SUCESOS Y TRIBUNALES

Dos nuevos detenidos del clan Zapato Veloz por el caso del cura de Borja

La Guardia Civil ha arrestado a dos miembros del clan Zapato Veloz por el caso del cura de Borja. Ambos pasarán mañana a disposición judicial. Los arrestos se producen después de nuevas tomas de declaración a testigos y del análisis de las llamadas recibidas por el sacerdote. La Benemérita contabiliza 1.299 llamadas del clan al mosén.

Zaragoza.- En noviembre del 2013 se destapó el caso del cura de Borja con la detención del propio sacerdote y de cinco miembros de un clan de etnia gitana que vivía en esta localidad zaragozana. Se trataba de la supuesta extorsión al religioso, quien llegó a descapitalizar las cuentas parroquiales. Este martes, la Guardia Civil ha detenido a dos personas más.

Los hoy arrestados, Alfredo C.T. y Lourdes P.M., son también miembros de la familia conocida como “Zapato Veloz” y están imputados por los delitos de pertenencia a banda criminal y extorsión, según fuentes consultadas por ARAGÓN PRESS. Ambos pasarán este miércoles a disposición del Juzgado de Instrucción de Tarazona para declarar.

Según las mismas fuentes, los arrestados tienen diferente participación en el asunto. En concreto, uno de ellos, la mujer, sería una de las dos jóvenes que le hacía los servicios sexuales al sacerdote. Asimismo, la investigación del Instituto Armado le señala como la persona que manda un fax a Florencio Garcés con una falsa comunicación de Hacienda en el que se decía que se iba a realizar un pago a José Luis Carbonell, con el que podría luego satisfacer su deuda. Un papel que, según fuentes de la investigación y como avanzó este medio, se envió desde un locutorio de la localidad zaragozana de Tarazona.

Por otra parte, el otro de los detenidos es la persona que le habría dado la paliza al cura cuando decidió denunciar por estafa a José Luis Carbonell, uno de los miembros del clan, al estar harto de la situación que vivía. Una agresión que ya confirmó otro sacerdote, quien afirmó a la Benemérita que “días después de que Florencio Garcés presentara su denuncia contra el clan gitano familiar, una de sus miembros, Pilar, agarró fuertemente de los brazos a Florencio en la entrada de la casa parroquial de Borja, amenazando de que si no le daba más dinero le iban a pegar una paliza”.

Más tarde, este sacerdote vio como mosén Florencio, defendido por los abogados Enrique Trebolle y Antonio Val-Carreres, esperaba en el Parque San Francisco de Borja a que alguien le llevara a Zaragoza. “Le vio asustado, agobiado y triste, no sonreía como habitualmente”, afirmó.

El arresto se ha producido después de que la Guardia Civil haya tomado declaración a nuevos testigos y tras analizar el flujo de llamadas de los “Zapato Veloz” -representados por el abogado defensor Sergio Pérez- al cura. De hecho, han llegado a contabilizar 1.299 llamadas, de las que 361 fueron realizadas por los detenidos este martes.

En teléfonos móviles analizados, la Guardia Civil ha observado gran cantidad de fotografías en las que salían los arrestados “ostentando” fajos de billetes, principalmente, de 50, 100, 200 y 500 euros. Con ellos habrían conseguido aumentar su nivel de vida con la compra, por ejemplo, de varios coches de alta gama.

Actualmente, Florencio Garcés, que ingresó provisionalmente en la cárcel, está apartado de sus laborales pastorales. Fue el obispo de Tarazona, quien, antes de que se conociera el caso, hiciera mancomunar las cuentas parroquiales de Borja ante las grandes salidas de dinero. A pesar de ello, la Iglesia turiasonense anunció que no iba a denunciar a Florencio Garcés por la apropiación indebida, ya que iba a realizar una investigación interna de la que nada a trascendido.