Zaragoza.- Los 15 votos del Partido Popular han sido suficientes para sacar adelante una moción en la que pedían que se autorizase a los taxistas a realizar determinados giros a la izquierda. La abstención de Chunta Aragonesista y los trece votos en contra de Partido Socialista e Izquierda Unida no han podido tumbar esta iniciativa, que habría contado con más apoyos si los populares hubieran aceptado incluir en el texto un punto en el que se aclarase que las autorizaciones fuesen precedidas por informes técnicos y de Policía Local.
A pesar de que la moción del PP se haya aprobado, desde el Departamento de Movilidad y Servicios Públicos han aclarado que no se aprobará ningún giro a la izquierda que no cuente con el beneplácito de informes de técnicos del Área que garanticen la fluidez del tráfico, así como de informes de la Policía Local en los que se plasme que se garantiza con los cambios la seguridad vial.
La consejera municipal de Servicios Públicos y Movilidad, Carmen Dueso, ha recordado que el Ayuntamiento ha puesto en marcha medidas como el ZTaxi que ayuda al sector. Además, ha asegurado que el Consistorio ya ha aprobado algunas propuestas que han venido de parte del sector del taxi, pero “una cosa es que el Ayuntamiento acepte medidas que favorezcan medidas a los taxistas y otra muy distinta es que los políticos adoptemos decisiones que son exclusivamente técnicas y mucho menos cuando afectan a la seguridad”, ha remarcado Dueso.
En este sentido, Dueso no considera que sean los políticos quienes tienen que decidir si un vehículo puede o no girar a la izquierda. Se trata de un asunto que debe corresponder, según la titular municipal del ramo, los servicios de Movilidad y Policía Local quienes deben estudiar la fluidez del tráfico y la seguridad vial.
La concejal del PP Gemma Bes ha destacado la labor del sector del taxi en la ciudad, que ha calificado como “un actor activo y necesario del transporte público”. La formación lamenta que los taxistas “lleven años padeciendo problemas coyunturales por la crisis y el descenso de su utilización”. Los populares no han conseguido arrancar ningún compromiso del Gobierno local.
La propuesta del PP solicitaba que se autorizara a los taxistas girar a la izquierda en el trayecto de Gran Vía a Fernando el Católico. Sin embargo, los informes son desfavorables “por razones de seguridad”. Desfavorables también son los informes referidos a permitir el acceso al Coso Alto porque “se generaría una grave situación de inseguridad vial porque es un espacio básicamente peatonal que sólo admite el paso del tranvía a diez kilómetros por hora”. Respecto a autorizarles a seguir recto hacia e puente de Santiago desde la avenida de César Augusto en el cruce por Echegaray y Caballero, se rechaza porque “implicaba quitar tiempo a los ciclos semafóricos, lo que congestionaría la intersección complicando el tráfico para todos”.
En representación de la Asociación Provincial Autotaxi, Mariano Morón, ha lamentado las dificultades que atraviesa el sector. “No pretendemos que nos solucionen los problemas económicos, sino que nos faciliten los aspectos que beneficiarían a un sector público que es”. La asociación apuesta por la convivencia de todos los medios de transporte y asegura que no quieren entorpecer la labor del tranvía, pero tampoco quieren que existan prioridades.
El concejal de IU Raúl Ariza considera que el problema es el ratio que tiene Zaragoza de taxis por habitante. Así, consideran que en Sevilla hay un taxi por cada 310 personas, en Valencia uno por cada 285, Madrid hay un taxi por cada 208 personas y en Zaragoza uno por cada 379, por lo que “es muy difícil, y por eso meten tantas horas, porque los costes se van incrementando”. El edil ha planteado que una persona no pueda tener más que una licencia y ha invitado a que los representantes de los taxistas y técnicos de movilidad se sienten para abordar la situación.
La concejal de CHA Leticia Crespo ha reconocido que el taxi es uno de los colectivos más afectados por la crisis y se ha mostrado dispuesta a estudiar las herramientas necesarias para paliar los efectos de la crisis. Para la formación es “osado” avalar cuestiones que no tengan detrás informes técnicos positivos.
