Zaragoza.- La Audiencia Provincial de Zaragoza ha juzgado este lunes a Esperanza M. R. por, supuestamente, adueñarse de más de 200.000 euros de la cuenta de su esposo fallecido. Una cantidad que, según ha mantenido la acusación, debía heredar una de las tres hijas de éste, Laura M. F., a la que instituyó como heredera única y universal en el testamento.
El Ministerio Fiscal mantiene su petición de dos años de prisión para esta mujer por un delito de apropiación indebida, una multa de alrededor de 1.440 euros (a razón de ocho meses con una cuota diaria de seis euros) y el pago de una indemnización de 201.000 euros.
Por su parte, la letrada de la acusación, Cristina Remón, ha elevado su petición de tres a cinco años de prisión, una multa de 2.400 euros (a razón de ocho meses por diez euros diarios) y el pago de una indemnización de 219.744 euros.
Esperanza M. R., que este lunes se ha acogido a su derecho a no declarar, se casó con José Luis M. G. en octubre de 2001. Ambos tenían hijos de sus anteriores matrimonios. En 2004 otorgaron testamento en el cual el hombre legó a dos de sus hijas un euro a cada una, a su esposa el plan de pensiones que poseía y a otra de sus hijas, Laura M. F., la instituyó heredera única y universal "en el remanente de todos sus bienes, derechos y acciones".
Los hechos juzgados se remontan a 2009 cuando, según entiende Fiscalía, la acusada, conocedora del testamento que ambos otorgaron en octubre de 2004, saca de una de las cuentas de su esposo (en marzo de 2009) 100.000 euros. Una semana después 15.400 euros y, en noviembre de 2009, dos meses antes del fallecimiento de su marido, 101.000 euros, dejando la cuenta con un saldo de 16 euros.
Los más de 200.000 euros de los que, supuestamente, se apropió Esperanza M. R. retirándolos en tres veces de una de las cuentas del fallecido provenían de un apartamento que el fallecido compró en 2002 en Oropesa del Mar y que vendió posteriormente.
Laura M. F. ha asegurado ante el juez que ella mantenía una relación “muy buena” con su padre y ha explicado que el testamento es “una compensación” por un dinero que ya había dado anteriormente a sus hermanas. “Mi padre me dijo que vendía el apartamento y que dejaba el dinero en una cuenta para mí, para que viviera más desahogada”, ha señalado Laura M. F. a preguntas de su abogada.
José Luis M. G. falleció en enero de 2010 tras una enfermedad que le llevó a ingresar en una residencia en 2007. La denunciante ha aseverado que su padre ingresó “de forma voluntaria” y ha señalado que su estancia en este centro se pagaba con la pensión que recibía su padre.
También ha declarado ante el juez el letrado Juan S., quien ha aseverado que negoció con la letrada de la acusación la extinción del usufructo. Según ha declarado, la entidad bancaria precisaba la firma de Laura M. F. para que Esperanza M. R. pudiera acceder al plan de pensiones que le legó su esposo fallecido. Ha apuntado que la mujer “no ha podido cobrar el legado”.
Asimismo, el letrado de la defensa, Sergio Inglán, ha aportado un justificante de la residencia donde ingresó el ahora fallecido sobre su estado. El letrado ha apuntado que “nadie sabía que iba a fallecer”.
Fiscalía considera que esta prueba “no es relevante” ya que está fechada en 2008. Así, mantiene su pena de dos años de prisión al entender que el dinero “es del fallecido” y, por tanto, “de la heredera universal, Laura M. F.” Considera que se la mujer se ha apropiado” de un dinero que no es suyo”.
La acusación ha elevado su petición a cinco años de cárcel y ha recordado que han pasado cuatro años y medios desde la muerte del padre de su cliente y la acusada “nunca ha puesto a disposición ese dinero”.
Por su parte, el letrado de la defensa, Sergio Inglán, ha pedido la libre absolución para Esperanza M. R. y ha asegurado que su cliente “siempre tuvo la conciencia de que ese dinero era de los dos” y que el matrimonio presentaba “una relación estable y duradera”. Asimismo, ha puesto de manifiesto que se está utilizando “el procedimiento penal” para tratar “cuestiones civiles”. Inglán ha alegado que ambos utilizaron ese dinero “como creyeron oportuno”.
