Zaragoza.- Ecozine, el Festival Internacional de Cine y Medioambiente de Zaragoza, celebra su séptima edición en la que cuenta con 285 producciones de 49 países diferentes. El festival ya ha llegado a su ecuador y se prolongará hasta el próximo 22 de mayo.
En esta séptima edición se van a premiar cinco categorías: Mejor Corto Documental, Mejor Corto Ficción, Mejor Corto Animación, Mejor Largometraje Nacional y Mejor Largometraje Internacional.
Uno de los encargados de formar parte del jurado de los cortometrajes es Joel Jardines. “La selección en esta edición es muy buena tanto por su calidad, como por la temática que contiene un fuerte mensaje” ha afirmado Jardines. Asimismo, el juez ha añadido que la labor de este certamen es “enseñar que hay que cuidar el medio ambiente y sobre todo, crear conciencia de la importancia que tiene”.
Anastasia Laukkanen es una de las integrantes del jurado de largometrajes internacionales. Laukkanen es directora y fundadora del “Festival Internacional Ecocup” de Rusia y periodista de profesión. “Cuando ves estos filmes te das cuenta de que tienes que hacer algo, verlos te empuja a actuar” ha destacado la jueza rusa y ha calificado a los realizadores como “héroes” que muestran realidades a veces desconocidas.
Una de las propuestas aragonesas es “Halabja. Vida después de la muerte” de Julián Flordelís y Eduardo Úbeda. El objetivo de esta producción es “mostrar, 26 años después de un ataque con armas químicas, la realidad de esta ciudad kurda donde murieron 182.000 personas y que estaba bajo las órdenes de Sadam Husseim cuando todavía era aliado”.
El director del festival, Pedro Piñeiro, ha afirmado que el festival no es la fiesta de inauguración y su gran gala de clausura, sino que el festival se desarrolla en las salas de cine, con las proyecciones, y ha afirmado que este año “está siendo todo un éxito” y que prácticamente todos los días las salas “han estado abarrotadas”. En esta edición, la sede oficial está siendo la Filmoteca de Zaragoza.
Asimismo, Piñeiro ha destacado que en estos eventos no sólo se proyectan filmes, sino que mediante la visión de sus productores, y narrando algo que les ha impactado, lo que se busca es que “las proyecciones sean una palanca para mover algo, para denunciar y para contar, en algunos casos soluciones y en otros problemas”.
El festival no solo contará con la proyecciones, sino que su programa ofrece más actividades culturales como mesas redondas o conciertos de artistas aragoneses.
