentes.
“Las exhibiciones tienen un impacto muy bueno. Llaman mucho la atención ya que la gente no está acostumbrada a ver como trabajan los perros policía. Los públicos joven e infantil son los que más nos siguen”, ha asegurado Prades.
Perros policía
De los nueve perros que están en la Asociación, Jota (de Zuera) ya patrulla por las calles del municipio como agente de la autoridad. Además, Negri (de Andorra) y Tula (de Alcañiz) empezarán a trabajar, según se espera, pasado este verano.
La elección de la raza correcta para desempeñar esta labor es muy importante. Deben ser perros ágiles y estar en muy buena forma para que puedan desarrollar su trabajo de la mejor forma posible, según ha indicado Prades.
Los objetivos principales de estos perros son controlar el consumo de estupefacientes en la vía pública, sobre todo durante los fines de semana; ayudar a los agentes en los controles que se realizan; y evitar el “menudeo”, es decir, el tráfico de pequeñas cantidades de drogas, principalmente en los institutos.
La preparación de estos animales, antes de que puedan ejercer labores de búsqueda, ronda los doce meses. Así, sus adiestradores trabajan con sustancias que la Farmacia del Gobierno de Aragón cede temporalmente. Es decir, se trabaja con drogas que han sido decomisadas en la Comunidad Autónoma. Estas sustancias se utilizan alrededor de seis meses ya que pasado ese tiempo el olor pierde fuerza o hasta que el juez dicta sentencia y ordena la destrucción de las mismas.
“La aceptación es muy buena, a los niños y a la gente mayor les encanta acercarse”, ha asegurado Prades. “Te hablan y te dicen que es muy bonita, en definitiva, rompe la barrera entre el policía y el ciudadano, es una manera de hablar de algo que no sean multas o tráfico”, ha destacado.
Labor educativa
Otra de las oportunidades que han surgido a la luz de la creación de K9 y de estas unidades caninas en diversos municipios aragoneses es el desarrollo de una labor educativa.
Así, durante el curso escolar 2013-2014 se han llevado a cabo charlas y exhibiciones en distintos colegios de la Comunidad Autónoma. La finalidad de estas sesiones es concienciar a la juventud de los peligros que conlleva el consumo de drogas, enseñar el trabajo de los perros policía y dar alguna pincelada de cómo se puede adiestrar a las mascotas.
En función de la edad de los grupos a los que va dirigida la actividad se plantea de una manera o de otra, ya que se trabaja con niños desde primero de Educación Infantil hasta alumnos de Bachillerato.
“A cada grupo de edad se les habla de una forma determinada. Por ejemplo, a los más pequeños se les enseña que Jota hace trucos de magia con su nariz y encuentra cosas. Los de Bachiller saben de sobra lo que son las drogas, incluso algunos las han probado, por eso se les habla más concienzudamente de los peligros de su consumo”, ha explicado Prades.
Desde K9 consideran que esta es una de las labores “más agradecidas” que lleva a cabo la entidad y esperan de cara al curso que viene poder seguir con ella. Prades ha señalado que confían en poder llegar a todo el territorio autonómico ya que los miembros de la Asociación están “repartidos por todo Aragón”.
Uno de los centros educativos en los que K9 realizó durante este curso escolar una exhibición es el CEIP Jerónimo Blancas. Su directora, Yolanda Polite, ha asegurado que la actividad fue “muy bien y muy positiva para los alumnos”.
Asimismo, Polite ha destacado que es “muy importante el acercamiento hacia el Cuerpo de la Policía ya que a veces lo ven como algo negativo”. De esta manera aprenden “cuál es la labor que hace la Policía y el esfuerzo que se hace en la búsqueda del control y la seguridad, y como los perros ayudan a ello”.
Bomberos Sin Fronteras
Además de la labor educativa, con la creación de la Asociación Canina K9 se ha puesto en marcha un convenio de colaboración con la delegación zaragozana de Bomberos Sin Fronteras (BSF).
Esta organización no gubernamental surgió en Valencia en el año 1993. Poco a poco se ha ido extendiendo por toda la geografía española, y hace apenas unos meses ha aterrizado en la capital aragonesa.
“Somos una ONG que nos dedicamos sobre todo a la ayuda cuando hay catástrofes, aunque también contribuimos al desarrollo”, ha explicado su delegada en Zaragoza, Amparo Minguell.
Cuando se trata de intervenciones en catástrofes habitualmente actúan con bomberos especializados, con guías caninos y con personal sanitario. Para este tipo de intervenciones nace el convenio de colaboración con K9. La finalidad de este trabajo conjunto es “poder preparar a guías caninos para el rescate”, ha señalado Minguell.
En el mes de mayo comenzó el adiestramiento de los perros para la búsqueda de personas desaparecidas y en la actualidad se está trabajando con cuatro animales, dos de K9 (Jota y Negri) y otros dos que son propiedad de miembros de BSF.
El adiestramiento de estos perros permite la búsqueda de personas desaparecidas tanto en estructuras colapsadas como en espacios abiertos, e incluso para actuar “cuando haya personas ahogadas, ya que son capaces de localizarlas cuando están en el fondo”, ha concluido Minguell.
El presidente de K9 ha señalado que este trabajo de adiestramiento es “largo”. Además, ha indicado que en este proceso “se trata de enseñar al perro a que sepa cuando busca personas y cuando sustancias ilegales y para ello es para lo que estamos trabajando”, ha explicado.
Así, para que el perro busque drogas se le enseña a hacer el marcaje de forma pasiva, es decir, se les adiestra para que se sienten o se tumben en caso de que encuentre lo que buscan. “Lo que se les enseña cuando se trabaja en rescate de desaparecidos es a que ladren”, ha concluido Prades.
