Abrir todas las vías

El Gobierno de Aragón presentará un requerimiento al Estado para instarle a corregir el cálculo de la cifra de déficit. Esta petición se realiza como paso previo al ejercicio de acciones ante la jurisdicción contencioso-administrativa. Cree que los criterios del Estado están equivocados y las discrepancias ascienden a los 173 millones de euros.

El Gobierno de Aragón presentará un requerimiento al Estado para instarle a corregir el cálculo de la cifra de déficit. Esta petición se realiza como paso previo al ejercicio de acciones ante la jurisdicción contencioso-administrativa. Cree que los criterios del Estado están equivocados y las discrepancias ascienden a los 173 millones de euros.

El requerimiento es más una formalidad que una acción con el objetivo de conseguir el resultado deseado. Un paso necesario para continuar las reclamaciones, pero en ningún caso va a suponer un cambio en los datos desvelados por el Ministerio de Hacienda. Se debe entender como paso previo para acudir a la vía contencioso-administrativa, principal alternativa para intentar reducir, al menos en parte, el desvío de déficit de más de siete décimas.

Mientras esta vía avanza a su ritmo, el Gobierno de Aragón no debe olvidar otros caminos. El primero es hablar con el Estado para ver qué hacer a partir de ahora. La comunicación oficial ya ha llegado y es ahora cuando hay que luchar en Madrid con todo el poder y la influencia de la presidenta para que el ajuste no sea excesivo y los resultados no hundan las buenas perspectivas socioeconómicas de la Comunidad. Ya ha habido contactos a nivel de Secretaría de Estado, pero la lucha tiene que encabezarse desde las más altas instancias. La presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, debe viajar a Madrid y ser ella la que negocie con el Ministerio de Hacienda.

Todavía no se sabe cuál es el déficit estructural que habrá que ajustar, pero el Ejecutivo autonómico tiene que empezar a manejar varios escenarios, desde el más optimista hasta el más pesimista. Algo que parece que ya empieza a ser así, con los primeros contactos informales. Es hora de saber qué partidas se podrían tocar y cuáles no. Las líneas rojas están claras y el margen es escaso, pero es inevitable que algunos programas tengan que ver reducida su cuantía.

La DGA cree que el ajuste no será elevado, una previsión que nadie cree que haga al azar y sin datos en la mano, aunque sean extraoficiales u oficiosos. Defienden que la mayoría del exceso de déficit es coyuntural, algo que beneficiará al resultado final. Cada euro que se ajuste será un euro que no repercuta en la economía o en el bienestar de la ciudadanía, por lo que el Ejecutivo autonómico debe luchar por cualquier vía para que el impacto en sus cuentas sea el mínimo.