Zaragoza.- Una primavera más, las calles de Zaragoza se llenan durante nueve días de terceroles, pasos, carracas y tambores. Veinticuatro cofradías y más de 15.000 cofrades se esfuerzan al máximo para que las 49 procesiones reúnan colorido y vistosidad a su paso entre los espectadores de la capital aragonesa.
Si hay alguien que vive plenamente la fiesta religiosa es el presidente de la Junta de Cofradías, Juan Murillo (Madrid, 1962), que apura sus últimos días antes de despedirse tras ocho años en el cargo y tras conseguir que la Semana Santa zaragozana haya sido declarada de Interés Turístico Internacional.
Murillo cree que este año es demasiado pronto para notar los efectos de esta designación y espera que los resultados se vean a partir de 2015 en forma de incremento de visitantes. También lamenta profundamente la ausencia de Montserrat Caballé, como pregonera, tras sufrir un accidente en el hombro. Confía en que pueda venir en los próximos años.
Pregunta.- ¿En qué notarán los zaragozanos que su Semana Santa es de Interés Internacional?
Respuesta.- Este año poco porque aún es pronto. Una mención honorífica de este tipo permite seguir trabajando, sobre todo, en su promoción y difusión. Vamos a hacer la celebración de todos los años con la responsabilidad de cuidarla un poco más, porque con la designación te ponen el foco encima. Espero que en unos pocos años atraiga a más gente.
P.- ¿Habrá más ocupación hotelera?
R.- El primer boom lo podremos empezar a tener el año que viene. No sé impacto económico de alrededor de 15 millones de euros en 2014. La ocupación en algunos momentos rondará el cien por cien, pero dependerá mucho de cómo acompaña el tiempo.
P.- ¿En qué puede mejorarse?
R.- La Semana Santa ha ganado mucho en promoción y en patrimonio. Las cofradías cuidan mucho su puesta de largo en la calle y todas las actividades. A corto plazo queda que las cofradías sigan haciendo esfuerzo por ir todas a una. Necesitamos un órgano de coordinación que tenga un peso más importante y que los zaragozanos se convenzan de que su Semana Santa está a primer nivel en España. El Ayuntamiento de Zaragoza y la DGA están haciendo una labor importantísima de promoción en certámenes y ferias.
P.- ¿Fue un varapalo muy grande no poder contar con la soprano Montserrat Caballé como pregonera?
R.- Personalmente me ha dado mucha pena. Me hacía una ilusión tremenda. su desgraciado accidente y había suspendido todas las demás actividades. Tenía una ilusión tremenda, quería ver a la Virgen. Tendremos ocasión de tenerla entre nosotros, a nuestro lado. Le deseo un pronto restablecimiento de su lesión del hombro.
P.- ¿Por qué se ha elegido al obispo de Huesca y Jaca, Julián Ruiz Martorell?
R.- Es una persona con un mensaje directo y claro para darnos. Quedaba poco tiempo para la sustitución y era necesario buscar a una persona con todo elaborado. Un obispo está preparado prácticamente para improvisarlo.
P.- ¿Qué importancia tiene el 75 aniversario de la introducción del tambor por la cofradía de las Siete Palabras?
R.- El tambor es una seña de identidad de la Semana Santa aragonesa. En Zaragoza se toca de una forma y en el Bajo Aragón, de otra. Tiene una personalidad muy propia y es un elemento imprescindible para entender la festividad religiosa. Este año se han editado libros y se han realizado actos y conferencias con el tambor como protagonista.
P.- ¿Hay alguna novedad en los pasos este año?
R.- El patrimonio es tan rico como el castellano y el andaluz. Este año estrenamos tres imágenes. Una pequeñita que está en la iglesia de San Miguel, que sacarán los Nazarenos, y luego dos tallas de relumbrón: una es de Miñarro y la otra de Navarro Arteaga para la cofradía de las Siete Palabras y para la Eucaristía. Son tallas de imagineros de primera división, regalo de cofrades anónimos.
P.- También estrenan aplicación para móviles.
R.- Es una versión mejorada de la que hemos tenido los tres últimos años. Es una evolución. Incorporamos una transmisión GPS de cada una de las procesiones y así se puede seguir los pasos de forma geolocalizada. Permitirá planificarse y también conocer por dónde se puede conducir por la ciudad y por dónde no.
P.- ¿Qué cambios hay en la procesión del Santo Entierro para hacerla más visual?
R.- Una vez que sale de San Cayetano gira a las Murallas Romanas por el entorno de San Juan de los Panetes para llegar a la plaza del Pilar. Así gana en espectacularidad porque es un entorno muy bonito. Televisión y fotógrafos nos lo agradecen porque el marco no tiene comparación. Conseguimos también que el tranvía finalice su recorrido en las Murallas y no se quede en la Chimenea. Así traemos a todos los usuarios de la Margen Izquierda a pie de procesión.
P.- Este año se despide del cargo, ¿cómo ha sido su labor al frente de las cofradías?
R.- Han sido ocho años. Como se dice en el lenguaje cofrade debo irme otra vez a mi fila y retirarme a la acera a ver las procesiones. Deseo a todos los que vengan detrás lo mejor. Me voy contento porque creo que se han hecho muchas cosas, que no ha sido tanto mérito mío sino que he tenido muchísima suerte con mis compañeros de la junta, porque han funcionado de una manera totalmente autónoma. Es muy cómodo para el jefe que le entreguen las actividades llave en mano, he tenido apoyo de las instituciones y de los medios. Ha habido quebraderos de cabeza porque son 24 cofradías, pero he sido muy feliz y lo he pasado bien.
