TRIBUNALES

Siete años de prisión para un gambiano que fingía ser padre para realizar reagrupaciones familiares

La Audiencia de Zaragoza ha impuesto una pena de siete años de prisión para un gambiano que fingió ser padre de varios compatriotas para realizar reagrupaciones familiares. El tribunal entiende que favoreció la inmigración ilegal. Los dos supuestos hijos con los que compartió banquillo también han sido condenados a doce meses de cárcel.

Zaragoza.- Las razones religiosas esgrimidas por Bekary Ceesay Jaguraga no le han salvado de una condena de siete años de prisión por favorecer la inmigración ilegal mediante reagrupaciones familiares. Durante el juicio, este gambiano quería hacer valer como única prueba su palabra, rechazando el ADN porque el Islam “no lo permite”, pero para la Audiencia Provincial de Zaragoza no ha sido suficiente.

El tribunal provincial ha tenido en cuenta esta negativa a someterse a la prueba de paternidad y la afirmación de los investigadores de la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional en Aragón que aseguraron con rotundidad que había introducido a inmigrantes en territorio nacional y que incurrió en una falsificación de papeles. “En cuanto Bekary C.J. consiguió la nacionalidad española le empezaron a aparecer hijos que ni estaban registrados”, señaló una agente, mientras apostillaba que “tampoco corresponden los viajes anuales a Gambia con el momento en el que se pudieron engendrar a esos hijos”.

Una forma de proceder del ahora condenado que era clara para una Fiscalía que aseveró que personas como el ahora encausado “aprovechan” la legislación española “favorable” a las reagrupaciones familiares, junto a la “falta de rigor de los países como Gambia en los que se hacen documentos oficiales de forma verbal y sin papeles de nacimiento”.

Junto a este hombre, también compartieron banquillo Haji Ceesay y Seibou Ceesay, defendidos por el letrado Javier Elía, quienes han sido condenados a doce meses de prisión. En un primer momento, la Fiscalía pedía para ambos tres años de cárcel.